NO ES EN BALDE el trabajo que a diario realiza el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz.
A nivel federal, resulta ser, en estos tiempos, uno de los más destacados organismos que cumple, al pie de la letra, con el objetivo que tiene encomendado.
Y vaya, que no lo dice cualquiera.
Fue el propio Auditor Superior de la Federación, David Colmenares Páramo, quien lo expresara dentro del marco de una interesante conferencia magistral impartida ayer mismo y donde fueron testigos de esta apreciación, tanto quienes laboran dentro de la institución en Veracruz, como representantes de organismos diversos y universidades que se dieron cita en las instalaciones del Teatro del Estado.
La conferencia dictada por quien conoce perfectamente bien la situación de los organismos vigilantes del correcto uso de los recursos federales y estatales, dio a conocer como opera la federación a través de la ASF, cuestión que tuvo que ver, directamente, con la función encomendada al ORFIS de Veracruz, como uno de los instrumentos técnicos del propio congreso local.
Con un auditorio que prácticamente llenó los espacios de la sala grande del Teatro del Estado, el Auditor Superior de la Federación, amplió los conocimientos de todos los asistentes a esta conferencia, pues habló de lo que mucho se quiere saber en relación a las aportaciones y participaciones federales a los Estados, sus implicaciones que tiene para poder aplicarlas en un esfuerzo permanente por hacer que las cosas siempre salgan bien.
Y es que, desde ese punto de vista, se puede entender, perfectamente bien la función del ORFIS, en Veracruz, que por desconocimiento, muchas veces, se le castiga severamente con críticas que van desde el punto de vista político, hasta la parte técnica, que como organismo auxiliar de la comisión de vigilancia del congreso local, tiene.
Así, también se estableció la diferencia del ORFIS, con otro organismo vigilante del buen uso de los recursos públicos, como es la Contraloría General del Estado, dependencia, que por lo visto, no tiene razón de existir a menos que sea un brazo derecho del gobernador, para poder presionar a los titulares de todas las dependencias gubernamentales para que éstos se apliquen en el trabajo que tienen encomendado, sobre todo, en la parte más sensible de sus funciones que es la aplicación correcta de los recursos públicos.
El ORFIS, como organismo independiente, tiene responsabilidades todavía mayores, en virtud de que su trabajo consiste en vigilar, auditar y señalar
ineficiencias y buscar correcciones a través de un proceso donde los entes fiscalizables tiene la oportunidad de solventar las irregularidades encontradas y que son importantes porque de esta manera es como se evitaran las sanciones correspondientes.
De ahí que la inquietud del propio titular del ORFIS, en Veracruz, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, para ampliar los conocimientos de todo el equipo que trabaja a su lado, así como de todos aquellos que participan como grupos independientes y universidades que desean conocer con más profundidad los aspectos que se manejan dentro del organismo auditor del Estado, se vio reflejada con estas actividades y la presencia del funcionario federal, que bien dijo el propio Portilla Vázquez, se dio tiempo dentro de su agenda para atender la solicitud del organismo fiscalizador de Veracruz.
Fue, por lo tanto, una excelente oportunidad para quienes deseaban escuchar de cerca a quien tiene la responsabilidad de vigilar, no tan solo la actuación del gobierno federal, sino de todos los Estados de la República, a través de los organismo de fiscalización superior, para poder cumplir con la tarea de lograr que en algún momento se alcance la meta de encontrarse, definitivamente, con el debido concepto de la honestidad y la trasparencia.
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COMO QUE EN LOS últimos días, se le ha dado mucha importancia al concepto vertido por el futuro Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que recibirá, a partir del primero de diciembre próximo, a un país en bancarrota, cuando apenas hace algunos días atrás dijera lo contrario, como si cada día que pasara fuera conociendo más de cerca el verdadero estado que guarda la administración federal.
Pasa, pues de ser un país estable, a ser un país, prácticamente, en condiciones precarias por la deuda externa e interna que padece, aún cuando apenas hace unas semanas, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, diera a conocer cuál es la situación que impera en la administración, después de su gobierno de casi seis años.
Así es que, para los analistas políticos, hay una incertidumbre, respecto de este país, donde no se sabe, a ciencia cierta, que es lo que esta pasando, pues quienes tienen en sus manos el pulso de la nación, no dan a conocer, exactamente, las condiciones del país que vive ahora una transición de gobierno y que promete, por lo que se ha dicho permanentemente, un cambio que beneficie a todos los mexicanos.
Pero si López Obrador, ya se esta dando cuenta de que las finanzas del país, no tienen mucha fortaleza, tanta que también se ha dicho ya que muchas de las promesas no se cumplirán y que se hará el esfuerzo para que se pueda lograr un buen gobierno con los recursos que tiene, es tiempo de pensar, también, que
mucho se ha ocultado respecto del manejo correcto y honesto de los recursos que el país tiene y que de alguna manera, se han generado durante tanto tiempo, por lo menos en los recientes seis años de gobierno.
Será, entonces, una tarea del nuevo gobierno, emprender una gran auditoría general para detectar donde se encuentran o se encontraban los recursos, porque de pronto, se anuncia, y nada menos que por el propio futuro mandatario nacional, que México, prácticamente, se encuentra en bancarrota, lo que ha generado, de alguna manera, mayor preocupación entre todos los mexicanos en general.
Ojalá que lo de bancarrota, sea solamente, una percepción del nuevo gobierno y que una vez, tomado el mando nacional de la administración federal, las cosas sean diferentes, porque de lo contrario, se establecerá entre los mexicanos, más repudio hacia los gobernantes, ya sean pasados, presentes o futuros.
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DAVID COLMENARES PARAMOS, Auditor Superior de la Federación, dejó ver que el nuevo gobierno implementará acciones que pueden dar buenos resultados, tal como la cancelación de las diversas delegaciones federales que operan en los Estados de la República, y que son, indudablemente, muchas que generan un gasto enorme para su funcionamiento.
Sin embargo, no dijo que impacto tendrá en lo que respecta a los trabajadores que por esta razón podrán ser despedidos y que provocará, indudablemente, un serio problema de mayores necesidades sociales.
Claro que la observación no fue profunda y dijo solamente que podría ser buena, pero faltó, por tiempo y por adentramiento en el tema, comentar que se hará con todos los trabajadores que, efectivamente, sumas más de veinte mil y que representan una fuerte erogación del gasto federal.
Los trabajadores, son una parte del enorme problema que se tendrá que enfrentar, aparte de la capacidad que tenga quien se haga cargo de la coordinación de las mismas para el debido cumplimiento de los objetivos, aunque aclaró y esto fue de suma importancia, que lo más seguro es que sean los propios Estados, quienes tengan que ejercer directamente los recursos que le llegan a través de las delegaciones, lo que, de paso, fue como algo que previene el gran poder que se le endilga, desde ahora, a un posible super delegado federal.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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