“Tristísima, como consecuencia de renovación de equipo, resulta que Word, no funciona y sólo puedo escribir en este medio y el muy canalla se comió todo lo que había escrito. Casi me convenció de no volver a escribir nada, pero resumiré abreviando lo que les había platicado.
Pues nada, que, en aras de mi salud, decido utilizar mi recurso de la gratitud profunda para salir de mi neurosis y resulta que es tanta la lista de gente a la que amo y les debo mucho por su tolerancia y atenciones, que abrevio y menciono a mis hijos amorosos y bondadosos con su madre, a mi sobrina hija Claudia que me tolera, apapacha y regaña, hizo la declaración de que ella es la tía y yo la sobrina, por declararse más precavida y sensata que yo. Cierto.
Siempre me impresiona la larga lista de amigos, que, a pesar de mis distracciones y desatenciones, tienen conmigo todo tipo de afecto y cuidados, aún a la distancia. Gracias por no perderme de vista, aún desde España y desde Sonora y hacérmelo saber.
Pero mi sensación de pavo real el día de hoy, es la que en todos los días 11 de Enero me hace sentir que nadie tiene un hermano tan chingón como yo y que cumple 89 años a pesar de los pesares. Él es mi hermano mayor y se llama Luis Martínez Wolf, ha pasado por una vida de excesos gratos e ingratos, entre los últimos de carácter físico, han estado una cirugía a corazón abierto, tres formas diferentes de cáncer y los tratamientos convencionales, quirúrgicos y terapéuticos, sin disminuir su ánimo y fortaleza.
Para asombro de los médicos, éste hombre, extraordinario científico, inventor y empresario, cuyo libro de cabecera es la última edición de Medicina Interna de Harris, entre otros, continúa con su lucidez acostumbrada, escribiendo su columna Barloventeando diariamente, cocinando cotidianamente como si fuera a recibir invitados, ¡haciendo proyectos para sus 100 años!!
Ha sido por su trayectoria profesional, acreedor a un sinnúmero de reconocimientos, creo que el que más le gusta es el premio anual que otorga la Organización Marítima Internacional y que él recibió en Londres, como primer Latinoamericano, por su aporte al beneficio de los mares. No podría jamás decir que es humilde, pero le molestó mucho que la página de Conacyt lo mencionara como Doctorado por la UNAM y les hizo la aclaración puntual que él era simplemente egresado de la Escuela Náutica Mercante "Fernando Siliceo". Inteligencia fuera de serie, amante de la vida, asesor y crítico despiadado de muchos políticos, sigue siendo para mí el hombre admirado que me enseñó, tomada de su mano y caminando por el bulevard, cuántos años luz había entre los planetas y a mirar siempre hacia las estrellas. Gracias por el privilegio de ser su hermana y de que a sus 89 me siga enseñando muchas cosas.” … ¡AGUAS!
Enero 11 del 2021 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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