Sin duda alguna , los cuasi expresidente y exgobernador, Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Yunes Linares, respectivamente- les falta escasos veinte día para que ahuequen sus alas en el ejercicio del servicio público- son unos auténticos pícaros, igual o peores que los que hasta hoy han ocupado cargos públicos y están en vías de sanciones, pues no tiene nombre lo que acaba de acontecer, pues no hace muchos días, cuando pusieron en servicio una vía que supuestamente es un autopista , de un lugar que se denomina totomoxtle – San Rafael, que no llega ni a carretera simple.
En verdad, el teatro o garbo que armaron no tuvo desperdicio , porque el dos añero gobernador veracruzano estuvo a punto de las lágrimas, cuando en un elogio desmesurado de esa obra, narró una serie de peripecias que se libraba en el pasado para transitar por la vieja ruta que conduce hasta Casitas y ahí a San Rafael cuando era un viacrucis – lo sigue siendo- pues el cinismo no tuvo límites y más cuando el presidente municipal de Gutiérrez Zamora agradeció al presidente Peña Nieto ese enorme esfuerzo que en la práctica, es nulo o no existe.
En serio, sin hipérbole alguno, esa obra de la secretaría de comunicaciones que dirige el ingeniero Esparza, está peor que el atracó que se produjo en el socavón que motivó que muriera una familia, porque es una auténtica burla a la más pobre inteligencia humana, pues son aproximadamente 75 kilómetros que en si mismos constituyen un peligro para transitarla, ya que solo cuentan con una modesta lechada, es decir, un asfalto de un espesor ridículo.
Si en este país existiera la justicia y no fuera permitida la mofa o la burla que amparada en la corrupción y la impunidad permean en la nación, ambos funcionarios deberían ser sancionados, no con la extinción sus bienes únicamente, sino con penas de prisión que sirvan de escarmiento para que nunca jamás se ofenda a la sociedad en su conjunto.
Toda esta reflexión es comprobable, para que se constate de inmediato, que ni es autopista, y menor super carretera, para presumirla en la forma en que se difundió por la prensa, radio y televisión, cuya publicidad prohíbe el artículo 134 constitucional y su ley reglamentaria, por constituir una halago inmerecido, pues la obra perversa es resultado de las contribuciones de los mexicanos y con un costo de más de cien pesos por transitarla.
Se acepta el pago por su uso, pero lo que no es permisible , es la burla que se hace de las sociedad y más aún, por lo desastroso de esa vía que, sin duda, es una auténtica vergüenza que de investigarse, la corrupción que se esconde ,- toda proporción guarda-, con la magnitud de la inversión que se pretendió realizar en el nuevo aeropuerto de Texcoco, que se espera que se sepa la verdad, porque es un derecho humano que el Estado no tiene porque violar.
Ahora bien, quienes apuestas al fracaso de la política que pondrá en práctica López Obrador en el combate a la corrupción y a la impunidad, pronto recibirán una bofetada, cuando vean que la justicia que reclama el país, empiece a brillar en todo su esplendor y la primeras pruebas están a la vista , como es el caso de la reglamentación al artículo 127 constitucional que
reglamenta los sueldos y salarios de todos los servidores públicos, sin excepción , o bien cuando se cancelan las pensiones de los expresidente y también que se devuelve la dignidad al ejercito al determinar que el presidente de la república no cuente con un estado mayor presidencial de mas de seis mil soldados, en síntesis, no hay seguridad para todos o no debe haber para nadie. limacobos@hotmail.com
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