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XALAPA.-
Entre los vendedores de artesanías de Veracruz existe desasosiego, pues al parecer el presidente municipal de esa ciudad, Fernando Yunes Márquez se resiste a que se haga el Carnaval de Veracruz el próximo año, alegando la pandemia, pero también ya reconoció que no tiene dinero para organizarlo. Uno de los vendedores de artesanías expresa “se lo gastó en la campaña”. Otro agregó: “Se lo quiere llevar como su bono de salida ahora que termine su gobierno”. Los vendedores estaban en el Mercadito, que se instaló desde las primeras horas del sábado. Ahí varios artesanos mencionaron que poco a poco vuelven a exhibir y a ofrecer sus productos, desde textiles, de madera, comestibles y otros. La actividad se recupera poco a poco, aunque la pandemia de la Covid-19 afectó drásticamente a los artesanos, que antes para exhibir sus productos acudían a exposiciones y ferias, pero desde hace más de un año estas se suspendieron, para evitar contagios. Ahora, poco a poco comienza a reactivarse la economía. Por eso se dolieron de que Fernando Yunes no quiera que se haga el Carnaval de Veracruz, porque esa era una fecha en la que les iba muy bien. “Quién sabe que hizo, que no quiere”, expresaron. Las Atarazanas, es otro punto de presentación de artesanías. Ahí llegó desde Tlacotalpan, Alberto Mendoza Guzmán, con sus creaciones mayormente de cedro, a quien también ya le urge que se reactive la economía de la zona, para que también la suya mejore. "Ah su, la verdad, nos ha tratado de la patada, pero vamos con actitud positiva hacia adelante y ahorita, gracias a Dios, parece que ya se va componiendo; a partir de toda esta situación, es la primera ya libre, y esperemos que de aquí en adelante salga todo mejor ", expresó Mendoza Guzmán. Como su artesanía es de cedro, ya no queda precisamente en lo barato, pero tampoco se va a la estratosfera en los precios. Tiene artículos desde 150 pesos, hasta los 280 pesos, los más comunes. Y un alhajero en forma de baúl, que es una joya, de 800 pesos. Ahí están los pájaros, con cuerpo de cedro, pero con alas de madera primavera, pico hecho en cuerno de res y ojos de madera de cópite; además de llaveros y otros productos. Él tiene su puesto en Tlacotalpan, en el muelle, como Artesanías Mendoza. Entre los artesanos que llegan a Veracruz a exhibir y vender, está Félix Kubota Pintor, integrante de una microempresa familiar dedicada a los textiles en Xalapa, quien mencionó que por la pandemia se tuvo el cierre de negocios de ese rubro durante casi un año y medio, y apenas empiezan a ver la luz. "El comercio se cerró una buena temporada, estuvimos más de un año y medio sin poder contar con espacios para la venta, porque nosotros nos dedicamos principalmente a exposiciones, ferias. "Lo que nos ayudó fueron las redes sociales, que contamos con nuestra página, y a través del teléfono nos hacen pedidos desde fuera de Xalapa", subrayó Kubota. Su materia prima es más que nada el lino, la manta y el algodón. Lo que ofrece son camisas de estilo huasteco, desde 380 pesos. Pero lo que no hace son guayaberas, pues dijo que ni siquiera es de Yucatán ni de Cuba. También llegó a Veracruz, Dora María Vera González, de Medellín de Bravo, quien trae botellas y botellas de “toritos”, bebidas tradicionales a base de alcohol y leche, saborizadas con frutas diversas, como la jaca, que parece una guanábana gigante, y el jobo, que sí tiene leche, aunque muchas personas dicen que es imposible mezclar el jobo con el lácteo. También trae toritos de cacahuate, nanche y coco. Ella ya tiene su página en Facebook como Dora María o como Mary VG. Pero hay mucho más en Las Atarazanas, como los vestidos de jarocha con toques particulares.
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