NO HAY ni para cuando se enciendan “focos verdes” en el Partido Revolucionario Institucional que definan a los futuros dirigentes nacional y Estatal, y aunque se insiste en que el Senador Miguel Ángel Osorio Chong podría erigirse en mandamás de ese instituto en sustitución de Claudia Ruiz Massieu Salinas, lo cierto es que en la cúpula no hay nada definido todavía, a no ser el intento de una Cuarta Refundación de ese partido. Y es que al PRI, que viene de perder la elección presidencial y la gubernatura de Veracruz –entre otras- con un lejano tercer sitio no le corre prisa, ya que la elección más cercana sería hasta el 2021, cuando se renueve la Cámara Baja del Congreso y, para eso aún falta mucho tiempo y probables “amarres”. Por ello, aunque en Veracruz andan alborotados ciertos grupos que quieren apoderarse de lo que queda del “tricolor”, José Francisco Yunes Zorrilla o Héctor Yunes Landa que, sin duda, son actualmente los más emblemáticos de ese instituto en la Entidad, ni sudan ni se acaloran, pues quien tiene los hilos del ex partidazo es, sin duda, Osorio Chong que podría convertirse en una especie de Plutarco Elías Calles en la adversidad, si logra como pretende, una depuración de personajes en lo que será el próximo Comité Ejecutivo Nacional aunque, mientras tanto, infinidad de “grillos” del pasado se promueven, a sabiendas que su sola inclusión en el Comité Directivo Estatal provocaría otra desbandada de los pocos militantes que aún le quedan al Revolucionario Institucional, partido fundado el 4 de Marzo de 1929 bajo el nombre de Partido Nacional Revolucionario (PNR), por el, entonces Presidente Francisco Plutarco Elías Campuzano, mejor conocido como Plutarco Elías Calles, el cual fue reconstituido en 1938 como Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y en 1946 se le rebautizó como PRI, y no hay que olvidar que gracias a esas refundaciones se mantuvo en el Gobierno durante 70 años consecutivos, de 1930 al 2000, aun cuando en 1988 sufrió su mayor escisión con la separación de la Corriente Democrática con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo a la cabeza quienes crearon el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y ES que así como Andrés Manuel López Obrador quiere la Cuarta Transformación del País, Osorio Chong busca la cuarta refundación del PRI, un instituto que perdió el poder en el año 2000, pero que lo recuperó 12 años después cuando nadie le apostaba, pero los yerros de quienes ocuparon la Presidencia en esos dos sexenios le permitieron colocarse, nuevamente, en la esperanza de una sociedad que cada sexenio se decepciona para volver a comenzar de nuevo, y este que encabeza Andrés Manuel López Obrador no será la excepción tras las decisiones atropelladas que ha tomado no solo en el ámbito Federal sino en los Estados donde gobierna el Movimiento de Regeneración Nacional, al pretender improvisar Gobiernos, imponer criterios y treparse, incluso, por encima del Congreso de la Unión que, tácitamente, está a su servicio, y no como poder independiente que conlleve al equilibrio del mando.
Y ES que la decepción causada por AMLO en los primeros días de su Gobierno no es menor, ya que a la cancelación del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco han seguido otras medidas como un apresurado combate al huachicol sin prever las consecuencias del desabasto que siguen experimentando varios Estados del Norte del País, un “pueblo bueno” que sigue inmerso en el robo de combustible pese a los riesgos, a sabiendas de que el saqueo de ductos sigue sin ser un delito grave que amerite cárcel, y cárteles apoderados de los ductos que saben que el Presidente no usará la violencia para combatirlos, tal como lo ha dicho el propio tabasqueño. Solo en las primeras tres semanas de su Gobierno, como lo consigna el informado The New York Times, “López Obrador se ha movido a todo galope para trastornar el orden establecido. Respaldó una nueva ley para recortar los salarios más elevados del gobierno y aumentar los más bajos, además de que propuso la expansión de programas sociales en beneficio de los pobres y marginados, quienes son su principal prioridad, según ha declarado”, aun cuando el dinero que regala en aras de un populismo que le asegure la reelección dentro de seis años, o imponer a quien quiera dentro de seis años o, incluso en la inmediata elección de Gobernadores este año, no es suyo, sino que forma parte de las contribuciones de los Gobernados y deben ser usados para otro fin.
PERO LA celeridad de su arranque en comparación con las expectativas extremadamente altas que cultivó, ha llevado a muchos a preguntarse si ¿México está en un punto de inflexión histórico o de una decepción histórica?, y López Obrador parece estar muy consciente de que la interrogante está en boca de todos y de que los escépticos y detractores están atentos y vigilantes para señalar el primer atisbo de hipocresía y fracaso. “A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo, profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México” y, sin embargo, en algunos Estados ya hay quejas de ciertos negocios de colaboradores a la sombra del nuevo poder inmaculado, luego de la acelerada reducción de salarios que ha provocado infinidad de amparos, esto sin contar con los miles de despidos que, por ser tan elevados, influyeron en la tasa de desempleo de Diciembre, una de las mayores en muchos años.
POR ESO al PRI no le corre prisa, pues si bien habrá un intento de “Cuarta Transformación”, siendo las tres anteriores: 1.-En el movimiento independentista armado que liberó a México de 300 años de dominio español, lo cual tuvo lugar de 1810 a 1821; 2.-La Reforma o guerra entre liberales y conservadores de 1858 a 1861, luego de lo cual surgieron las afamadas “Leyes de Reforma” entre las cuales destaca la separación de la Iglesia y el Estado, siendo Benito Juárez, el personaje que más admira López Obrador, el protagonista central de este momento y, finalmente, 3.-La Revolución de 1910, conflicto armado contra el régimen de Porfirio Díaz entre 1910 y 1917. Al final de esta se promulgó la Constitución que rige actualmente en México, y al igual que esos eventos históricos, AMLO quiere que su presidencia conlleve un cambio profundo para el país, aunque el PRI, también, va por su Cuarta Refundación iniciada por Plutarco Elías Calles con el naciente Partido Nacional Revolucionario en 1929; luego Lázaro Cárdenas del Río lo convierte en Partido de la Revolución Mexicana en 1938 y, finalmente, en 1946 pasa a ser el PRI con Miguel Alemán Valdez, y de darse con Osorio Chong la cuarta, se ignora si será mediante un cambio de nombres o de aquellos hombres que tanto daño le han causado en el pasado reciente a ese instituto, y acaso por ello, los que se promueven lo hacen, precisamente, por no estar en el ánimo, salvo que Anilú Ingram, por su cercanía con Osorio se convierta en quien decida. Así de simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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