A Trump le gusta lo bilateral. Es decir, EU con México o EU con Canadá, sin embargo es indispensable renovar el T-MEC tal como está ahora: Gurría Treviño MEMORANDUM 1.- Es fundamental que en la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se mantenga un enfoque trilateral, que no se tengan acuerdos bilaterales porque la región es competitiva en bloque, destacó el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, José Ángel Gurría Treviño. Al salir de un evento expresó: “Al señor (Donald) Trump le gusta lo bilateral. Es decir, Estados Unidos con México o Estados Unidos con Canadá, o Estados Unidos con Vietnam, o Estados Unidos con Italia, etcétera. Sin embargo, ya tenemos algo que es absolutamente formidable, tenemos que cada vez somos más competitivos en América del Norte”. “Norteamérica como tal es competitiva porque precisamente estamos juntos y no sólo somos competitivos en Estados Unidos, sino somos competitivos también en Asia, en Europa y en el resto del mundo. Entonces es fundamental que mantengamos la trilateralidad del T-MEC”, enfatizó quien también fue secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Indica que de cara a la revisión del acuerdo, es el sector privado de Estados Unidos el que lleva la batuta y ha explicado a sus legisladores –tanto demócratas como republicanos– que era “absolutamente indispensable que renovaran” el pacto comercial. Bajo esa visión de bloque, Gurría sostuvo que los aranceles a mercancías de algunos productos provenientes de países con los que no se tiene un acuerdo comercial son “una respuesta a lo que primero nos cobran ellos” y de la necesidad de decidir una política comercial orientada a una región. “Hasta ahora hemos tenido el lujo de no tener que decidir. Sin embargo, estamos ya en momentos de decidir. Por otro lado, también habría que ver que en el caso de algunos países que literalmente nos están invadiendo de productos, efectivamente se vea cuáles son las razones económicas”, puntualizó.
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Estereotipos de belleza en redes sociales ocasiona en las menores depresión, ansiedad, ideas suicidas y baja autoestima al compararse con actrices o gente de la socialite: IPN MEMORANDUM 2.- Debido a la constante exposición de imágenes y mensajes sobre estereotipos de belleza en redes sociales, muchas niñas y adolescentes presentan trastornos alimenticios y afectaciones en su salud mental. Al respecto, Ana María Balboa Verduzco, académica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) explica que la percepción distorsionada del cuerpo impacta en el desarrollo de patologías como depresión, ansiedad, ideas suicidas y baja autoestima. En un comunicado, alertó a los padres de familia para detectar estos trastornos mediante la observación de conductas atípicas —aislamiento, depresión, pérdida repentina y constante de peso o frustración—, además de fomentar la revisión médica periódica que incluya análisis clínicos. Indicó que el uso de redes sociales es un grave factor de riesgo e influyen negativamente en los hábitos alimentarios y el bienestar sicológico. Los trastornos alimentarios son considerados por la Organización Mundial de la Salud como desórdenes mentales y del comportamiento, caracterizados por un temor persistente a ganar peso y una conducta alimentaria descontrolada, tanto en mujeres como en hombres, explicó la especialista en ciencias en Medicina Conductual. Este entorno distorsionado en redes sociales puede tener consecuencias graves, aseguró, al propiciar alimentación desordenada, dietas extremas, inanición y ejercicio excesivo, lo cual deriva en daño neurológico (disminución de la velocidad del habla), alteraciones hormonales (como la suspensión de la menstruación en mujeres jóvenes) y problemas cardiacos, digestivos y dentales —estos últimos ocasionados por los ácidos gástricos tras los vómitos recurrentes en casos de bulimia—. Balboa Verduzco afirma que la aplicación de diversas técnicas de terapia cognitivo-conductual ha mostrado resultados exitosos en el tratamiento de estos padecimientos. “La recuperación requiere trabajo constante, paciencia y un manejo adecuado de la narrativa personal, que favorezca pensamientos positivos en torno a los alimentos, así como el fortalecimiento del autoconcepto y la autoestima”. Detalla que, cuando el problema ya está presente, es necesaria una atención integral que incluya la intervención de profesionales de la salud (sicólogo, pediatra, nutriólogo y paidosiquiatra, en caso de menores de edad), así como la participación directa de la familia. Recomendó también mantener una alimentación balanceada, con base en verduras y agua natural, la práctica de ejercicio moderado y la convivencia familiar en espacios al aire libre, para favorecer un desarrollo armónico y saludable.
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Estudiantes de bachillerato buscan información en sus celulares, pero no logran procesar los datos, cada vez dependen más de la tecnología MEMORANDUM 3.- Todos los estudiantes de bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tienen celular y una “dependencia tecnológica muy grave”; sin embargo, sus habilidades para procesar datos, textos, hojas de cálculo, editar audio, video o imágenes son deficientes y han descendido, a diferencia de cuando no contaban con un teléfono móvil, alerta Marina Kriscautzky Laxague, directora de Innovación en Tecnologías para la Educación de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) de esa casa de estudios. Si bien los estudiantes de este nivel han mejorado su capacidad para verificar información confiable cuando navegan en Internet, la experta alerta que este avance se logró antes de la irrupción de la inteligencia artificial, pero con el uso de ChatGPT teme que la verificación de información que habían desarrollado podría descender nuevamente. “Los alumnos consumen información, pero no la producen. El tratamiento de los datos, de los números, gráficos y la interpretación de éstos es algo en lo que fallan”, detalló, al señalar que llevan 13 años aplicando una evaluación para obtener el perfil digital de los estudiantes de los 14 planteles de nivel medio superior de la UNAM. Desde 2012, la evaluación denominada Ticómetro se aplica al inicio de cada ciclo escolar anual. La más reciente revela que 65 por ciento de los alumnos tienen un nivel intermedio de habilidades en TIC, lo que refleja un conocimiento reprobatorio, apenas 30 por ciento alcanzan un nivel avanzado y aprobatorio, y menos de uno por ciento llegan a un logro de experto. Los resultados del Ticómetro, expone Marina Kriscautzky, dan cuenta de que “tener celular no mejora su capacidad de usar la tecnología para el aprendizaje”; incluso, una gran desventaja es que, con ciertas aplicaciones, lo que están perdiendo es su capacidad de concentración y decisión, porque saben conectarse a una red, pero su habilidad digital para la escuela no ha mejorado. Señala que existe una falsa creencia de que “los jóvenes traen el chip integrado” y que, por ese motivo, van a resolver con más facilidad problemas relacionados con el dominio de dispositivos, pero no hay una relación directa entre usar su celular y hacer un uso “provechoso” de la tecnología para sus actividades académicas. De acuerdo con , la experta en temas de tecnologías de la información, incluso, el desempeño escolar disminuye cuando los jóvenes están “pegados” muchas horas a los dispositivos –sobre todo los celulares–, por lo que no es una cuestión automática que a mayor uso de dispositivos corresponda una mejor habilidad digital. “Es importante distinguir que una cosa es ser hábil para conectar el celular a la red inalámbrica, saber actualizarlo, mandar mensajes, estar en TikTok y divertirse, pero trasladar eso a una situación en la que la tecnología nos apoye para aprender no sucede”, aclara. Los resultados del perfil digital de los estudiantes de los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y de los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) muestran que la hoja de cálculo en Excel “es su punto flaco”, porque no saben hacer una mínima estadística o visualizar gráficas de datos.
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