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Xalapa, Ver.- En las fiscalías de la zona centro prevalece la atención inadecuada a las personas que tienen problemas, por lo cual, en ocasiones es necesario que intervengan organizaciones que apoyen a los ciudadanos para que reciban el trato que merecen, aseguró Rubicela Romero Andrade, directora estatal de la Unión Internacional de los Derechos de Todos A.C. (UIDT). En este tipo de situaciones en las que hay personal que no brinda a la víctima la atención adecuada, le tocó atender el caso de una mujer que fue golpeada por su pareja y al acudir a la Fiscalía el médico legista le dijo “que estaba bien, que no tenía nada”. “A mí en la noche me había llegado con sangre, muy mal, y todavía el doctor le dice que no, que estaba muy bien. ¿Qué tuve que hacer yo? Tuve que hablar con el ‘mero mero’ (sic) y decirle ‘a ver, a ver, qué es lo que está pasando, porque le dice que no tiene nada y yo la vi’ y le muestro las fotos de la muchacha donde está toda sangrando”, comentó. La mujer agredida le había dicho a Romero Andrade que necesitaba una radiografía y después de presionar al personal de la Fiscalía ya la llevaron a que se la sacaran, y con esta se vio que efectivamente a consecuencia de los golpes tenía el tabique desviado. Pero esto no es la solución, porque, prosiguió, si bien como organización pueden dar ese apoyo a algunas personas, hay muchas otras que llegan a poner una denuncia como víctimas y no tienen quien las apoye y carecen de recursos para sacarse una radiografía o para hacerse algún estudio que compruebe el daño sufrido a manos de quien les agredió. Rubicela Romero en julio pidió al presidente municipal de Nogales, Guillermo Mejía Peralta, respaldar a las mujeres que fueron afectadas por el abuso de autoridad en que incurrió el Procurador de la Defensa de las Niñas, Niños y Adolescentes, Miguel García Jazmín, del DIF de ese municipio. Uno de los casos que expuso fue el de una bebé que fue retirada de los brazos de su mamá cuando solo tenía un mes de nacida, “limitándose la posibilidad de ser amamantada por su madre”, señaló. Dijo que en esa ocasión eso fue el detonante para que otras mujeres se atrevieran a denunciar a este servidor público. “La gente nos está buscando para más casos, como acusar al Procurador de Nogales, porque ya son muchos atropellos”, apuntó. Recordó que en la Fiscalía hay quejas que ya deben ser atendidas y resueltas por el mal trabajo que realizó. “Ahí nos dijeron que hay varias querellas del mal trabajo de Jazmín. Me han hablado tres personas, después de esto de la niña, y la verdad sí les creo, porque yo lo viví y vi el comportamiento del Procurador, quien no es una persona apta para estar ahí en el cargo”, aseveró. El caso de la bebé y su madre fue denunciado por Silvia Vega Torres, vicepresidenta de dicha organización. La bebé que estuvo en resguardo de la Procuraduría, fue entregada a su madre después de 3 meses que permaneció en un albergue, aunque tenía un mes de nacida, cuando fue arrebatada del seno materno con violencia por parte de quién se dijo progenitor de la misma, Ángel Alfredo “N”, ante la presunta intención de la madre, Ana María “N”, de irse de viaje con su pequeña hija a Tamaulipas, su ciudad de origen. En ese caso hubo un claro sesgo de machismo, porque quien le quitó la bebé a su madre fue el Procurador de la Defensa de Niñas, Niños y Adolescentes de Nogales, Miguel García Jazmín, a solicitud de quien se dice padre de la pequeña. El procurador mencionó que tomó la determinación de separarla de la madre, porque ella manifestó que iba a llevarse a la pequeña a Tamaulipas, pues vive allá y, para su forma de ver, la niña estaba en riesgo con ese viaje. “No se apegó al reglamento que establece la protección con perspectiva de género para la mujer, además, tampoco se veló por el bienestar de la niña ya que, es una bebé lactante”, dijo. Esto, además de que la situación se manejó de forma parcial a favor de quien dice ser el padre, pues no existe un documento que pueda comprobar su paternidad, y en contraparte la madre sí tiene un certificado emitido por la Secretaría de Salud, que manifiesta la certificación del nacimiento de la pequeña.
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