|
|
Foto:
Google
|
.-
El presidente Andrés Manuel López Obrador se pronuncia a favor de que se investigue quién autorizó los contratos realizados por el expresidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez, para la construcción de 21 ciudades judiciales, por lo que pide al gobierno de Veracruz, encabezado por Cuitláhuac García, que informe y proceda al respecto. López Obrador manifiesta que hay una denuncia sobre corrupción en Veracruz, “que no sé si incluya este asunto”, que está en la Fiscalía General de la República. De ser cierto, agrega, “se me hace un abuso”. Pero también dice que tampoco le extraña esto “porque era lo que hacían: entregar estos contratos -para hacer ciudades judiciales- a empresas, comprometer el presupuesto, pues era la práctica”. “Yo les he hablado aquí de los llamados APP (proyectos de Asociación Público Privada), de cómo desde Hacienda les hablaban a los gobiernos estatales para decirles: ‘Si construyes esta ciudad judicial o este reclusorio o esta oficina administrativa con esta empresa, te damos un crédito y lo vas pagando de tus participaciones’”. Entonces -prosigue-, hacían los contratos los gobiernos estatales y eran contratos leoninos porque, además de que la empresa hacía la obra, cobraba intereses para el mediano y largo plazo a tasas elevadísimas. Remarca que “Primero, hay que fincar las responsabilidades de quién dejó sin presupuesto al Poder Judicial en Veracruz, quién autorizó eso. Muchas veces, ni siquiera hubo licitaciones o acuerdos”. Pide que el gobierno del estado investigue “quién autorizó” y que informe, y que se proceda. “Puede ser, no estoy seguro, que se haya incluido en la denuncia que se presentó en contra de los gobiernos de Veracruz y que está en la Fiscalía General de la República, pero eso lo tendría que informar el gobierno de Veracruz, Cuitláhuac García, ahora gobernador de Veracruz y la Fiscalía General de la República'”, remarca. Reconoce que no tenía conocimiento de la existencia de estos contratos, que ascienden a 500 millones de pesos. López Obrador igualmente aborda los señalamientos en contra del alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, porque durante el proceso electoral buscó beneficiar a la esposa de su hermano, a lo cual expresa que el Poder Judicial es quien tiene que resolver esto, específicamente el Tribunal Electoral que es la instancia definitiva. Acusa que hay todavía prácticas antidemocráticas que vienen de lejos, y que todavía hay un proceso de transición que no ha terminado de consolidarse, aunque en las pasadas elecciones se avanza porque ya no intervino el presidente, como ocurría antes, que no se usó dinero del presupuesto para favorecer a candidatos o partidos, pero que todavía hubo casos en los que se actuó como antes. Apunta que ahora corresponde a la autoridad electoral atender estos asuntos, pero también le pide a la misma que lo haga, “con todo respeto, pues no ha estado a la altura de las circunstancias”. “Estamos en un momento estelar en la historia de México, es un proceso de transformación”, agrega, para luego recriminar que “ellos, en vez de ponerse a la vanguardia de este proceso de transformación, se quedaron en la retaguardia representando al antiguo régimen, manteniendo, conservando las mismas prácticas, los mismos vicios, cuando debieron ellos agarrar la bandera de la transformación, del cambio verdadero, de la democracia”. “Lo acabamos de ver en la consulta, que fue muy importante, histórica, pero parece que les incomodaba la consulta, que no les gustó y, en vez de promoverla y de invitar a la gente a que participara, hicieron todo lo opuesto: simularon que iban a recoger la opinión de la gente, a poner un determinado número de casillas; guardaron silencio en complicidad con los medios de información, desde luego, como siempre lo digo, con honrosas excepciones, negando la posibilidad de que se establezca de una vez y para siempre un sistema democrático fuerte, en donde no sólo se aplique la democracia representativa, sino la democracia participativa, el que los ciudadanos sean los que decidan, donde no sean las cúpulas de poder, en donde nadie se sienta absoluto en ningún nivel de la escala y que sea el pueblo el soberano, que sea el pueblo el que mande, no la idea nefasta, retrógrada, de que el pueblo no existe y de que nada más son los potentados los que deciden con sus achichincles, sus voceros, sus intelectuales orgánicos, la llamada sociedad política, el círculo rojo; el pueblo no sabe de política, son ellos nada más”, menciona. “Ya la gente quiere otra cosa y lo demostraron el domingo. Fue muy importante que, aún con todos los obstáculos, se dio un paso adelante, una consulta constitucional por primera vez en la historia de México”, puntualiza.
|
