Cuando los seres humanos tratamos de entender los intríngulis financieros o artificios que arman esos raros seres llamados economistas, los más pintados pueden expresar morrocotudos análisis en una sola expresión: ¡AHH! y agregar, ya entendí.
Yo me quedé patidifuso, anonadado, súpito, estupefacto y apendejado, después de tratar de asimilar todo lo que apareció en días pasados en Proceso, referente al contrato de Odebrechet con Pemex para construir y poner en operación la planta de etileno XXI, texto del contrato reproducido en Diarios nacionales y locales, entre otras cosas, alguien me trató de explicar lo establecido en la “Ley de proyectos de prestación de Servicios”; rara o poco conocida ley aprobada por el Congreso local hace más de diez años, nos quedamos como el chinito, ni fu ni fa, pero al final de cuentas, si los ecónomos la entiende y la avalan, ¡Adelante!. Apoyados por la ley y la entrega realizada por la dirección de PEMEX cuando mandó Lozoya, la entrega a los brasileños fue abominable, pero válida y se está haciendo valer, incluye el principio “El que se raja pierde”
Con riesgo de llevarme un soplamocos por metiche y aventado, opino y trato de dar una opinión a la altura de los simples mortales que podremos disfrutar de las bondades de la ley en cuestión, LPPS para los cuates: Supongamos sin conceder, Juan Pérez (PEMEX) es dueño de una parcela que tiene buena dotación de agua, las hortalizas cultivadas en invernadero en la zona donde Juan tiene su parcela, tienen en el mercado un magnífico precio, la bronca es que Juan anda más jodido, financieramente hablando, que un jarocho después del Carnaval. Se le acerca Pedro, (ODEBRECHT) un buen cuate que tiene muy buena plata depositada en el banco ganando intereses de viuda, desea ganar más lana y le propone a Juan que el invertirá lo necesario para construir y poner en producción 30 hectáreas de invernaderos donde sembrarán tomate y Chile. ( Etileno ). Juan acepta la propuesta de Pedro y este pone en función la parcela de Juan, quien se beneficia de la aportación de Pedro pues recibirá una renta fija y además una remuneración adicional por trabajar como jornalero para Pedro en la parcela de su propiedad.
Bueno, pues la misma vacilada de Juan y Pedro se está haciendo con los contratos de Prestación de Servicios, solo que en este caso, Odebrecht y sus filiales, algunas dueñas del petróleo en todo el mundo, ofrecen sus servicios de exploración, perforación, extracción, transformación y distribución del gas y crudo mexicano, México pone las nalgas, perdón el subsuelo y lo demás lo hace Odebrecht et al, quienes bondadosos como son, prestan un servicio a la nación, regulado su actuar por la LPPS y complicidad de funcionarios corruptos. A todas madres, pero me pregunto: ¿ Qué diferencia hay con lo que ya hacen los gringos subrepticiamente o tolerados por las autoridades mexicanas?
Ni modo, los brasileños nos están enseñando a bailar la zamba, mejor que la bamba, pero lo que no termino de asimilar, es cómo fue posible que los congresistas mexicanos permitieran que en la cláusula de “El que se raja pierde” se conviniera la increíble condición de pagar a Odebrecht la pequeña suma de 24,000 millones de pesos si les cancelamos el negocito. Estamos fritos con etileno. ¡AGUAS
Agosto 26 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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