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.- Casi dos años después del crimen del activista Abiram Hernández Fernández, asesinado a marrazos en el interior de su domicilio, en marzo del 2019, hecho que generó indignación entre círculos sociales de defensores de derechos humanos y colectivos de búsqueda de desaparecidos, elementos de la Policía Ministerial del Estado ejecutaron una orden de aprehensión contra el presunto asesino identificado como Alfredo “N”, quien fue detenido hace unas horas en la capital del estado, a donde regresó luego de permanecer prófugo durante este tiempo. Según la versión de la Fiscalía, el ahora detenido y la víctima, presuntamente sostenían una relación personal cercana, y conflictos entre ellos derivaron en una discusión la noche del 30 de marzo del 2019. El activista, defensor de los derechos humanos y acompañante de madres que buscan a sus hijos, además de especialista en derecho, fue asesinado brutalmente en su casa, en la colonia Arboledas del Sumidero. Esa noche, una llamada de los vecinos alertó a la policía, que al llegar al lugar encontró la puerta abierta, sin señales de que hubiera sido violentada por el o los agresores, por lo que desde un principio se estableció que el asesino se trataba de una persona cercana al entorno del activista, pues le abrió la puerta. Sin embargo, al interior de la sala y cuarto del domicilio había sangre en el piso, en los muebles y otras piezas de la vivienda, que denotaban una presunta pelea. Aunque una versión indica que la víctima habría muerto de un disparo en la cabeza, el reporte de las autoridades señala que el cuerpo del activista, especialmente el rostro y cabeza estaban molidos a golpes, por lo que se cree que fue atacado con un marro o martillo. Sobre estos hechos, la Policía Ministerial señaló que el sujeto que cometió el ataque se dio a la fuga, sin dejar pistas de su paradero o identidad. Sin embargo, durante el proceso de investigación, las autoridades revisaron los dispositivos electrónicos del activista, especialmente una computadora, en donde encontraron aplicaciones, fotos y otros elementos que los ayudaron a establecer la identidad del posible agresor. Por lo anterior, la conclusión de las autoridades fue que el asesinato derivó de un conflicto personal entre la víctima y el presunto asesino, por lo que la línea vinculada a sus actividades como defensor de derechos humanos y víctimas de desaparición forzada se debilitó, aunque no se dio a conocer si quedó descartada. Por lo pronto, se dio a conocer que el presunto asesino ya está presentado ante el tribunal que lo reclama por el delito de homicidio doloso.
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