“YA MATARON a la perra, pero quedan los perritos” reza el corrido popular con el que inicia el Llano en Llamas del inmortal Juan Rulfo escrito en 1950, pero publicado en el número 64 de la revista América en Diciembre de 1953. La “perra” no existe propiamente en el cuento corto sino que más bien, es el movimiento revolucionario fracasado en una de sus batallas, pero vigente en el corazón de las siguientes generaciones. En suma, es algo que parece terminado pero que, sin embargo, continúa, y el tema viene a colación por la renuncia de Carlos Lomelí Bolaños, el afamado súper delegado de los programas para el desarrollo social en Jalisco, que dimitió para esclarecer versiones –perfectamente aclaradas- que lo asocian a conflictos de interés con empresas farmacéuticas que han logrado contratos multimillonarios del gobierno Federal y de los Estados, entre otros, Veracruz, lo que provocó el escándalo mediático que indujo al lépero Secretario del ramo, Roberto Ramos Alor a responder a reporteros que: “no hay chile que les embone”, y acaso lo que animó a la prensa a develar lo que ocurre en el Estado donde la simulación y mentira es el pan nuestro de cada día, con un acendrado nepotismo que involucra a varios funcionarios de primer nivel, legisladores y al propio Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que impuso a su primo hermano Eleazar Guerrero Pérez en la subsecretaría de administración y finanzas de Sefiplan, y que no obstante demostrarse el parentesco, con cinismo refiere que no lo cambiará porque el nepotismo no es delito en Veracruz, aunque si los conflictos de interés. Lo peor es que García Jiménez juró y perjuró al Presidente Andrés Manuel López Obrador –ante quien de plano se burlan de su excesiva defensa verborrea- que Guerrero Pérez no es su pariente, y no obstante que se presentaron documentos oficiales que demuestran lo contrario, el pariente consentido sigue manejando los hilos de las finanzas y la política del Estado.
APENAS EL jueves, en franco reto a quienes le critican, el Gobernador se apersonó ante 62 delegados de las direcciones generales de Tránsito y Seguridad Vial y Transporte del Estado. Le acompañaba el Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado –de quien depende ese aparato- y, por supuesto, su primito del alma, Guerrero Pérez que fue quien anunció la homologación del salario a los delegados, que sólo reciben una paga de 5 mil pesos, esto como parte de un plan para posicionarlo en el afecto de servidores públicos menores, como en su momento Fidel Herrera hizo lo propio con Javier Duarte de Ochoa. Cuitláhuac dijo, por su parte al resto del personal operativo. “este bajo sueldo condujo al cobro de ‘mordidas’, lastre que se omitió pero que ahora estaremos combatiendo desde arriba. Se reconocerá a las delegaciones que actúen con honradez y disciplina”. Y uno se pregunta: ¿Por qué el anuncio lo hace Eleazar y no el Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco que es a quien le correspondería? Dicen los que saben que García Jiménez comienza a muestrear a su pariente cómodo para irlo posicionando rumbo a una diputación Federal sea pluri o uninominal, a fin de que en 2024 este llegadito y pueda lanzarlo como probable sucesor, de tal suerte que todo quede en familia. Por ello a Lima Franco lo hizo a un lado, y quien anunció las bondades de un sueldo mejor para los operativos de tránsito fue Guerrero Pérez que en caso de salir saldría por la puerta grande, y no cesado como debería ser ante el conflicto de interés que representa.
AHORA QUE, homologar el sueldo a los delegados de tránsito y agentes, y pretender que con ello se acaben las mordidas sí que es un sueño guajiro, ya que la “mordida” en ese gremio es parte inherente de cualquier elemento. Es como la cátsup a las papas o los chiles jalapeños a los nachos o la tierra a las uñas. García Jiménez dice que uno de los objetivos durante su gestión será erradicar la corrupción y Veracruz debe ser ejemplo nacional en ese ámbito, por lo que trabajará incansablemente en el fortalecimiento de las instituciones y así garantizar el Estado de Derecho. Y dicen los que le escucharon que “habló como los mesmos ángeles”, aunque si el Gobernador hablaba en serio, el momento era propicio para anunciar: “aprovecho la oportunidad para confesar que Eleazar Guerrero Pérez, que está aquí a mi lado, sí es mi primo hermano y a fin de evitar conflictos de interés le pido públicamente su renuncia al cargo”. Una decisión de semejante envergadura (no es albur señor gobernador, significa, por si no lo sabe: importancia, actitud, alcance) le habría significado un enorme reconocimiento de los presentes, porque Veracruz es lo que quiere: un gobernador que no mienta, honesto, honrado y decidido a enmendar errores, y no un mandatario pagado de sí mismo, soberbio, mentiroso y deshonesto. Y es que contrario a lo anterior, García demostró que la ley se la pasa por el arco del triunfo, y que por sus cachorrillos lleva a Eleazar a donde le venga en gana, lo ventanea como prospecto a una diputación Federal y, probablemente, porque no, en el 2024 rumbo a la Gubernatura por encima de Manuel Huerta, Roció Nahle y hasta Ricardo Ahued que, también, querrían. Él es actualmente el virrey, el consentido del Tlatoani y puede hacer lo que le venga en gana.
NO ES el caso de Carlos Lomelí Bolaños en quien pudo más la vergüenza, y el miércoles 10 presentó su renuncia no sin antes dejar en claro: “el presidente (Andrés Manuel López Obrador) es mi amigo y sabe que yo estaré ayudando desde cualquier lugar donde decida participar, pero por el momento es conveniente para el gobierno y para mi persona que haya ese espacio y la libertad para que se realicen las investigaciones correspondientes de la Función Pública y acabe el golpeteo y violencia al gobierno Federal y político que he estado recibiendo”. Lomelí, excandidato a la gubernatura de Jalisco negó, sin embargo, que él o miembros de su familia se encuentren relacionados con empresas que participen en licitaciones del gobierno, aun cuando organizaciones civiles lo asocian con el manejo de cuentas bancarias de la farmacéutica Abisalud, a la que el gobierno federal le ha otorgado contratos para el surtido de medicamentos por 164 millones de pesos, compañía que también vendió medicamentos al Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, lo que irritó al Secretario de Salud que al responder a la insistencia de los reporteros mostró su bajeza y escasa educación, aunque reconoció finalmente que si se realizaron las compras, pero que se hicieron por la premura y necesidades de medicamentos. En fin, en MoReNa también hay prudentes, aunque otros de plano comienzan a perder el piso como nuestro ínclito Cuitláhuac. OPINA carjesus30@hotmail.com
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