Apenas el día de ayer, en este mismo espacio se expuso que, entre las condiciones que se plantearían con relación al asesinato del Mayor General Qassem Soleimaní (1957 – 2020) sería el retiro de las tropas de los invasores yanquis de toda la región; y que Washington no lo aceptaría…
Y así ha sucedido. El Parlamento iraquí ha aprobado, con sobrada razón, poner fin a la presencia de las tropas de la coalición liderada por EE.UU. basándose en que nadie los invitó, ni los quiere; pero ciertamente que no han podido expulsarlos a pesar de que la ONU ha declarado que deben de retirarse…
Aunque sabido es que, si a los yanquis no les convienen las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, estas se las pasan por el arco del triunfo. Palestina y Siria son dos claros ejemplos de ello…
No obstante, cabe recordar, con referencia a lo citado, que toda vez que los yihadistas del Estado Islámico habían sido ya derrotados por Rusia y los temibles miembros de Hezbolá que intervinieron a invitación expresa del Presidente Bashar el-Assad, la Casa Blanca, patrocinador de los asesinos a sueldo, al ya no poder seguir sosteniéndolos, había dicho que retiraría sus tropas…
Pero de última hora, el abominable hombre del peluquín rubio decidió que se quedarían a “cuidar” -apoderarse y explotar sería un término más propio- la zona donde están importantes instalaciones petroleras de la milenaria nación, que ya existía XIII Siglos antes de que Roma fuera fundada en el 753 antes de esta “bendita” Era cristiana…
Y se supuso que Washington no aceptaría el retiro de sus milicias -y todo indica que así será- porque finalmente las guerras son por cuestiones económicas; y no tanto por cuestiones de honor y patriotismo…
Ese “romanticismo” se lo dejan a los Pueblos que están dispuestos a defender sus tierras aún a costa de sus vidas; pues consideran que morir por sus patrias es un deber y un honor; pero a eso los han orillado…
Quienes los han invadido pretextando la democracia y la libertad -que ellos no practican, hay que decirlo- lo hacen exclusivamente por dinero; por envidia, es decir, por poseer lo que otros tienen…
Cabe citar las palabras de Miguel de Unamuno (1864 - 1936) “La envidia es mil veces más terrible que el hambre; porque es el hambre del espíritu”…
Las guerras son por dinero y EE.UU. está económicamente quebrado. Su deuda con los sionistas del Banco privado al que llaman La Reserva Federal, es prácticamente impagable. Una parte de su población vive en la miseria y ellos necesitan vender armas…
Las twitteras amenazas yanquis y las respuestas de Teherán, no menos terribles, hasta hoy han quedado en palabras y escaramuzas, pero nadie duda que estallarán de un momento a otro, extendiendo la conflagración a otras naciones, como Israel, al propio territorio continental de EE.UU. y al mundo entero con la subida de los precios del petróleo…
Seguro que todos, independientemente de la posición que tomen los Gobiernos, saldremos perdiendo. Sobre todo si a algún orate, como lo es Trump, se le ocurre utilizar bombas atómicas…
No solo porque ya lo han hecho; sino porque sabido es que el perdido va a todas. Pero a pesar de todo, es justo que los EE.UU. reciban una, en pago a las tantas que han hecho…
Sin embargo, casi como obligación, está el recordar al Mahatma (1869 - 1948) que nos enseñó a luchar sin violencia. Y todos podemos hacer algo para evitar la guerra si nos unimos en un boicot a todos los productos y empresas yanquis, sean las que sean y dónde estén…
Si las guerras son por dinero y se hacen con recursos, los que deseamos la paz no debemos contribuir apoyándoles comprando sus productos. Y aunque nadie lo quiere hacer, pues no quieren perder su zona de confort, la que finalmente pueden perder…
Desde hace años hay una página en Facebook, “Alto a la guerra. Boicot a la Coca-Cola”, que a la fecha solo ha recibido 138 “me gusta”. Por lo que termino con una frase que a nadie le gusta:
“Si ya sabes lo que tienes que hacer; y no lo haces. Entonces estás peor que antes”.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
No sin antes recordarles que Air Bit Club es un fraude. Que no se dejen engañar por el tal Mauricio Larios y sus cómplices. Ya les avisaré cuando se presente la demanda contra estos vividores, para que se sumen a ella. Ya son muchísimos los que han sido defraudados.
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