Los piratas y los corsarios eran en esencia lo mismo; bandoleros que se dedicaban a saquear puertos donde depositaban ricas mercancías; y a asaltar a los barcos que las transportaban en altamar…
Lo que todavía sucede allá por Somalia, aunque ya la mayoría de los busques que pasan por el Golfo de Adén, llevan personal de empresas privadas con diferentes tipos de armas; hasta pequeños cañones lanza misiles que han disuadido a los piratas, quienes a partir de que les hundieron varias lanchas rápidas ya no se atreven ni a acercarse. Les hacen disparos de advertencia y con eso basta para evitar los asaltos…
Si las Autoridades autorizaran que en las unidades de transporte que tan frecuentemente están siendo asaltadas aquí en México -donde hasta los trenes los asaltan, como en el Viejo Oeste- se permitiera que “entre los pasajeros” viajara un hombre armado, un militar, un marino o un policía, los asaltos seguramente disminuirían…
Además de que los transportistas pagarían seguros menos altos, y es probable que los pasajeros pagaran unos centavos más por su seguridad…
Pero en fin; regresemos con la diferencia entre los piratas y los corsarios, de la que solo se ha hecho un preámbulo. Los primeros, los piratas, asaltaban por su cuenta y riesgo; y los corsarios los hacían a nombre de un reino…
Los más famosos fueron los ingleses, como Sir Francis Drake (1543 - 1596) y Barba Roja (1680 - 1718) entre otros, a quienes les otorgaban una Patente de Corso -de ahí la palabra Corsario- que los autorizaba a asaltar, matar, saquear y hacer todo tipo de barbaridades en su nombre…
Y todo esto se trae a colación, porque los corsarios todavía existen; y no solo en las películas como las de James Bond, que tienen más de realidad que de ficción; pues el espionaje es cosa de todos los días y en todos lados…
Javier Duarte de Ochoa es uno de otros tantos gobernadores que, como modernos corsarios de tierra han robado, saqueado y sin mucho dudarlo, hasta desaparecido gente a nombre de su partido y su máximo dirigente, es decir, Peña Nieto…
A quien el despreciable sujeto, al que se hace referencia, le entregó el usufructo de sus fechorías; pero no todo, ya que se guardó para sí lo suficiente como para que le incautaran decenas de propiedades y para que Karime, su esposa, comprara una casa de siete millones de dólares en Miami…
El caso es que de noche, sin hacer mucho ruido, el infeliz -otrora prepotente y mofletudo ratero- se declaró culpable; y como en México la Justicia se negocia, lo acaban de sentenciar a solo nueve años de prisión…
Lo que es una bofetada al Pueblo y a la Justicia. Y una auténtica Patente de Corso para que cualquiera pueda hacer lo que sea y pagar pesos con centavos. El que la PGR haya declarado que tiene en la mira a otros ex funcionarios del ratero que gobernó Veracruz, no ha sido suficiente como para mitigar el coraje de la gente que se vio agraviada por el despreciable sujeto.
Cambiando de tema…
Sin muchas explicaciones, el Gobierno del Estado de Hidalgo reportó que cuatro hombres que se encontraban resguardados por la policía -aunque no aclaran el por qué estaban resguardados- les fueron arrebatados por una turba de unos 100 individuos que salvajemente los golpearon y a uno de ellos lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego…
Pero finalmente fueron rescatados por policía Estatales que los trasladaron a un hospital donde el que fue quemado, identificado como un agente del Ministerio Público adscrito a Tulancingo, donde se llevaron a cabo los hechos, murió…
Mientras no se ejerza toda la fuerza de la Ley contra quienes perpetran los linchamientos, éstos se seguirán presentando cada vez con más frecuencia. Ya que el morbo de la gente por la muerte parece natural a la perversión del hombre “civilizado”…
El hecho de que a las ejecuciones acuda festivamente tanta gente -desde el Coliseo Romano hasta la que llaman “fiesta” brava- es un claro ejemplo del antinatural comportamiento de la especia que a sí misma se dice hecha a imagen de ya saben quien.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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