Héctor Yunes Landa
No contestó absolutamente nada. Durante su comparecencia, el secretario de Finanzas del Estado, Miguel Reyes Hernández, calló como momia a los cuestionamientos que hicimos los diputados.
¿Por qué la Gobernadora gozará de un aumento de sueldo muy superior al del resto de la burocracia? ¿Por qué no renovaron el seguro de gastos catastróficos por desastres naturales? ¿Por qué pretenden aplicar un impuesto a las bebidas alcohólicas? ¿De cuánto será el sub ejercicio del gobierno en este 2025?
Nada. Absolutamente nada. Ni un dato, ni una excusa. Sólo el silencio y su ‘jeta de perdonavidas’. Como lo hizo con su oscuro pasado en Dos Bocas.
La comparecencia sólo confirmó que el cambio de formato cumplió con su propósito: impedir que los funcionarios del gabinete rindan cuentas y permitir deliberadamente una actitud grosera y desafiante en contra de los diputados de oposición.
Este patán, quien debe su cargo a un Congreso que le concedió una dispensa por su origen poblano, intentó engañar a los veracruzanos y violentó deliberadamente a la diputada Indira Rosales (PAN), quien cometió uno de los peores pecados para el mesianismo morenista: exhibir la mentira.
Ante el cuestionamiento de porqué Veracruz hoy no cuenta con un seguro contra desastres naturales, el poblano respondió que “si estaban asegurados por 360 millones de pesos, teníamos que pagar 320 millones de pesos para hacerlo válido”, y remató con una agresión verbal imperdonable:
“Para hablarlo en palabras sencillas y que la diputada (Indira) lo entienda porque o no le explicaron o no lo entiende, yo creo que hay un problema de comprensión básica”. En todo caso, “la comprensión básica” la necesita el gobernador Cuitláhuac García, que fue quien contrató el seguro.
Tras la violencia de género y el insulto al Congreso, hay una verdad indiscutible: el gobierno de Rocío Nahle dejó de pagar el seguro institucional contra desastres naturales y no lo sustituyó con nada. Hoy no tiene dinero para enfrentarlos porque la nueva aseguradora estatal sólo existe en su imaginación.
Pero el embustero que nos vino a decir que bajaron la deuda del estado cuando en realidad se trata de un “perdón fiscal” -condonó los adeudos del SAT y el ISSSTE- de la presidenta Sheinbaum.
A pesar de ser cuestionado hasta en tres ocasiones, no aclaró porqué se subió el salario a la Gobernadora -de $67,800.00 a $84,750.53 pesos mensuales- por encima de cualquier otro burócrata del estado. Así que el aumento salarial va, “nos guste o no nos guste…”
Tampoco aclaró de cuánto será el subejercicio del presupuesto 2025, a pesar de que sus propios informes confirman que la SIOP tiene el 80% de su presupuesto sin utilizar, lo que equivale a 3 mil 472 millones de pesos.
Oculto tras el arrogante autoritarismo de su efímero encargo, El tal Reyes no quiso aclarar a los veracruzanos si el próximo año asestarán un nuevo golpe al bolsillo con un nuevo reemplacamiento y un nuevo impuesto del 2% al precio final de las bebidas alcohólicas, contemplados en el Presupuesto de Ingresos 2026.
Mentirosos y cobardes. ¿Y así pretenden que nos quedemos callados? Ajá.
La puntita
Un llamado a la tolerancia de Ahued que no escuchó el tal Reyes; la cantinflesca “cátedra económica” de Pérez Astorga, para estrenar su doctorado en el INAP; las hermosas playas de Totutla promovidas por el florero más caro del mundo. Las comparecencias han resultado una “ensalada de locos” a la veracruzana. |
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