Sobra decir que la zacatecana es muy cercana al señor López.
Y eso lo entienden, y muy bien, los demás integrantes del gabinete, aunque muchos dicen que es con respeto lo cierto es que la saludan con temor, es tanto su poderío que un viejo zorro de la política mexicana, Manuel Bartlett Díaz, hasta reverencia le hace, no es tonto y prefiere llevar la fiesta en paz.
Desafortunadamente, para ella, los desaguisados la persiguen, no la dejan, el escándalo es lo de ella y la intriga es su fuerte.
En repetidas ocasiones ha sido señalada de protagonizar turbios negocios, todos al amparo del poder y dentro un conflicto de intereses.
Pero es terca, le vale madre, es experta en el arte de manipular y sabe utilizar el poder.
El dueño de “La Chingada” le perdona todo, la escucha en todo y, lo peor, la consiente al cien por ciento. Y eso le puede salir muy caro.
La nacida en Río Grande Zacatecas está aprovechando su momento, sabe que es ahora o nunca, por eso tiene la óptica muy fijada en Veracruz.
Su crecimiento político ha sido vertiginoso, con un giro de ciento ochenta grados, únicamente fue diputada Federal en la LXIII legislatura (2015-2018), donde hizo las veces de coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena y fungió como secretaria de la Comisión de Energía. Por cierto, recinto camaral donde se distinguió por sus descomunales gritos increpando a los representantes populares de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional.
Actualmente es senadora con licencia por Morena electa por el principio de mayoría relativa por la entidad veracruzana y párele de contar. Hasta allí.
Nahle ha sido señalada más por los escándalos que la rodean, que por un buen trabajo el frente de la dependencia que encabeza.
La ambición la ha superado por eso su nombre, junto con el de un compadre suyo, un tal Quintanilla, sobresale en los escándalos hacia el interior de Pemex.
Un ejemplo es la empresa, Bidcom Energy, ligada a su camarada la cual ganó un millonario contrato en eso de la adquisición de los ventiladores, artefactos bastante útiles en estos tiempos de pandemia.
Los que la conocen aseguran que ella fue, en tiempos de campaña, la encargada de acercarle los dineros al tabasqueño. Y si no, allí esta lo que dijo la entonces diputada local veracruzana Eva Cadena.
¿Sera por eso que el señor López le perdona todo? Acaso será que lo tiene bien agarrado de los aparejos.
Vaya usted a saber.
Lo cierto es que, para Nahle García, aun cuando haya nacido en aquella comarca, Zacatecas no es Veracruz, estas tierras que nos vieron nacer son generosas, sublimes y, sobre todo, semillero de verdaderos políticos, no chingaderas. Por eso le llama la atención, a la nacida en Río Grande le sobre interesa Veracruz, de eso ni duda cabe.
No oculta, pero ni tantito, su ambición por aposentar sus glúteos en la silla que actualmente calienta el hijo de Atanasio.
Zacatecas no le importa, así de sencillo.
Por lo mientras hace unos días, el pasado fin de semana, se dio una vueltecita por nuestra entidad, situación que aprovecho el hijo de Atanasio para darse a conocer, no desaprovechando la foto en conocido café del puerto de Veracruz.
Vaya descaro de este par de entenados políticos del señor López.
Provecho.
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