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XALAPA.- Para cumplir la obligatoriedad de proporcionar educación superior gratuita, se requieren 13 mil millones de pesos adicionales al presupuesto que se otorgan a las instituciones de educación. Y la única forma de obtenerlos es creando el “Fondo federal especial”, propuesto en la reciente ley general en la materia, apunta Jaime Valls Esponda, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies). La única manera en que las instituciones de educación superior podrán avanzar en la gratuidad y en la ampliación de su matrícula escolar es con la creación de ese fondo federal especial, que ya está contemplado en la Constitución general de la República, asevera. Es el único camino, insiste Jaime Valls, en su participación en el ciclo virtual Diálogos sobre educación superior, organizado por Fundación UNAM y El Colegio Nacional, entre otras instituciones. A partir del año 2022 inicia un proceso gradual que debe llevar a que la educación superior en México impartida por instituciones públicas sea gratuita, es la implementación de ese fondo, porque bajo las condiciones presupuestales actuales la mayoría de las universidades “presentan insuficiencia financiera debido al deterioro sistemático del presupuesto asignado”... “y no podrán hacer frente a los costos de un incremento significativo de la matrícula que ocasionará un crecimiento de la plantilla docente y de servicios, la ampliación de la infraestructura y el equipamiento”. La (ANUIES) ha alertado que desde 2015 no se ha incrementado el presupuesto para el sector de educación superior en términos reales, e incluso para 2021 decreció hasta un 3%; en tanto, en el mismo periodo de tiempo, la matrícula nacional se incrementó en cerca de 16%. “Las instituciones están haciendo un gran esfuerzo para ajustar sus presupuestos”, refiere Jaime Valls. Puntualiza que por ello es importante la nueva reorganización del financiamiento de las instituciones de educación superior “la cual ha convocado el gobierno de la república”. Al respecto, el rector de la máxima casa de estudios del país, Enrique Graue, señala que “no es posible otorgar gratuidad a todos los estudiantes, como lo hace la UNAM, en las condiciones en las que se encuentran muchas universidades públicas”. Agrega que “se va a requerir de algún fondo para poder primero otorgar la gratuidad e indudablemente para poder crecer la matrícula requeriremos todas las universidades de un incremento presupuestal, que no se ve fácil en el futuro cercano”. Valls Esponda refiere que si bien en el país la cobertura de educación superior se amplio de manera considerable hasta una matricula de poco más 4.5 millones de estudiantes, equivalente a una tasa de 41.6 por ciento de la población en edad de recibir educación superior, ello es insuficiente frente a países que han superado el umbral del 50 por ciento y que se acercan a la universalización. Además, resalta que se tienen brechas significativas entre las entidades federativas y en algunas se están incrementando. Expuso que la Ciudad de México está en el 95 por ciento de cobertura, en tanto que Oaxaca, Chiapas y Guerrero oscilan entre 22 y 24 por ciento. En este último estado, añadió que en el año 2000 el indicador de cobertura se ubicó 1.6 puntos porcentuales debajo de la media nacional y actualmente esta diferencia es de 16.8 puntos, es decir, 10 veces más. “Esta situación no puede continuar. Remontar el rezago regional es uno de los mayores retos para los próximos años ya que existe una cantidad importante de jóvenes mexicanos que radican en las entidades señaladas que ven limitadas sus posibilidades de acceso a la educación superior”, reclama.
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