Seguro del Magisterio (Segunda Parte).
Sí, así como lo leyó el empresario transportista, y también director - gerente de este importe organismo, será el relevo de Daniela Griego en el Instituto de Pensiones del Estado.
De entrada la actual directora de tan noble instituto solo de figura decorativa ha servido, su trabajo es más que obscuro, opaco, insípido.
No ha logrado, ni de chiste, entregar buenos resultados.
Caso contrario sucede con el empresario transportista, Paco Quique.
Pero déjeme desmenuzarle el asunto.
Le cuento.
Nunca en nuestra carrera reporteril, habíamos visto tanto cobijo a un director del Seguro del Magisterio.
Lo sucedido el pasado martes fue algo inaudito, nunca visto.
De entrada, para su lucimiento, le prestaron el patio central de Palacio de Gobierno. Espacio que no es cualquier cosa. Que nuestra mentecita recuerde nunca, a ningún director gerente le abrieron las puertas para que diera a conocer el avance en la gestión que lleva a cabo. Que no es otra cosa que cumplir con su obligación ya que para eso se alquiló.
Ahora veamos a quienes le arrimó el hijo de Atanasio, en buen plan sea dicho, en primer lugar le llevo al que hace las veces de titular de la SEV, a un tal Zenyazen; estuvo la Contralora General del Estado, Mercedes Santoyo Domínguez, quien por cierto debe saber mucho de lo sucedido en el seguro del magisterio ya que su señor padre en su momento, se dice, transitó por esos pasillos y sus malquerientes llegaron al grado de asegurar que recibía un jugoso mesada al ser incondicional del entonces director; la titular de IPE, Daniela Griego; también fue convocada la rectora de la UV Sara Ladrón de Adeberas, perdón de Guevara , quien ante su extensa flojera, perdón amplios compromisos oficiales, no pudo asistir, enviando a una representante y por supuesto también concurrieron dirigentes magisteriales y diputados locales.
De lujo verdad.
Cuando se había visto tanta complacencia.
El empresario transportista no se puede quejar, el hijo de Atanasio lo cobijó y rico.
Lo curioso es que no haya acudido la titular del Jurídico del SSTEEV, una tal Quetzalli Cárdenas Arguelles, hija de quien lleva las riendas de la Secretaría del Trabajo, Guadalupe Arguelles, espacio donde la descendiente fue impedida para laborar.
Otro que no asistió, pero que su nombre sí aparecía en los personificadores fue Eleazar Guerrero Pérez.
Al empresario transportista le pusieron todo en bandeja de plata, lo colmaron de atenciones, ya que siendo un funcionario de segundo nivel, o tercero tal vez, le facilitaron todo. Le dieron un nivel el cual ya muchos titulares de despacho quisieran, ni a Eric Latrocinio, perdón Patrocinio, le brindan esa cortesía.
Lo que se vio muy mal fue la, ya tradicional, impuntualidad del hijo de Atanasio, quien fiel a su estilo y su costumbre llego retardado al evento. Sus cercanos expresan que de nada sirvió la educación que le proporcionó Atanasio, por lo que no tiene palabra de varón.
De allí que Paco Quique, no se puede quejar, está en los cuernos de la luna y eso por supuesto que le causo demasiado escozor a Bola Ocho, a grado tal que el bajacaliforniano, por adopción, se dice, dio la orden de investigarlo, de pedir al instante una tarjeta informativa con toda la curricula del empresario transportista.
El bajacaliforniano debe saber que el futuro director del IPE, ha manejado de manera transparente los dineros propiedad de los trabajadores de la educación, Paco Quique no trasiega recursos oficiales,
El futuro director del IPE, partió plaza, corto rabo y orejas y, por su fuera poco, dio vuelta al ruedo.
Eso inquieta a Bola Ocho.
Claro que sí.
En la siguiente entrega le platicamos sobre “La Cajita Feliz”, y no piense que es el último vagón del metro de la CDMX, donde muchos funcionarios de MORENA, quisieran viajar, no, ese no es el tema, del asunto que le hablaremos es del millón y medio de pesos que cada octubre- noviembre, nada de muertos, puro vivo, era repartido entre subdirectores y personales de confianza. Se sabe que una quiniela se dosificaba entre estos últimos y el melón entero se lo llevaba el entonces titular.
Lo curioso es que, entre la clase trabajadora, es un secreto a voces que varios ex directores dejaron sembrados varias orejas para que los mantuvieran muy bien informados de lo que corre en los drenajes del Seguro del Magisterio.
Lo cierto es que en este tema varios dirigentes sindicales también pueden estar salpicados, al parecer también le metieron la mano al cajón, pues eran miembros del Consejo de Administración.
Provecho.
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