La honestidad señor Presidente, no se mide por la cantidad o la calidad de lo robado; sino por el hecho en sí. Es tan pillo el que toma un peso que no es suyo, como el que roba millones…
Y resulta que ahora, Usted, que se califica a sí mismo como el líder del combate a la corrupción, sale con que todos cometemos errores y disculpa un robo…
Al rato, por ser cri$tiano, va a salir con que a los pederastas, que es a lo que se dedican los religiosos, tampoco hay que satanizarlos porque todos cometemos errores. No señor Presidente, está Usted completamente equivocado…
Debe ser imperdonable que todo un señor Embajador ROBE; y de paso enlode a todo el Servicio Exterior Mexicano, pues el asunto que Usted disculpa le ha dado la vuelta al mundo y lo convierte a Usted en el hazmerreír con su bandera de honestidad…
Todos cometemos errores; cierto. Pero hay de errores a errores. Y ampararse en tan pueril argumento hace que se le mire con desconfianza. Nadie va a lanzar la primera piedra, pues ciertamente que todos los cometemos; pero no todos robamos señor Presidente…
Y bajo esas circunstancias, agitar su banderita blanca de haber triunfado sobre la corrupción, lo hace ver patético y totalmente fuera de la realidad, pues la corrupción, independientemente de los datos que Usted tenga, no se ha acabado; y lo peor del caso es que no se va a acabar mientras no se aplique la Ley y el Poder Judicial sea verdaderamente independiente…
Su copiada premisa juarista de Justicia y gracia es anticonstitucional. La Justicia debe de ser igual para todos. El defender a un ladrón lo pone a Usted en el mismo nivel de deshonestidad…
Y el daño se lo hizo Usted mismo señor Presidente; y lo peor del caso es que ya no le queda ni el recurso de rectificar, pues lo haría ver como hipócrita. Bien decía William Shakespeare (1564 - 1616) “Con la sonrisa en los labios se puede ser un vil”…
El hablar de manera tan pausada hacía pensar que Usted reflexionaba detenidamente -muy detenidamente- en lo que iba a decir; pero por lo visto no es así…
Construir lleva tiempo y esfuerzo; pero para destruir basta un instante. Su ariete de honestidad resultó una hipocresía y Usted se encargó de destruirla tratando de disculpar lo que no es de ninguna manera justificable…
Tal vez, por tener otros datos, no se dé cuenta -o no le quieran decir sus informantes- que ha perdido la credibilidad. Y si tiene todavía seguidores, es porque los ha comprado. Y repito…
Es perfectamente entendible que no es Usted el que gobierna, decía Karl Marx (1818 - 1883) “Los Ejecutivos de los Estados modernos no son otra cosa que el comité de administración de los bienes de la burguesía”…
Se ha Usted rodeado de gente indeseable a la que Usted mismo censuró en pasados tiempos, y que ahora acoge y defiende como si fueran personas honorables. Y si no se ha dado cuenta de ello tarde o temprano se enfrentará a esa realidad que todos conocemos…
No crea que quienes todavía le siguen son gente inteligente, son borregos que solo siguen el cencerro porque no se pueden seguir a ellos mismos; tal vez por eso se Usted convirtió al cri$tianismo, donde lo único que está prohibido es pensar…
Y para colmo de males, está Usted enfermo del corazón y consecuentemente de la mente; por eso actúa de manea tan incoherente. Razón tenía Marco Anneo Lucano (39 - 65) cuando sentenció: “Mens sana y corpore sano”…
Se entiende que tiene Usted muy poco margen de maniobra y en cierto modo hace lo que puede. Pero lo que está haciendo de dividirnos nos va a llevar a la ruina como sociedad. Lo menos que puede hacer es no tratar de engañarnos; ya no puede…
A través de la Historia ha habido muchos dictadores; pero los peores han sido electos por el Pueblo y ninguno ha terminado bien. Y las teocracias son y han sido el peor sistema de gobierno.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
No sin antes permitirme recordarles que Air Bit Club es un fraude.
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