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XALAPA.- El más reciente reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) volvió a colocar a México como el País de los salarios más bajos, por lo que remuneraciones competitivas y seguridad laboral es lo que primero está tomando en cuenta la fuerza laboral mexicana a la hora de decidir quedarse en un empleo, según el estudio El efecto de la contribución. Y es que la empresa de investigación sobre opinión pública, KRC Research, y la consultora Weber Shandwick realizaron una encuesta entre trabajadoras y trabajadores de diferentes industrias en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, China, Japón y México, y uno de los resultados relevantes para el País es que, a diferencia de lo que respondieron sus pares en el mundo, “los empleados revelan dar menor importancia a un entorno laboral positivo y a la diversión en el trabajo”. Las empresas “están experimentando un continuo cambio sin precedentes”, señala el reporte. Pero, por supuesto, también las trabajadoras y los trabajadores, quienes durante casi dos años han tenido que adecuarse a nuevas formas de realizar sus tareas. “Desde la fuerza laboral no esencial, que cambió a trabajar de forma remota de la noche a la mañana, hasta los trabajadores de primera línea, experimentando más riesgo que nunca” en sus empleos. A medida que las condiciones económicas y sanitarias han mejorado, en Estados Unidos, millones de personas han decidido renunciar a sus empleos para buscar uno que les haga sentir mejor en varios sentidos. A este fenómeno masivo se le ha llamado “La gran renuncia” o “La gran dimisión”. Ante el riesgo de que ese fenómeno se amplíe cada vez más a otros países, hay que emprender acciones concretas, dice el estudio. Los reemplazos le cuestan a la empresa entre el 30 y el 400% del salario de la posición vacante, advierte. “Hoy más que nunca se plantea la necesidad de redefinir el acuerdo entre el empleado y el empleador”, señala el estudio. Para replantear ese pacto es necesario saber las experiencias de las personas trabajadoras. Y en la información obtenida “destaca una serie de elementos tanto racionales como emocionales”. El sondeo se aplicó a personal de comercio, manufactura, servicios y profesionistas. Tomó en cuenta a personas que laboran por su cuenta, pero también a gerentes, directores y ejecutivos. En México, antes que un ambiente de trabajo positivo o compañeros confiables, se pide salario competitivo y beneficios, así como seguridad en el empleo, de acuerdo con Weber Shandwick. Hasta septiembre pasado, casi el 60 por ciento de las personas ocupadas ganaba hasta dos salarios mínimos en México. De esa porción, alrededor de 13 millones no recibía ni siquiera un salario mínimo al día, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En el primer trimestre de 2021, cuando una segunda ola de contagios de covid-19 todavía no se disipaba, más de 566,000 personas decidieron dejar su empleo. En el mismo periodo, pero un año atrás, cuando no se sabía la magnitud de lo que vendría, más de 831,000 renunciaron a su trabajo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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