Una buena parte de los ciudadanos veracruzanos, se preguntan sobre el asunto de darle la vuelta a la hoja, en materia política, y que los gobernantes actuales se dediquen, de hecho y de derecho, a trabajar para sacar, tanto al país, como al Estado, de los grandes problemas que tiene, principalmente, en materia económica y de seguridad, que en estos tiempos vienen siendo como la prioridad que los propios ciudadanos demandan.
Sí, quizá tienen razón todos aquellos que aseguran que es necesario terminar con todos los dimes y diretes, así como los conflictos políticos que han detenido, en cierta forma, el avance de este país y de este Estado, pero, como siempre, existe el pero en muchas cuestiones.
Hay, ante todo, responsables de las grandes carencias que se ven en todo el territorio del país y del Estado, generadas por una pésima administración y por haber dispuesto de recursos económicos que se encontraban destinados para otros beneficios y que hubieran, en gran parte, evitado que el país, como el Estado de Veracruz, se vieran en estas grandes necesidades.
Es cierto, hay que darle la vuelta a la hoja y dejar todos estos conflictos que no llevan a nada, pero sí hay que atender a muchos casos en que la justicia debe aplicarse, paso a paso, para castigar a quienes aprovechándose de sus puestos políticos y por el poder que han detentado en mucho tiempo, para servirse personalmente y su familia y amigos más cercanos. Sí hay que darle la vuelta a la hoja, pero no dejar que la impunidad siga adelante, cubriendo con su manto a todos aquellos que han dejado a la nación y al Estado de Veracruz, de deplorables condiciones económicas.
Los nuevos gobernantes, sí tendrán que pensar en que es mejor trabajar para recomponer las cosas a seguir dentro del conflicto personal y político, pero también es necesario que los ciudadanos en general, sepan que los cambios deben darse para mejorar y no para mantener las condiciones en que se ha tenido al país y al Estado. Es necesario aplicar la ley con gran rigor y establecer nuevos lineamientos para poder seguir adelante en el desarrollo de las administraciones, ya sean municipales, estatales o nacionales.
Bien decía en su campaña, Pepe Yunes, que Duarte, ya estaba en la cárcel y estaba pagando por sus malas acciones y que esto, de ninguna manera, podría seguir siendo pretexto político para descalificar a los demás. Fue Pepe Yunes, uno de los candidatos que nunca tomaron estos errores del pasado como una bandera política, sino que siempre ha sido un político que toma las cosas desde el punto más civilizado. En el caso de Cuitláhuac García Jiménez, que se sepa, tampoco alimentó su campaña y su posición política atacando a los demás contendientes, por lo que las acciones de estos dos ex candidatos, se llevaron a cabo dentro del
marco de respeto político y personal. Sin embargo, no todo fue de esta manera y aunque las elecciones hayan pasado y ya se tenga un resultado a nivel nacional y estatal, no tan fácilmente se podrá dar la vuelta a la hoja, pues se entiende que próximamente se tendrán que hacer las revisiones correspondientes para hacer responsables de posibles conductas ilegales en el manejo de los recursos económicos.
Las investigaciones sobre corrupción se tendrán que intensificar, pues hay de por medio muchos bienes que son propiedad de la nación y del Estado, en que vivimos y que ninguna persona, por más poder que tenga o haya tenido, tiene derecho a dilapidar, más en su favor, porque son recursos que bien se ha dicho, pertenecen a todos por igual.
Si es buen darle la vuelta a la hoja, pero no dejar que en esta posibilidad se de entrada a la impunidad, sobre todo, en casos debidamente examinados y documentados de lo que ha desaparecido de las arcas nacionales y estatales.
Si todo esto surte efecto durante el próximo gobierno, es posible que ahora, sí, de verdad, pueda verse el famoso cambio del que ha tanto se ha hablado, pues desde los tiempos del Ex presidente Fox, no se ha dejado de enarbolar esta bandera para ganar las elecciones.
Y no sería, de ninguna manera, algo fuera de contexto, pues lo principal, no es hablar del cambio, sino concretarlo cuando ya se tienen las posibilidades para hacerlo. De otra manera, se engaña al pueblo, se matan las ilusiones y las esperanzas de quienes esperan siempre, que se les hable con la verdad y se cumpla al pie de la letra.
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SE AFIRMA, QUE MAS LE conviene al Senador Héctor Yunes Landa, separarse del Partido Revolucionario Institucional, en calidad de militante, tal y como se ha manejado en los recientes días, debido a que se esta conformando, parece, un nuevo partido político en base a la estructura política que ha integrado en todo el Estado de Veracruz, pues no faltará quien o quienes, en los nuevos tiempos del priismo que vendrán, lo sigan responsabilizando de gran parte de la debacle político electoral en las pasadas elecciones.
Y es que el legislador no podrá defenderse tanto tiempo de estos ataques, pues tan solo la camada de diputados locales, que fueron propuestos por él, aprovechando las circunstancias políticas que se dieron en los últimos meses, antes de las elecciones, le estarán recordando su culpabilidad, cuando menos, la que le corresponde como actor importante en la vida política priista del Estado.
Y esto se comenta, porque en recientes fechas, se habló de la conformación del nuevo partido, con la estructura de la llamada Alianza Generacional, que al parecer, fue la base del Senador, para llevarlo, primero, a la candidatura a la
gubernatura con resultados negativos, como ya se sabe ampliamente. Esta vez, se le hace responsable también de la derrota priista, porque mucho se ha comentado que no movió un solo dedo, ni su propia Alianza, caminó por el Estado, a favor de Pepe Yunes. Sea cierto o no, los priistas se lo estarán recordando siempre, por lo que es mejor, se afirma, que de una buena vez renuncie al tricolor y se vaya directamente a trabajar por el nuevo partido que sería Alianza Generacional, con la cual ha trabajado por todo el Estado de Veracruz.
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EL PROCESO ELECTORAL que apenas concluyó, o esta por concluir al concretarse, propiamente, la sucesión gubernamental, no tuvo, durante la jornada de votación, muchos delitos electorales ni la violencia común y organizada, que pudiera desestabilizar, de alguna manera, el correcto cumplimiento ciudadano ni de las propias autoridades que organizaron este evento político.
Esto ha sido evidente en todo el país, por lo que se ha hablado mucho de esta condición adoptada por el pueblo mexicano, pero nada se ha dicho del costo que tuvo en la pérdida de vidas humanas durante el desarrollo de este proceso, pues de acuerdo a las estadísticas que se han difundido, mas de quinientos ciudadanos fueron agredidos, perdiendo la vida, incluso, la mayoría de ellos, luego de pretender aspirar a una posición política.
Por ello, han callado los partidos políticos, las autoridades electorales y todos aquellos que tuvieron, de alguna manera, la responsabilidad de haber detenido en tiempo estas agresiones.
Hoy, se cuentan muchos muertos, pero no se ha sabido de que alguna investigación haya dado resultados positivos para castigar a los verdaderos responsables, por lo que en esta parte, bien podría seguirse hablando de una impunidad.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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