ESTA CLARO que al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no lo convencerán ni mucho menos podría actuar por iniciativa propia, para echar marcha atrás en la propuesta de crear la Guardia Nacional, con la finalidad de combatir, supuestamente, con mayor eficacia, el enorme problema de la inseguridad en todo el territorio nacional.
Mañana, sin duda, podría ser el momento clave para que se formalice este proyecto presidencial, si es que los Senadores de la República, deciden avalar, definitivamente, el funcionamiento de esta fuerza paramilitar de seguridad en todo el país.
No sobra decir, que en estos momentos, hay gran inquietud entre la población por este asunto, pues mucho se ha dicho al respecto y hay la percepción de que existen dudas en los diversos sectores del país, pues es un propósito presidencial que no termina por concretarse y del cual se han emitido infinidad de opiniones, unas a favor y otras en contra, pero siempre con un dejo de desconfianza general entre la población y entre los mismos legisladores que no logran un consenso total, luego de saberse que intentan, en todo caso de aprobarse, imponer algunas restricciones para su funcionamiento.
Lo que sí se tiene en cuenta es que la Guardia Nacional, será una corporación policiaca, pero con adiestramiento militar. Su establecimiento en todo el país, determina, en principio, que México, se verá militarizado. Pero si a todo esto se añade la posibilidad de que el Ejército, como institución, así como la Marina Nacional, sigan en las calles, tal y como también se ha anunciado en los recientes días, entonces, por completo, la nación quedará en manos del mando militar, aunque para efectos de su aprobación, la Guardia Nacional, tenga un mando civil, pues esto, desde luego, será en el papel, pero en el campo de la realidad, las acciones estarán determinadas por el mando militar, considerando que su operación será acorde con el adiestramiento militar.
Esto es lo que se sabe hasta estos momentos y es por eso que la gente común del pueblo mexicano, lo esta pensando seriamente, ya que así se daría el inicio de un país militarizado, tal y como aseguran las opiniones que se han vertido continuamente desde que se propuso la creación de esta agrupación de la Guardia Nacional.
El gobierno no ha sido del todo claro en este aspecto, ni tampoco ha dado las explicaciones pertinentes a los gobernados, pues más que otra cosa, es en el Congreso de la Unión, donde se han discutido estas conveniencias o inconveniencias, cuyas repercusiones llegan al conocimiento del pueblo, pero no directamente, ya que la información no ha dejado plenamente convencidos a la mayoría de los mexicanos.
Mientras, en todo el territorio nacional, persiste la idea de que el país, podría convertirse en otro más de los pueblos sometidos por la fuerza militar, tal y como se ha visto recientemente en Venezuela.
Y es que, nada más, como punto de referencia, se pueden citar los momentos anteriores a la campaña presidencial, cuando se decía que Andrés Manuel López Obrador, estaba plenamente identificado con la forma de gobernar en otros países de Latinoamérica, principalmente, Venezuela, donde la militarización es la que mantiene, todavía, en el poder a Nicolás Maduro, como reflejo fiel del proyecto chavista de gobierno nacional.
Desde entonces se decía que Andrés Manuel López Obrador, era un peligro para México, porque sus opositores, principalmente, así lo interpretaban, de tal manera, que como parte de la lucha electoral, lo comparaban, precisamente, con el sistema político y de gobierno, emanado del chavismo.
Ya siendo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no ha dicho que si, ni ha dicho que no, respecto del apoyo o el rechazo al gobierno que todavía se mantiene en Venezuela, lo que, de alguna manera, la buena relación con los Estados Unidos, no es completamente definitiva, así como con otros países que no están de acuerdo en como se gobierna en Venezuela, alegando, con cierta razón, que México, no es un país intervencionista y que avala la libre determinación de los pueblos, por cuanto a sus asuntos internos.
Mañana, seguramente, habrá votado el Senado de la República, respecto de la creación o no de la Guardia Nacional, pues independientemente de su formación militar, lo que más importa a los mexicanos, es que de una forma o de otra, se termine con el fantasma de la inseguridad, fenómeno social que no deja avanzar el desarrollo nacional ni tampoco la superación de cada gobernado en este país.
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¿QUÉ PASA EN VERACRUZ?, es una pregunta que hasta estos momentos no ha tenido una respuesta definitiva.
El gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, transita hacia los primeros cien días de administración y por lo tanto, se dice, ya se hace necesaria la primera evaluación de los actos de gobierno y de las obras que se requieren para continuar adelante.
En estos primeros meses, se establece un compás de espera, con la finalidad de dar tiempo suficiente para que los nuevos gobernantes se empapen de todos los problemas que tiene la entidad, aunque este proceso haya comenzado, precisamente, en los días de campaña, que además de hacer proselitismo político, también se van tomando notas de los diversos problemas que padece la gente y de las necesidades prioritarias que normalmente atiende la administración pública estatal, en funciones, sobre todo, en aquellas donde la demanda popular es de manera permanente.
Por eso es que ya comienzan a sentirse las diversas exigencias del pueblo veracruzano, el que definitivamente votó por un cambio sustancial en el gobierno y que desaparecieran por siempre las conductas inapropiadas, por llamarles de esta manera, de todos aquellos que estuvieron sirviendo o sirviéndose del pueblo veracruzano.
García Jiménez, ha sido criticado permanentemente por su ineficacia, por su falta de voluntad para atender los asuntos que le incumben y hasta de haberse enfrascado, primero, en dimes u diretes que no conducían a nada, tal y como ya ha quedado demostrado en estos días, principalmente, con el asunto del Fiscal del Estado, donde las cosas permanecen en el mismo estado.
En fin, que las aguas comienzan a enturbiarse y esto puede generar condiciones muy adversas para el mismo Gobernador, como para su partido, pues López Obrador, el Presidente de la República, no trabaja para ahora, sino para el futuro, lo que en Veracruz, no parece interpretarse de esta manera.
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LA FUERZA POLITICA OPOSITORA DE Morena, en Veracruz, no parece preocuparse y se muestra complaciente ante los actos del gobierno, lo que se parece a un estado de evidente conformismo, luego de haber sido apabullados en la pasada elección presidencial y gubernamental.
Hay quienes aseguran que el inquietante marasmo político que mantienen en este momento, es todavía consecuencia de la paliza electoral, pues aseguran que los principales partidos de oposición, el PRI, y el PAN, ni siquiera buscan reintegrarse ni aprovechar, por lo tanto, los errores de sus enemigos políticos.
Y aunque se ha dicho que la derrota no fue tan alarmante, como se ha manejado, la verdad de las cosas es que ambos partidos, ya señalados, sí fueron heridos de muerte, cuyas lesiones políticas son de las que tardan más de un sexenio para curarse, aún cuando el PAN, que apenas salía de gobernar y se encontraba plenamente saludable.
Por cuanto al PRI, este partido, ya venía arrastrando la derrota anterior a la victoria de Morena, por lo que sus heridas, en gran parte de su estructura amenazaba ya con destruirse.
Así están las cosas.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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