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.- No son buenas noticias en un escenario de pobreza que se agiganta en estos tiempos de Pandemia el saber que el confinamiento provocado por el CoVid19 provocará casi 146 mil embarazos adicionales entre 2020 y 2021, incluidas 21 mil adolescentes gestantes adicionales respecto del año anterior. Y es que de acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo), esa situación se debe en gran medida a que muchas personas han dejado de asistir a los servicios de salud sexual y reproductiva, durante el confinamiento. Noemí Ehrenfeld Lenkiewicz, investigadora del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) refiere que la emergencia sanitaria agudizó aspectos críticos de la política pública y ha representado un retroceso en los avances logrados sobre planificación familiar de los pasados años y décadas. En ese sentido detalla que el embarazo no intencional y la violencia son dos aspectos que sobresalen en el amplio espectro de consecuencias negativas para las mujeres, además del incremento en la carga de trabajo y de cuidado, profundizando la desigualdad de género debido a lo cual el enfoque de la salud pública requiere un carácter interdisciplinario que haga hincapié en la acción colectiva. Consideró que ha quedado demostrado que las iniciativas de cooperación entre los sectores de salud, educación, servicios sociales y justicia son necesarias para resolver problemas que por lo general se consideran netamente médicos.
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