De nueva cuenta el ex perredista, y ahora chairo hasta las cachas, da de que hablar.
Vistiendo muy jocosamente la casaca guinda el ex diputado local hace de las suyas.
El cierre del Acuario de Veracruz, magna obra realizada en el cuatrienio de Dante Delgado, fue por instrucciones del amorfo personaje y derivado de una queja presentada en 2021, ocasión en la que se dio a conocer públicamente que hacia el interior de tan importante espacio recreativo se llevaban a cabo festividades que de manera considerable perturbaron la tranquilidad de la fauna marina.
Lo anterior fue más que suficiente para que la dependencia que dirige el ex mozo de espadas de Enrique Romero Aquino diera la orden tajante de bajar las cortinas de tan emblemático establecimiento y así llevar a cabo la clausura la mañana de ayer miércoles.
La justificante de la PMA es inspeccionar si fueron dañadas las especies que ahí se guarecen.
Usted le cree, nosotros tampoco.
Con ese pasado tan bochornoso que persigue y atosiga al ex perredista se pone en duda la correcta actuación de dicha dependencia.
Los que conocen muy bien a Rodríguez Cortes, rumoran que va sobre el billete.
De igual forma le resaltan su fuerte tendencia a la ingratitud, ya que siendo presidente del Comité Directivo Estatal perredista entrego en bandera de plata dicho instituto político al gobernador en turno, cuentan los cercanos que todo a cambio de unos fajos de billetes, dejando de lado la ideología y el compromiso con las bases del sol azteca veracruzano.
Recordemos que Sergio Rodríguez ha protagonizado escándalos muy singulares, como aquel donde aparece recostado en un catre rodeado de fajos de billetes de alta denominación y sonriendo muy descaradamente.
No es la primera vez que los sectores productivos de la entidad veracruzana han mostrado su inconformidad por el actuar del funcionario estatal, esos voraces ejemplos los han padecido los crematorios, ahora con esto de la pandemia, las tiendas de autoservicio, los ingenios y hasta pequeños negocios que apenas y van sobreviviendo de sus escasa ventas.
Pero eso no es todo ya una cadena de tiendas de autoservicio de manera pública externo el intento de extorsión que pretendió llevar a cabo Rodríguez Cortes.
Sí, así como lo leyó la cifra exigida contenía varios ceros y todo por negarse a la adhesión al programa de “Certificación Verde”.
Por favor.
Por eso ahora que se cierra tan importante espacio recreativo, mismo que ha dado renombre al puerto de Veracruz, se pone en duda el actuar de dicha dependencia, ya que de si de algo goza Rodríguez Cortes es de una pésima fama.
Sus incondicionales no se cansan de precisar que el amorfo titular es muy dado en meterle la mano al cajón, gusta del dinero fácil y padece de una fuerte inclinación al alcohol, lo cual le ha acarreado serios problemas.
Una de las escenas que más recuerdan sus amigos es cuando interpretó incomparable escándalo, a inicios del 2017, siendo diputado local y presidente de la Comisión Especial para la Verdad sobre la Deuda Pública de Veracruz, cantando “El Rey”.
Allí, en ese antro del puerto de Veracruz, les presumió a sus amigos que tenia de rodillas a una tercia de exgobernadores, gracias a que tutelaba dicha comisión.
Ahora el Acuario de Veracruz, esta concesionado, por lo que se rumora que la óptica final no son las especies marinas, sino más bien unos manojos de billetes.
Usted les cree, nosotros también.
Pobre hijo de Atanasio ni cómo ayudarle con este tipo de colaboradores.
Puro bribón.
Sergio es de esas especies anormales que abundan en esta Cuarta Transformación.
Provecho. |
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