Confieso que no soy periodista profesional, me espanta el reportaje y mi intervención en prensa y periodismo fueron calificados en una ocasión por un prestigiado periodista como “Critico de opinión”; tengo 28 años escribiendo ininterrumpidamente, para mi fortuna, he sido aceptado por diarios nacionales y regionales, valga eso de “crítico”, lo soy en todos los actos de mi vida, en muchas ocasiones me equivoco, pero como además le agregaron eso de “opinión” pues sigo opinando y recibiendo mentadas cuando expongo con cierta dureza, en esta ocasión me referiré al IMSS con la dureza critica que merecen, la crítica reviste afectación personal, pido disculpas al lector.
Durante toda mi vida, más de 75-80 años, fui un a persona saludable, pero me llegaron los 80´s y principiaron los achaques, para mi fortuna, pude recurrir al IMSS y aceptaron mi registro como derechohabiente pensionado, por los muchos años pagados y por la edad, he tenido que requerir a la atención médica, para intervenciones mayores, he salido vivo de milagro, pues el mal que me afectaba lo habían dictaminado como letal en un 85 %, linfoma no Hotkin del manto grado 4, acompañado por varios carcinomas que me tuvieron que extirpar acuchillándome, las peripecias como derechohabiente son increíbles, las interminables horas de espera, enferman más que los más letales virus, bacterias o traumatismo, todo por recibir la atención que merece un derechohabiente.
He soportado las penurias de recibir la atención medica en forma extemporánea e inoportuna, pero me he salvado recurriendo cuando las finanzas me lo permiten, a la atención de médicos privados, pagando de mi bolsillo médico y medicinas, sanatorio en varios casos, en fin, ahorré muchos años privándome de placeres en vida saludable, para gastarlo en atención medica en los años de vejez, ni modo, así es la vida.
Con el IMSS no hay defensa, la administración, altos mandos, nunca están disponibles, los directores de clínica son seres de otro planeta, no se rebajan a dar atención a un derechohabiente jodido, como lo son la mayoría de enfermos que no pueden pagar servicio privado, cuando atienden al derechohabiente, son déspotas, groseros y sus atenciones tienen la precariedad de un importantísimo funcionario, con tiempo valioso y no válido para gastarlo en miserables derechohabientes.
Ayer me pasó lo que en otras ocasiones he sufrido, desde hace más de tres meses, me agendaron una consulta con el oftalmólogo, hora precisa, imperdonable faltar al horario establecido por la “Administración” del IMSS, me presenté puntual, con media hora de adelanto, la sorpresa fue que en la mesa de recepción, me informaron que la doctora responsable se había tomado permiso o falta, dispusieron fuera hoy martes, a tratar de ser atendido por el Director médico de la clínica de Díaz Mirón para que me programara otra cita, siempre y cuando se tenga el oftalmólogo para atenderme. ¡AGUAS!
Septiembre 12 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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