Los acontecimientos que en pocos meses veremos van en serio, y que nadie se llame ha engañado por Andrés Manuel López Obrador pues ni es sicofante y menos demagogo, porque tiene doce años repitiendo lo mismo y lo ha reiterado: no robar, no mentir y no traicionar, así que el país vivirá un auténtica transformación en todos los niveles , ya que desilusionar a más de treinta millones de electores, la hecatombe será peor de la que sufrieron el 1 de julio los partidos revolucionario Institucional y Acción Nacional.
La esperanza que se cierne sobre los mexicanos se avizora un nuevo y mejor porvenir y ello se logrará, ni duda cabe, proscribir, para siempre ¡ jamás ¡ “la corrupción y la impunidad” que aliada a los dispendios y derroches, tienen a la nación entera postrada en la marginación, miseria y pobreza extrema.
Al país se le ha acostumbrado a que viva en el engaño y la simulación, la mentira y que sea la corrupción la que rubrique todo el sistema de manera que exista orden en ninguno de los miles, sin embargo, el tiempo demostró que una situación así aherrojada a la población a la inmundicia y al desgano, lo que conlleva a que nada se consolide para la generalizada, y sin en cambio, alienta la delincuencia y la criminalidad.
El terremoto electoral tiene a los de siempre- a quienes viven de los negocios sucios, de los cochupos , triquiñuelas y demás trastupijes – sumamente preocupados y alertan que son muchas las expectativas y que no podrán cumplirse, cuando está visto que, pese a que aún no se le declara presidente electo, López Obrador, está anunciando lo que hará en bien del país y con quieres lo hará y no le tiemblas las piernas cuando anuncia que vivirá en la medianía de un servidor público auténtico y que se acaban los despilfarros en los pinos y oficinas públicas.
No hay duda de que se vivirá un régimen de austeridad plena y hará gala de la inmortal conducta de Benito Juárez “ los funcionarios públicos no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”, por lo mismo se conocerán los salarios de todos los altos funcionaros y quienes consideren que no es suficiente para su subsistencia, que ahuequen el ala para que, otros mexicanos, que si quieran servir y no servirse , realicen esas funciones, por lo pronto, el presidente ganara ciento ocho mil pesos mensuales sin otro más privilegio.
La alternativa es clara y fue compromiso de campaña, por lo mismo, nadie ganará más que el presidente de la república, como lo señala el artículo 127 constitucional, desterrando toda prebenda indebida como que la que tiene ahora el presidente de un seguro de riesgo de más de novecientos mil pesos por el cargo, cuando tiene a su servicio a todo el estado mayor presidencial que lo componen ciento de militares en tanto, el pueblo vive en la inseguridad y la miseria.
Si se logra al menos la mitad de lo que postula López Obrador, el país vivirá un cambio en su historia de la que los diez últimos presidentes no podrán presumir, pues solo se dedicaron a administrar y alimentar la corrupción y lo más graves, empoderar, de manera clara, la criminalidad y la delincuencia, al negar la mínima posibilidad de bienestar para las mayorías irredentas, es decir,
jamás se acordaron de Juárez y menos de Morelos , el “siervo de la nación “que en sus sentimientos a la nación “ en su artículo 12º dijo . Que como la buena ley es superior á todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen á constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente él jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y él hurto.” No queremos más, tampoco menos, aunque sea regresar al pasado. limacobos@hotmail.com
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