NO HA habido en la historia política de México un Presidente de la República con la popularidad, arrastre y aceptación que tiene Andrés Manuel López Obrador, pues no solo ganó la elección presidencial con 30 millones 46 mil sufragios que representan el 53.17 por ciento del total de los votos emitidos -un porcentaje que ni en los discutidos comicios de 1988 obtuvo Carlos Salinas de Gortari que, según los órganos electorales, fueron de 50.36 por ciento, y muy por encima del 38.20 por ciento que obtuvo Enrique Peña Nieto en el 2012-, sino que seis meses después mantiene muy en alto sus niveles aprobación popular, aun cuando clases medias y altas, económicamente hablando, mantienen cierta incertidumbre en torno a sus políticas económicas que en Mayo desplomaron la creación de empleos debido, entre otras cosas, al subejercicio, y no obstante que ha retirado subsidios a diferentes entes; no ha podido contener la inseguridad y, para variar, aproxima peligrosamente al País a niveles de recesión. Con todo y ello, AMLO sigue siendo popular, y sus niveles de aceptación fluctúan pero sin caer en abismos peligrosos; nada que no pueda sortear dando golpes de timón. Por esa razón extraña que busque, a como dé lugar, ser sometido a consulta de revocación de mandato a la mitad de su administración, esto es, en las elecciones intermedias cuando todo podría suceder de mantenerse la errática estrategia financiera, aunque AMLO confía en que el “pueblo bueno” no le reiterará su confianza.
LOS ANALISTAS dicen que López Obrador se ha dado cuenta que su partido, tácitamente, no es nada si no cuenta con su imagen, y acaso la prueba contundente fueron los comicios recientes en seis Estados, incluidos Puebla y Baja California que eligieron Gobernador, pues de acuerdo a las cifras del morenista Alejandro Rojas Díaz Durán, el Movimiento Regeneración Nacional fue el que perdió más base electoral, ya que si bien en 2018 consiguieron en esas demarcaciones 4 millones 511 mil 536 sufragios, ahora solo obtuvieron 1 millón 567 mil 028, esto es, 2 millones 944 mil electores que constituyen 65 por ciento menos votación. El asunto es que en esta elección reciente, López Obrador no pudo participar azuzando a sus huestes y, por lo tanto, el abstencionismo se presentó como un fenómeno nunca visto puesto que la votación solo fue de 33 por ciento. Tal vez si Andrés Manuel hubiese salido a las calles a pedir el voto para los candidatos de MoReNa los resultados habrían sido distintos, y el nivel de participación hubiese alcanzado el 50 por ciento, pero al no estar, sus seguidores se desaniman. Por ello en la intermedia buscó ser incluido en la boleta bajo el pretexto de que es para ahorrar dinero, aunque en realidad no se necesita ninguna consulta de revocación de mandato a no ser que fuere para fortalecer su vanidad y de paso promover a los suyos.
EN LO que, tal vez, si habría que tomarle la palabra al Presidente, es en el pronunciamiento que hizo este jueves en Palacio Nacional: que la revocación de mandato se aplique, también para gobernadores y otros funcionarios, y es algo que podría agradecerle la sociedad, sobre todo en aquellos Estados donde los mandatarios locales andan perdidos en un marasmo de vanidad e incompetencia, sin resultados que permitan evaluarlos positivamente, ya que ellos no son Andrés Manuel sino consecuencia de un triunfo que no merecían alcanzar, y basta ver lo que dicen los hombres del dinero como el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Octavio Augusto Jiménez Silva, quien asegura que en los primeros seis meses del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez en Veracruz hay parálisis económica sin visos de ser revertida a corto o mediano plazo, y advierte que ese estancamiento produce desempleo que afecta a las familias, al circulante y, por supuesto al comercio, a tal grado que infinidad de negocios se han vistos precisados a cerrar. En Veracruz se sigue el ejemplo de AMLO por lo visto, ya que en mayo la caída en la creación de empleos fue de 88 por ciento, pero aquí, si en 2017 estábamos ubicados entre las Entidades con más número de fuentes ocupacionales: 3 millones 100 mil y se mantuvo más o menos así en 2018, en la actualidad esa cifra anda en los 2 millones 900 mil y sigue a la baja, y su tasa de desocupación ronda en el 3.5 por ciento y va al alza, lo que lo coloca al Estado en una situación muy crítica.
Y SI el desempleo es crítico, la violencia, sobre todo contra las mujeres resulta escandalosa, entre otras cosas por el nivel de desentendimiento de las autoridades hacia ese género, ya que además de estar Veracruz en el primer lugar de feminicidios en el ámbito nacional, una prueba contundente de que las mujeres no le importan al actual Gobierno es el hecho de que hasta hace un mes, Yolanda Olivares Pérez era la directora del Instituto Veracruzano de las Mujeres, pero simplemente no le gustó al Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos (a quien no le gusta nada, incluso verse ante el espejo), y acaso por ello le hizo la vida de cuadritos y la obligó a renunciar. De entonces a la fecha el Instituto ¡está acéfalo!, y eso preocupa a los colectivos porque se han disparado feminicidios y agresiones a mujeres. Veracruz tiene dos alerta de género y en Noviembre se llevará a cabo en el puerto el Encuentro Nacional Feminista y, curiosamente, no se tiene una titular al frente del IVM. Por eso María Antonia Pérez Sosa, integrante de Mujeres Revolucionarias de México le exige al gobernador Cuitláhuac García Jiménez que emita la convocatoria para elegir a la nueva directora, ya que es una oportunidad para que el mandatario estatal le demuestre a los grupos feministas que se equivocan. Pero seguramente no lo hará, ya que a más de seis meses de su toma de protesta no ha emitido un posicionamiento para enfrentar ese problema pese a la gran cantidad de asesinatos y secuestros que afecta a las féminas, y las estadísticas no mienten.
POR ELLO la oposición, ahora que el Presidente Andrés Manuel López Obrador les puso “de a pechito” la posibilidad de que se apruebe la figura de revocación de mandato para los gobernadores, deberían aprovechar la oferta ya que si bien no lograrán destituir a Cuitláhuac pues AMLO vendría a defenderlo una y otra vez así cometiera las peores anomalías, quedarían antecedentes para la posteridad de que se intentó pero no se pudo, lo que les deslindaría de complicidades futuras. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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