El colmo mayor, es que el gobierno entrante de AMLO, a través de la siempre respetable Olga Sánchez Cordero, haya declarado que el asunto de la despenalización de la marihuana se planteará ante la ONU…
Aduciendo -quien será la próxima secretaria de Gobernación y públicamente se ha declarado a favor de dar ese paso- que se solicitará al Organismo Internacional flexibilice las estrictas disposiciones que desde los años 70as -bajo la administración de Richard Nixon- impiden que se pueda despenalizar o legalizar…
En los 60as las drogas no eran ilegales -LSD en 1968- la marihuana y las amapolas se encontraban hasta en los jardines públicos. Pero el racista de Nixon, al penalizarlas encontró una manera de poder encarcelar a los negros y a los que se oponían a la Guerra de Vietnam…
Se catearon casas, se allanaron oficinas y se persiguió con saña a quienes les encontraban un cigarrillo. En la cárcel los principales líderes, los movimientos se debilitaron y él podría proseguir con sus guerras por todo el mundo…
La Guerra finalmente la perdió EE.UU. y Nixon perdió la Presidencia. Pero la racista y políticamente conveniente decisión que hasta la fecha se aplica y utiliza, es la herencia de ese acuerdo que por el mundo ha costado miles de millones de dólares y cualquier cantidad de vidas segadas…
Cuando lo más aberrante del asunto, es que muere más gente en el combate a las drogas, que los que mueren por consumirlas. Y por si eso fuera poco, que no lo es, se gasta más dinero en la guerra a las drogas, que lo que se gasta en salud pública…
Cabiendo preguntar: ¿Qué Don Pepe Mugica tuvo que preguntarle a la ONU si podía o no podía legalizar el cannabis? Portugal, que al igual que Uruguay pertenecen a la ONU ¿también llevó el asunto a consideración? Y en Portugal se despenalizaron todas y han obtenido magníficos resultados...
Los mismos EE.UU. venden el cannabis hasta para uso recreativo y ganan millonadas con los impuestos; y aquí nos seguimos matando y encarcelando; y encima de todo ¡hay que llevar el asunto a la ONU!...
Pues qué clase de perversidad hay atrás de todo esto; quién o quienes se benefician con tantísimo dinero que representa el negocio de las drogas. Por qué no entendemos que Washington da dinero a México para que combata a las drogas; pero también mete armas de contrabando y se las vende a los narcotraficantes; y que eso es incalificable…
Prohibir la siembra y el comercio de marihuana, pero no penalizar el consumo personal, no solo es inentendible; hace pensar que se propicia el mercado negro, ya que no hay forma de que llegue a los consumidores…
Pero hay más: Cómo prohibir toda sustancia que altere el estado de conciencia; sí lo que quienes las consumen lo que quieren es no darse cuenta y evadirse de la porquería en que se ha convertido su capitalista existencia, y que por ello lo que quieren es precisamente alterar su estado de conciencia para ver la vida de otra manera…
Sin soslayar que el alcohol también altera el estado de conciencia; y que encima de todo es altamente dañino, física y socialmente; y que todavía no se ha reportado un solo caso de que alguien haya muerto por una sobre-dosis de cannabis…
¿Qué no vale la experiencia de la época de la prohibición del alcohol en los EE.UU. que después de 13 años no pudieron ganar esa guerra y hubo de legalizarse? Se acabó el contrabando de alcohol y por ende los cárteles que a balazos se hacían de sus rutas y sus territorios…
Pero sobre todo: ¿Cómo se puede hablar de Libertad e Independencia cuando para pacificar al País hay que acordarlo con Washington? El que la SCJN de oprobiosos salarios haya avalado para la CDMX el uso de la marihuana con fines medicinales y la muerte digna, y nada, son dos nadas.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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