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XALAPA.- A 77 días de que concluya su periodo, el presidente municipal de Córdoba, el morenista Juan Martínez Flores, deja una ciudad con infraestructura deteriorada y deficiente, reflejo de una gestión marcada por la corrupción y la falta de planeación y seguimiento en la ejecución de obras públicas. Lo cierto es que, a pocas semanas de finalizar su mandato, el alcalde de Morena dejará una serie de proyectos mal ejecutados y sin la debida supervisión. Prueba de ello son las líneas podotáctiles instaladas en la calle 9, entre las avenidas 5 y 7, que supuestamente servirían para orientar a personas con discapacidad visual, pero que en la actualidad representan un riesgo para transeúntes. Durante un recorrido realizado la noche del pasado martes, se constató que varias placas se encuentran levantadas, rotas o desprendidas, lo que ha provocado caídas y accidentes, según denunciaron vecinos y comerciantes del lugar. Pese a los reportes, ni el alcalde ni la regidora de la Comisión de Obras Públicas, Georgina Aguilar Sánchez, han atendido la situación. Cabe destacar que la actual administración se ha distinguido por el deterioro urbano y la falta de mantenimiento en distintas zonas del primer cuadro de la ciudad, mientras se promocionan acciones “incluyentes” que distan de ser funcionales. En la realidad, el pavimento presenta hundimientos, banquetas fracturadas y señalizaciones que se han convertido en obstáculos. Así las cosas.
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