EXPLICA LA Procuraduría General de la República que tras la conclusión de la fase de investigación complementaria contemplada por el Sistema Penal Acusatorio, el Ministerio Público de la Federación determinó acusar por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita al ex Gobernador Javier Duarte, ya que al valorar datos de prueba con que cuenta, determinó que no son suficientes para acreditar el delito de delincuencia organizada, y en ese tenor se reclasificó la acusación sólidamente sustentada para que el proceso culmine con una sentencia acorde a los preceptos de la Constitución. Y como para despejar toda duda en torno a si Duarte de Ochoa, el ex gobernante más corrupto que ha tenido el Estado en toda su historia podría ser puesto en libertad, deja en claro: “Éste es uno de los procesos que la PGR lleva en contra de Javier “N”, aunado a otras acusaciones que integra la Fiscalía General de Veracruz” y agrega: “Es importante destacar que el probable responsable seguirá su proceso en prisión, toda vez que la autoridad judicial Federal determinó como medida cautelar la prisión preventiva justificada por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita”. Queremos creerle a la PGR como, también, deseamos admitir que el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares está en lo cierto cuando asegura estar totalmente seguro que Duarte no obtendrá su libertad “y no la obtendrá porque existen elementos suficientes para acreditar su responsabilidad directa en el brutal desfalco que sufrió Veracruz”, al tiempo que explica que, jurídicamente el artículo 168 del Código Nacional de Procedimientos Penales establece con toda claridad que aunque el delito no sea considerado como grave, nadie que esté en riesgo de huir puede ser liberado, y el juez tiene que valorar a petición de la PGR algunos elementos que son básicos, en primer lugar el riesgo de fuga, y Duarte ya se fugó; segundo, el no tener domicilio familiar en México, pues su esposa (Karime), sobre quien pesa una orden de aprehensión y extradición, vive en Londres, además de que Duarte tiene los medios suficientes para escapar.
EN LA entrega anterior decíamos que uno no desearía pensar en acuerdos subrepticios entre los Presidentes -en funciones- Enrique Peña Nieto y –electo- Andrés Manuel López Obrador que estarían echando por la borda a la justicia, esto es, la libertad de Elba Esther a la salud de AMLO y Duarte para Peña Nieto en pago a favores pretéritos, porque sería incurrir en suposiciones o hipótesis que deseamos estén desterradas en el País, y lo seguimos afirmando, porque como bien dice el Gobernador en funciones, “en el pueblo de Veracruz hay una enorme indignación por el caso de la corrupción de Duarte y la banda delictiva que lo acompañó en el gobierno de Veracruz” y esto “es sin duda el más grave y escandaloso caso en la historia del País, pues robaron el dinero de niños, ancianos y jubilados, fondos que debieron haber sido destinados a comprar medicinas y mejorar las instituciones de salud; robaron el dinero de la Universidad Veracruzana, también los recursos de municipios, defraudaron al fisco Federal quedándose con 17 mil millones de pesos que debían haber enterado al SAT”, por ello enfatiza: “No puede haber clemencia para quien no tuvo piedad con el pueblo de Veracruz. Él y su banda fueron despiadados, no les importó el daño gravísimo que le hicieron al Estado, no hay manera de que sean perdonados, pues el daño estructural que le hicieron al Estado sigue a la vista, y por eso desde hace años decidí encabezar la lucha contra este grupo delictivo y con valor y decisión logramos sacarlo del gobierno del Estado y encarcelar a varios de ellos; también hemos hecho un esfuerzo enorme por recuperar bienes y dinero, y lo hemos logrado”.
Y DE verdad, le creemos al Gobernador Yunes, pero no compartimos criterios del Código Penal Federal que establece como menor el delito de asociación delictuosa, con penas de solo seis años, lo que permitiría a Duarte de Ochoa apelar a la libertad bajo fianza, esto es, enfrentar su proceso fuera de prisión, algo que sus abogados no solicitarán ahora por temor a que el ex gobernante, apenas ponga un pie fuera del reclusorio Norte, sea aprehendido por abuso de autoridad, incumplimiento de un deber, coalición, peculado y tráfico de influencias, ilícitos por los que la Fiscalía General del Estado ya cuenta con órdenes de aprehensión emitidas por un juez, además de que en la solicitud de extradición, cuenta Yunes, se incorporaron dos órdenes de aprehensión, de manera que si fuera liberado, de inmediato sería aprehendido y trasladado al reclusorio de Pacho Viejo. Por ello si a Duarte lo liberan tendrá que ser en el gobierno de Enrique Peña Nieto, en el cual Yunes Linares y su Fiscalía tendría la oportunidad de volverlo a encarcelar y esta vez darle una “calentadita” en la soledad y el silencio de las lúgubres mazmorras donde no se es nadie.
ES CIERTO, la Constitución es muy clara al establecer que no puede otorgarse libertad en proceso a la persona que esté siendo procesada o haya sido sentenciada previamente por la comisión de un delito doloso, en este caso, existe el precedente de que Duarte está siendo sometido a dos procesos penales en la ciudad de México, sin embargo, nuestra pobre Carta Magna ha sido tantas veces violentada a través del tiempo que una más sería lo de menos. La esperanza fuerte de Yunes, para que Duarte siga en prisión, es que el Gobierno de Guatemala otorgue a la PGR el permiso para incorporar en el procesamiento el delito de desaparición forzada de personas, lo que podría ocurrir dada la gravedad del mencionado delito de lesa humanidad, pero hay otro elemento adicional y que es gravísimo, dice Yunes: “la ASF ha presentado 72 denuncias por la desviación de casi 27 mil millones de pesos durante el gobierno de Duarte, casi una cuarta parte del presupuesto del Estado, las cuales están pendientes de ser tramitadas en la PGR, y su titular seguramente actuará como la ley lo ordene”.
POR ELLO creemos que Duarte, al menos en el periodo de Peña Nieto no dejará el Reclusorio Norte por temor a ser detenido por la Fiscalía de Yunes Linares, pero lo grave es que si lo liberan en tiempos de Andrés Manuel López Obrador sería la primera mancha para el régimen no solo Federal sino Estatal, dado el saqueo escenificado por la pandilla del ex gobernante que dejó postrado al Estado pero, sobre todo, porque ha sido presentado como el prototipo del político más corrupto que ha dado la historia del País, y su amistad, vía el beneficio, sería como una maldición para quien la decrete. No hay que olvidar que en política no se castiga el delito sino el escándalo. Así de simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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