DICE LA Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que, “todos tienen el derecho a la libertad de opinión y de expresión” y que “éste incluye el derecho a mantener una opinión sin interferencias y a buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de difusión sin limitación de fronteras, tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Y cuando dice todos, es todos, y no solo los periodistas que, definitivamente, ni somos dueños de la verdad y mucho menos sabios (como define el inmortal Gabriel García Márquez al anciano periodista de su libro “Memoria de mis putas tristes”). Hay quienes, sin embargo, ignorando semejantes beneficios universales se dedican a combatir a los medios de comunicación cuando, por igual, desde la trinchera que escojan pueden utilizar su derecho de réplica, crítica o hasta de burla o murmuración para estar en igualdad de condiciones, y las redes sociales han demostrado que en materia de libre expresión cualquier persona puede refutar un escrito, complementarlo, aplaudirlo o, incluso, agredirlo siempre y cuando sea por esa vía y no físicamente, asesinando al autor como ocurre en diversas partes del territorio. Y es que en México se sigue acallando la verdad de forma violenta, y los acontecimientos más recientes ilustran hechos que ya no deberían suceder si los ofendidos o agraviados por algún escrito optaran por utilizar los mismos mecanismos para defenderse, y no ejecutando o asesinando al mensajero, como ocurrió el viernes 21 de Septiembre, cuando el periodista chiapaneco, Mario Gómez, fue acribillado en el municipio de Yajalón cuando realizaba labores domésticas en el frente de su casa. Dos sujetos a bordo de una motocicleta le dispararon sin detenerse y le cegaron la vida frente a sus familiares, por lo cual han sido detenidos tres presuntos narcomenudistas de aquel lugar.
Y ESO sucedió el viernes 21, y este miércoles, 12 días después de aquel funesto acontecimiento, otro comunicador, Sergio Martínez González fue asesinado en la cabecera municipal de Tuxtla Chico, Chiapas, en la frontera de México con Guatemala. Era propietario del semanario ‘Enfoque’ en el municipio de Cacahoatán, y en los momentos de la agresión se encontraba desayunando con su esposa en el interior de una fonda. El personaje recibió varios balazos y la dama se debate entre la vida y la muerte y, lo peor, es que apenas minutos antes habían dejado en el colegio a sus menores hijas. Los asesinos, al igual que en el primer caso, llegaron a bordo de una motocicleta –al viejo estilo colombiano-, y acto seguido abrieron fuego contra la pareja. Martínez González, dicen las primeras indagatorias, además de periodista era propietario de un giro rojo en Cacahoatán, como si eso fuera suficiente para cegar la vida de un ser humano que deja en la orfandad a su familia.
La UNESCO es la única agencia dentro del Sistema de las Naciones Unidas con el mandato de promover la libertad de expresión y su corolario, la libertad de prensa. En otras palabras, es la agencia líder en promover, defender, monitorear y preconizar la libertad de expresión y la libertad de prensa como un derecho humano fundamental, destacando la independencia y el pluralismo de los medios de comunicación como un componente esencial en el proceso de la democracia. También proporciona asesoramiento sobre legislación y formulación de políticas para los medios a los Estados Miembros, pero por lo visto, ni el Gobierno Federal y mucho menos las Entidades observan algunas normas establecidas, aun cuando entre la visión del organismo internacional esté el “ayudar a los gobiernos, parlamentarios y otros decisores a sensibilizarse acerca de la necesidad de garantizar la libertad de expresión”. Una de sus actividades insignia en la preconización y campaña a favor de ese tema es la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo de cada año. Pero en la región, aunque cuestiones como la regulación de los medios en línea con los estándares internacionales, la regulación de los medios para la protección y promoción de los derechos humanos, los dividendos digitales, la libertad de expresión y la Internet, la regulación de la publicidad oficial, entre otros, son temas que están en el orden del día de los principales debates sobre la garantía, promoción y protección de la libertad de expresión para todos y todas, en México sigue siendo letra muerta, y lo demuestra el sinfín de periodistas que son asesinados, desaparecidos o desplazados de sus comunidades. .
PEOR AÚN resulta la arrogancia de algunos diputados perredistas y panistas veracruzanos que abrogándose el derecho de decidir quién critica y quién no, decidieron aprobar cambios en el Código Penal de Veracruz –con 40 votos a favor y sin ninguno en contra ni abstenciones- para castigar con hasta 2 años de prisión “el acoso en las redes”, determinación que los internautas bautizaron como “Ley Antimemes”. El comunicado del Congreso del Estado –ya que en la anuencia tuvieron que ver legisladores de todos los partidos, establece: “Las y los legisladores aprobaron imponer de seis meses a dos años de prisión, y hasta cien días de trabajo a favor de la comunidad, a quien, utilizando cualquier medio de comunicación digital, difunda información lesiva o dolosa de otra persona, revelando, cediendo o transmitiendo una o más imágenes, grabaciones audiovisuales o textos, que dañen su reputación o su autoestima y le causen con ello afectación psicológica, familiar, laboral o en su entorno cotidiano”, (aunque nada dicen del daño patrimonial que causan al Estado al aprobar deuda pública y otras ocurrencias, y del daño psicológico a los veracruzanos cuando fingen solidaridad con desaparecidos cuando, en realidad, se toman la foto del recuerdo sin sancionar a nadie)". Para los diputados no es “Ley Antimeme” sino “Acoso Cibernético”, y fue introducido en el capítulo III Bis del artículo 196 Bis del Título VI del Libro Segundo del Código Penal del Estado de Veracruz. Pero no solo eso, el ordenamiento presupone castigo por otros delitos, como difusión de rumores, 'hackeo' de cuentas en redes sociales y de correo electrónico y la suplantación de identidad en redes sociales.
Y UNO se pregunta, qué pasaría si el PAN-PRD hubiese ganado las elecciones del pasado primero de Julio para Gobernador y legisladores, con esos diputados que solo demuestran una piel sensible y mucha insensibilidad hacia las garantías más sentidas de la población como es el derecho a expresarse libremente. Ya lo dijo alguna vez el capitán Fernando Gutiérrez Barrios: “Gobernar exige experiencia, serenidad y vocación; gobernar es sobre todo tener la mirada y el oído alertas, gobernar es oficio superior que no pueden desempeñar los improvisados y mucho menos los improvisados soberbios”. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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