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Xalapa, Ver.- Los temores al interior del Instituto Nacional Electoral son fundados, pues uno de los puntos de discusión de la reciente reforma electoral, conocida como plan B, es el destino de los más de 17 mil trabajadores INE, de los cuales 2 mil 571 son considerados “personal calificado”, miembros del Servicio Profesional Electoral Nacional (SPEN). Los promotores de la enmienda aseguran que se eliminarán “duplicidades” y con ello a máximo 27 por ciento del personal de mando, por lo cual descartan afectaciones en la organización de los comicios y la atención ciudadana. En tanto, los consejeros del INE sostienen que el recorte arrasará con 84.6 por ciento de las plazas del SPEN. Como fuera, integrantes de la estructura descentralizada del INE, llamada así porque está dividida en Juntas Locales (una en cada estado o entidad) y Distritales (300 en todo el país) dan su opinión frente a la reforma, la cual prevé la supresión de 64 puestos a nivel local (32 de Vocal Secretario y 32 de Vocal de Capacitación), así como una compactación general de las distritales, al reducirlas de cinco vocalías a una, por lo que los futuros afectados se muestran tranquilos, pero al mismo tiempo alistan la defensa de su empleo en el Poder Judicial de la Federación. Los vocales han recorrido los escalones del SPEN, la maquinaria administrativa encargada del ingreso, capacitación, evaluación, rotación y ascensos del personal especializado del INE y de los organismos públicos locales electorales (Ople). Francisco Javier Morales, vocal secretario de Junta Local, 26 años de antigüedad laboral en el INE, antes IFE refiere: “Estoy especializado en el manejo de recursos financieros, materiales y humanos; me toca supervisar que todas las acciones de la Junta se realicen con apego a la normatividad. Estoy a cargo del cumplimiento de las obligaciones en materia de transparencia; atiendo los requerimientos judiciales, por ejemplo, para la ubicación de personas, y superviso la propaganda en medios no electrónicos”. Se le recuerda que uno de los puestos que serían eliminados sería el de él, por lo que semana que es una situación que, por supuesto no es agradable, “pero más que saber que puede estar en riesgo mi trabajo, lo que me llama la atención es que está en riesgo lo que se ha construido a través de mucho tiempo, en la formación de democracia. Eso es lo que me deja un mal sabor de boca. En esta Junta trabajan alrededor de 100 personas, lo que yo hago no lo hago solo. No sé si realmente se van a ahorrar recursos cortando plazas; creo que habría que valorar el costo-beneficio. En ese contexto, Rosa Isela Lazcano, vocal de Organización Electoral en Junta Local, con 23 años de servicio refiere que está especializada en la parte de evaluación y planeación de la organización electoral. “El licenciado (Morales) está especializado en la parte jurídica, así que (asumir esas funciones) sería una responsabilidad tremenda. En mi área planeamos dónde van a estar ubicadas las casillas, coordinamos, en Ciudad de México, a 24 juntas distritales. No tenemos disponibilidad de facto con las escuelas, ahí tenemos un problema importante para tener acceso a todas, así que recorremos una y otra vez casas particulares. (Los despidos) serían un gran retroceso porque al menos nosotros llevamos más de 20 años formándonos, afinando procedimientos; no es sencillo que haya una pérdida de esa magnitud, de gente con mucha experiencia”, y en ese tenor se expresa el resto de los futuros despedidos. Las reformas ordenan una reestructura mayor, tanto de áreas centrales, como de sus órganos desconcentrados; los trabajadores del Servicio Profesional Electoral Nacional suman 2,571 y las reformas ordenan mantener solo a 396, lo que quiere decir que se deben liquidar 2,175, que representan 84.6 por ciento. El paquete de reformas en materia electoral, aprobado por el Congreso de la Unión a finales de 2022, repercutirán en el debilitamiento de las estructuras centrales y desconcentradas del Instituto Nacional Electoral (INE) y, de manera significativa, en el Servicio Profesional Electoral Nacional (SPEN) que perderá 84.6 por ciento de sus empleados.
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