Le cuento.
Desde su llegada a la silla principal de palacio municipal Julio Ortega Serrano, y en aras de
“cumplir”, con sus promesas de campaña, se dio a la tarea de hacer el mayor número de obra pública.
Se empecino en la pavimentación de calles, en el tendido de guarniciones y banquetas y en resanar todo cuanto estuviera a su paso y requiriera cemento.
En pocas palabras se vistió de oveja y pretendió engañar a la población, a sus paisanos, los mismos confiadamente le depositar su confianza en las urnas y ahora les está pagando con ingratitudes. Pero resulta que el querubín alcalde no estaba llevando a cabo estos trabajos por ser un excelente servidor público mucho menos lo caracterizaba un alma altruista.
No, el señor se dio a la tarea de botar cemento por todos lados debido a que el negocio que le proveía al ayuntamiento es de su propiedad. Si, así como lo leyó, todo quedaba en familia, el negocio es redondo. Su empresa, “Materiales Roca”, en escasos tres años ha crecido de manera considerable, desde su llegada a la alcaldía, todo marcha viento en popa.
Entre la población es un secreto a voces los abusos que comete este alcalde al pretender imponer a su cuñado, Juan Rosario Morales, como alcalde y así continuar con el excelente negocio de la venta de cemento.
Pero eso no es todo, hace unos días en medio de esta terrible pandemia, despidió a una veintena de trabajadores y todo por no estar de acuerdo en su ambicioso proyecto político de apuntalar la candidatura de su cuñado. El pretexto que al que recurrió a fue la escases de dinero, el no tener recurso para mantener la nómina. Lo curioso es que Ortega Serrano, ahora se ha convertido en un próspero empresario inmobiliario, sus allegados sin mayor empacho cuentan que en el vecino estado de Puebla está construyendo un número considerable de condominios mismos que el primer paquete habrá de sr inaugurado en el mes de diciembre. Los enterados señalan que Julito, se ha dado a la tarea de asegurar su vejez por eso la edificación de tantos inmuebles.
Por cierto entre su personal de confianza ya corre la versión que la magna obra de Ortega Serrano, será la de dejar debidamente pavimentada la Laguna de Catemaco, ese será el tema con el que su administración cierre con broche de oro. Toral diento sì hay en las arcas municipales para comprar cemento en “La Roca”.
Vaya descaro.
Que escasa progenitora.
Provecho.
IPAX - RIVEROS HERNÀNDEZ.
Este organismo, de manera muy eficaz, en coordinación con los demás cuerpos de seguridad de la entidad, se encuentra colaborando en este “Buen Fin”, brindando seguridad a la población veracruzana que habrá de adquirir sus productos en los distintos establecimientos y plazas comerciales de la entidad.
Un número considerable de elementos están participando en este operativo, siempre prestos a resguardar a la ciudadanía en general.
Lo capacitación y adiestramiento de los pupilos del IPAX es permanente, constante y de primer nivel, por lo que en los centros comerciales, en los bancos y lugares de gran afluencia adquisitiva los oficiales del IPAX son toda una garantía de equilibrio y armonía para los compradores, por lo que los consumidores y las empresas están ciertos que la seguridad patrimonial no corre riesgo.
El trabajo desarrollado por Héctor Manuel, no tiene desperdicio, ya que gracias al gran desempeño de sus elementos aportan su granito de arena resguardando la seguridad y vigilancia en toda la entidad veracruzana.
Bien por el IPAX, un organismo que se suma a las tareas de seguridad que lleva a cabo la administración estatal.
De lo poco rescatable que tiene el hijo de Atanasio.
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