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XALAPA.- Aunque en los pasados cuatro años hubo mejoras en el País porque ya se dispone de medicamentos para neoplasias que no eran cubiertas por el desaparecido Seguro Popular, los retos siguen siendo múltiples, ya que el cáncer se ha convertido en una urgencia médica en el País. Los pacientes deberían recibir atención expedita y con los mejores estándares de tratamiento, pero no ocurre así, pues 95 por ciento de los afectados “vive un calvario antes de llegar con un especialista”, advierte Óscar Arrieta Rodríguez, coordinador de Oncología del Consejo de Salubridad General (CSG). Arrieta está a cargo de desarrollar un plan de atención integral del cáncer, con el que se busca revertir una gama compleja de problemas acumulados a lo largo de décadas y que van desde la falta de un registro nacional de casos, el diagnóstico tardío y la inequidad en la disponibilidad de tratamientos, entre otros. Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero), destacó que durante años en el país prevaleció la desigualdad y los conflictos de interés que favorecían a la industria farmacéutica. Fue evidente con el Seguro Popular, que supuestamente ofrecía cobertura universal, pero para más de la mitad de los enfermos de cáncer no había medicinas ni interés de los fabricantes para que el CSG autorizara terapias nuevas. En cambio, para los tumores, cuyos costos estaban cubiertos por ese esquema de financiamiento, la introducción de fármacos innovadores era la constante. A escala global, la mitad de las neoplasias se curan, pero no en México, donde estos males representan la tercera causa de defunción en la población general, con alrededor de 90 mil decesos al año y son la primera causa de pérdida de la vida en personas en edad productiva, dijo el especialista. Estimaciones internacionales señalan que en las siguientes dos décadas la cifra de fallecidos se duplicará si se mantiene la actual tendencia y por el envejecimiento poblacional. Conforme aumenta la esperanza de vida, también lo hace el riesgo de desarrollar un tumor maligno. Arrieta Rodríguez comentó que la situación nacional es parecida a la de los demás países de ingresos medios y bajos, en los cuales se prevé que se concentrará 65 por ciento del incremento en la mortalidad en el mundo. Una de sus propuestas es crear centros de detección temprana y referencia, con los que aumentaría 20 por ciento el diagnóstico oportuno y las posibilidades de cura de los pacientes, mientras que con la actualización de guías clínicas de manejo de neoplasias ese porcentaje sería más alto. Destaca el caso del cáncer infantil, cuyo protocolo de atención se ha mantenido sin cambios durante los pasados 15 años, y “¡claro que ha habido innovaciones que no se han incorporado!” Lamentó que la atención mediática se haya centrado en el abasto de medicinas, cuando “hay mucho por hacer” para que los infantes reciban las mejores terapias. El especialista, quien además de ser el jefe del Servicio de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), es el nuevo coordinador del Registro Nacional de Cáncer, comentó la propuesta de Agenda en las Políticas de Salud contra la enfermedad que elaboró con una veintena de expertos en Oncología dentro del CSG.
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