Escribir Xalapa con Jota o con Equis, es un enigma solo para que lo resuelvan los eruditos, a mí me gusta con la X, que algo tiene de cruz y de calvario, pero en el plural me gusta con Jota, porque jalapeños se ve mejor así. En fin. Por una emergencia médica al dentista de Hollywood, Francisco Javier Zamudio con zeta, me fui de pisa y corre a esa capital jalapeña, salí de mi encierro y confinamiento donde en el jardín recorro a diario mis 4 kilómetros para que la salud no decaiga, y aunque bien lo decía el Nobel Saramago, alguna vez en un encuentro cultural en Canarias, Tenerife: “Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio, que es bueno para mi salud. Pero nunca he oído a nadie decirle a un deportista: tienes que leer”. Cosas de los doctores. Al salir temprano, 8:30 de la madrugada, hora de lechero, el volcán Pico de Orizaba se veía bello con su copo de nieve, bajé un segundo a tomarle una fotografía y emprendí mi camino. La última vez, hace como un mes, el viaje Orizaba-Xalapa se me hizo una eternidad, la mugre y cara y mala y retardada autopista de Capufe, sigue en parche de obras y te detienen, si bien te va, una hora. Es terrible, opté por irme por la carretera vieja, la llamada federal y grande fue mi sorpresa que vi que el puente de Cuitláhuac, pegado a una Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV), el gobernador del mismo nombre, García Jiménez, se puso las pilas y lograron terminarlo, un puente abandonado desde hace 15 años, bien por ello gobernador. Llegamos a la Tinaja, donde se muestra el puente atirantado de la YCA, un puente hecho desde la época de Alemán presidente, el padre de la criatura que fue el gobernador de las estrellas. Ahí también la SIOP le dio su manita de gato a un tramo que es una porquería, oigan no se la jalen, compren unos bultos de cemento y pónganle buen piso, allí pasan más trailers que gente. Recorría los caminos, como diría el poeta: ‘Otra vez tus caminos me llevan hacia el alba, cuando ya en mi sonrisa murió el último niño’. Sin incidentes volvimos a entrar a tomar la autopista, donde ya no hay retrasos y entonces cruzamos las casetas de paga de Cuitláhuac, Paso del Toro, Cardel y Plan del Rio, sin ningún incidente.
LA ETERNA XALAPA
Xalapa se ve como siempre, uno entra y ves los grandes edificios, la majestuosa Torre de Las Ánimas, del empresario Manolo Fernández Ávila-Camacho, bella como siempre y mostrando el anuncio gigante de la familia, con Chedraui cuesta menos. Directo a mi cita y abandono el consultorio hora y media después, para salir de regreso en chinga loca, diría un cueñqueño. Un alto en la Plaza Américas a un tentempié en Sanborns, platiqué con la empleada en lo que me servía unas enchiladas suizas de pollo. Tuvo el gordis Slim la heroicidad de seguirle pagando a todos sus empleados los meses que cerraron. Ya casi están todos de regreso, meseras y empleados que hacen las labores del restaurante, cosa que alegra los corazones, porque no hay nada mejor que tener empleo, revitaliza el alma y lleva uno a la casa las quincenas o semanas. Esa plaza, como la plaza Valle de Orizaba, no sufrieron tantos quebrantos, pocos locales abandonaron la escena, y ya lucen los anuncios de renta, para que otros lleguen. Fiel a mi costumbre de consumir lo que Veracruz produce, de regreso, al pie de la carretera compré a un niño campesino un bulto de naranjas veracruzanas de Álamo, en 130 pesos el bulto, y adelantito a la capital mundial de la Garnacha, Rinconada, por mi buena dotación porque, al otro día, en el recalentado con frijolitos, es una gloria que ni el rey de España, el que anda de emérito corrido, ha probado en su vida. También solo por probar, compré una bolsa en la autopista de 4x100 pesos, de un café que quién sabe de dónde venga, pero que los turistas chilangos deben de comprar junto a los toritos, que me ofrecía el señor campesino, pero le die que no soy chupamaro, entonces llegué a casa a enterarme del pleito entre el gobernador de Chihuahua, Javier Corral y AMLO, a quien el gobernador llamó al presidente: autoritario y vengativo, y solo le faltó, ojáis. Y también la renuncia del honesto director, Jaime Cárdenas, de devolver al pueblo lo robado, porque sucede que quienes debían cuidar lo confiscado, le metieron mano sin pena como los de antes, y los memes brillaron: ‘Resulta que el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, estaba robando al pueblo lo devuelto’. Hay días así.
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