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XALAPA.- Que siempre no iniciará funciones la refinería de Dos Bocas en Tabasco el 1 de julio de 2022, como prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino en 2023, pero su operación estará condicionada a que la estatal mexicana pueda ejercer un presupuesto de inversión superior a 300 mil millones de pesos en los próximos años, monto 50 por ciento superior al gasto real del año pasado. En otra más de las fallidas predicciones de Roció Nahle García, secretaria de energía, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó en su Plan de Negocios 2021-2025 que “la proporción más significativa del presupuesto de Pemex Transformación Industrial para 2021 y 2022 se canalizará a la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas. Durante 2021 este importante proyecto requerirá de 45 mil millones de pesos y si las condiciones lo permiten, se canalizarían otros 116 mil millones durante 2022 para concluir su construcción, esperando iniciar operaciones regulares en 2023”. En el documento, Pemex revela que al cierre de 2020 ejerció 29.6 por ciento menos presupuesto de inversión del que estimó al inicio de año, que fueron 98 mil 647 millones de pesos menos, con lo que únicamente obtuvo 233 mil 957 millones de pesos para todas sus actividades, incluyendo la refinería de Dos Bocas. Sin embargo, para cumplir con las metas que le plantea el gobierno federal requiere presupuestos por encima de los 300 mil millones de pesos para los próximos cinco años, según estableció en su Plan de Negocios 2021-2025. Incluso, en 2021 requiere de 352 mil 614 millones de pesos, monto superior en 6 por ciento al original para el año pasado, pero superior en más de 50 por ciento al gasto real de inversión ejercido por la empresa. El año pasado, la inversión real en exploración y producción tuvo un subejercicio de 33 por ciento, situándose en 180 mil 525 millones de pesos. Para Transformación Industrial, fue menor en 19 por ciento a los requerimientos, llegando a 46 mil 932 millones. El gasto de inversión para la refinería de Dos Bocas fue menor en 15 por ciento o 6 mil 316 millones de pesos, con lo que en realidad se gastaron 46 mil 932 millones en esta nueva obra. Para la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación el subejercicio fue igualmente de 15% del gasto y se gastaron 10,638 millones de pesos, 2 mil 500 millones menos que lo requerido. Aun así, en 2021 se proyecta un gasto de inversión 100 mil millones de pesos superior al real del año pasado en exploración y producción: de 290 mil millones de pesos, además de un gasto de 59 mil millones de pesos, superior en más de 275 o 13 mil millones de pesos al que en realidad se pudo ejercer el año pasado. Y para los siguientes años, planea incluso montos superiores que le permitan llevar a cabo sus actividades. Por ejemplo, sólo en 2022 requiere de un presupuesto de inversión de 471 mil millones de pesos, con lo que tendría que aumentar en 33 por ciento el presupuesto de un año a otro. Para el 2023, el requerimiento es de 345 mil millones, de los cuales 27 mil serán para Transformación Industrial y 313 mil para exploración y producción; en 2024, el requisito es de 334 mil millones, 304 mil peros para exploración y producción y otros 27 mil para Transformación Industrial. En fin, un barril sin fondos tomando en cuenta que para la próxima administración, los presupuestos de inversión sugeridos son de 358 mil millones en 2025, de los cuales 332 mil serán para exploración y producción y 25 mil para transformación industrial, y 320 mil millones para 2026, de los que 283 mil serían para el upstream y 27 mil para transformación industrial de Pemex.
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