De nueva cuenta el mini gobernador deje en claro que en su entidad existen ciudadanos de primera y de segunda.
Pero eso no es todo, también refuerza la práctica de su amanuenses número uno, el tal Jorgito Winckler, sí, ese que hace las veces de Fiscal general del estado, de llevar a cabo una justicia selectiva.
Por eso no resulta atípica la forma de actuar del señor Yunes Linares en el asunto de la estudiante de medicina de una universidad privada, que fue levantada la noche del pasado miércoles.
Por supuesto que el mini gobernador no se iba a tardar ni un segundo en meterle la mano al asunto, pues se trataba nada y nada menos que de una ciudadana de la elite, del jet set boqueño.
Pero qué sucedería si la victima hubiera sido un pobre mortal de la colonia Venustiano Carranza, de la López Portilla o de la Miguel Alemán, allí no hubiera pasado nada, ni importancia le habría prestado, a tan delicado asunto, el mini gobernador.
Seguramente la respuesta seria que la prensa todo lo ve mal, que en todo lo crítica, que en nada le ayuda.
En estos momentos ningún veracruzano puede negar que la inseguridad pública, y la violencia en sus múltiples modalidades, son realidades y preocupaciones que van a la alza en la entidad, ya son vertiginosas.
En el estado la inseguridad es un inconveniente que se está dando en grado superlativo, que muy bien se puede mostrar con cifras, pero cuya dimensión y brutalidad solo la pueden entender las familias de las víctimas, ya que las autoridades todo minimizan para ellos todo es tranquilidad y buena vida, la política oídos sordos es realmente lo suyo.
La ineficacia e ineptitud de las autoridades encargadas de la seguridad pública de Veracruz, es sorprendente, es admirable. La única realidad es que los sabuesos del mini gobernador no dan el ancho, pero ni tantito, para brindar tranquilidad a los veracruzanos.
Yunes Linares ya se dio cuenta que no es lo mismo ser borracho que cantinero.
Ya entendió que una cosa es gobernar y otra andar en campaña únicamente abriendo la boca.
Pobre choleño, para puras vergüenzas.
Y retomando como bien dijera Luz Baxzi, “Boca del Rio es el municipio de las dos caras”.
Provecho.
INSEGURIDAD – CORRUPTOS.
Como dice el hijo de Atanasio, la corrupción que impera en los gobiernos ha disparado la pobreza e inseguridad, terminando con las políticas públicas implementadas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Una de las prioridades de su gobierno será atacar de fondo las causas de la irresolución para aplicar ideas más innovadoras, tecnologías más avanzadas y obtener buenos resultados en materia de combate a la delincuencia.
Otra de las primicias que tiene en el tintero es reactivar los Consejos Ciudadanos de Seguridad e implementar acciones conjuntas.
Sin temor a equivocarnos diremos que García Jiménez es un convencido que la inseguridad habrá de ir a la baja si los gobiernos actúan de manera conjunta con la sociedad.
Otros de los aspectos prioritarios serán el rescate al campo, la atención a los jóvenes, implementar mejores salarios a cuerpos policiales y una estrecha coordinación con fuerzas federales e inteligencia militar.
Los más de siete millones de veracruzanos esperan que así sea, que el giro sea de 180 grados, ya que la inseguridad, la desesperanza y la incertidumbre impera en todos ellos al no poder encontrar la forma de cómo sobrevivir, de cómo allegarse lo más indispensable que es alimento y trabajo.
IMSS – VERACRUZ NORTE.
¡Otra vez!
Vaya que en los últimos tiempos esta delegación ha dado verdaderos dolores de cabeza.
Y mire usted sino.
Primero fue el cleptómano de Toño Benítez Lucho.
El entenado político de Fidel Herrera no tuvo empacho en meterle la mano al cajón así como tampoco para protagonizar singulares escenas donjuanescas en las mismísima sede delegacional, sí, allí en el baño, dicen, los que saben, que lo agarraron como El Tigre de Santa Julia, con los calzones en la mano en compañía de una “becaria”, misma que haciendo su “servicio social” le estaba quitando el estrés.
Y, para acabarla de amolar, ahora el malandrín es quien lo vino a sustituir, un tal Israel García Iñiguez, el mismo que muy jocosamente se anuncia como quien fue el enlace de transparencia en el Ayuntamiento de Zapopan, Jalisco, así como encargado del proyecto de modernización catastral, modernización contable y en el área de ejecución fiscal de la Tesorería.
Mírelo, hasta presume ser toda una chuca cuerera.
Bueno pues este sujeto ahora se ha rodeado de gente nefasta con una larga carrera de corrupción en la Comisión Municipal del Agua Potable y Saneamiento (CMAS) de Xalapa, como es el caso de María del Carmen Martínez Martínez, que a su llegada a la delegación fungió como su asesora y actualmente la tiene como Jefa de personal delegacional.
María del Carmen, al transitar siempre en los drenajes de CMAS, se distingue por ser una mujer prepotente, bipolar y grosera, que abusa del poder que le han conferido.
Es un secreto a voces que, con documento en mano, anda intimidado a muchos trabajadores de confianza violentando sus derechos, y lo hace bajo el argumento de que están en la lista aprobada por García Iñiguez, para ser corridos, cuando a otros trabajadores de confianza les han perdonado denigrantes desviaciones cometidas, como es de suponerse a muchos de estos trabajadores los tiene con el pie en el cuello y el Jesús en la boca.
La carta de presentación de García Iñiguez fue que venía a sanear la delegación Veracruz Norte del IMSS, de toda esa podredumbre que distinguió a Benítez Lucho y resulta que ha salido más caro el remedio que la enfermedad, pues ha metido a trabajar a lacras peores.
Los trabajadores de la oficina delegacional le temen bastante a esta señora pues presume de ser intocable porque es recomendada del ex regidor Silem García Peña, actual líder de esa cofradía religiosa llamada “Luz del Mundo” de esta ciudad capital.
Un ex edil del cual, dicen quienes lo conocen que a todos sus “borregos” ya los hizo barbacoa.
Martínez Martínez, como ya se sabe, se desempeñó en CMAS como gerente de recursos humanos en donde le dio trabajo a su esposo, sobrino, hermano y cuñada. Nunca permitió que vivieran en el error.
La clase trabajadora sindicalizada constantemente se quejaba de los abusos de poder que cometía ya que en complicidad con otro hampón, el dirigentillo ese José Luis Hernández López, no les pagaba horas extras a los trabajadores, por cualquier pretexto les descontaba días trabajados y les otorgaba los pagos incompletos, desconociendo los obreros a donde fueron a parar esos recursos.
De CMAS la corrieron en 2014 por malos manejos administrativos, pero en 2017 logró, gracias a su cómplice el tal José Luis, que le dieran una plaza de base.
Dos de sus amanuenses, Alejandro García Báez, José Ramón Fernández Coronel ex trabajadores de CMAS también ya trabajan para el IMSS. Ya están succionando del erario federal.
Por lo que se aprecia los marranos son los mismos, lo único que diferente es el chiquero.
En la oficina delegacional la clase trabajadora argumenta que cuando menos Toño era veracruzano, pero este, entiéndase el tal García Iñiguez, es un auténtico advenedizo.
Un jalisquillo cualquiera. |
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