Siendo muy joven cayó en mis manos un libro que me impactó, mantengo presente su mensaje, la obra, Sala de Jurados del escritor Quintín Reynolds, era un biografía del penalista Samuel Leibowitz, prestigiado abogado que sostenía como divisa en su actuar, la tesis o norma que todo acusado de un delito, aun siendo culpable del mismo, merece una defensa justa y apegada a derecho, pues lo menos que debe lograr el abogado defensor, es evitar la severidad de una condena bajo presión de la opinión publica cuando esta demanda linchamiento.
En México, enfrentamos hoy la necesidad de abogados con formación ética, prevaleciendo la justicia en todo momento, su formación académica le marcará la línea apegada a derecho, pero en todo caso, realizando la defensa de cualquier indiciado bajo el principio de respeto a los derechos de la sociedad vulnerada por delincuentes consuetudinarios, ante esa condición, la sociedad merece justicia, el indiciado merece una defensa apegada a derecho, situación compleja para que el abogado tome la decisión de aceptar como cliente a un delincuente, ocasional o consuetudinario.
Entre los sonados casos que tomó, Leibowitz, estuvo la defensa de unos negros de Scotsboro Va. acusados de violar a una mujer blanca, el racismo imperante, conducía a lo que pedía el kukuxclan, linchar a los negros sin mayor investigación, después de presentar innumerables testimonios, los negros fueron absueltos pues el juicio había sido iniciado por un blanco racista que había declarado con falsedad.
Hoy se difunde en los medios el caso de un individuo acusado de pederastía, la mas importante prueba proviene de un libro escrito por una periodista que toma o da por buenas las informaciones que se propalaron o dieron como ciertas, sin que existiese una sentencia definitiva en contra del presunto pederasta, se involucra entre otras personas a un prestigiado político veracruzano, hoy alto funcionario del gobierno Estatal. El personaje denunciado de pederasta en el libro, se defendió acusando a la escritora por difamación, el asunto se complicó al hacerse publica una conversación telefónica entre el acusado y el Gobernador de Puebla. Ardió Troya, se pide la cabeza del poblano, del difamado de pederasta y de la periodista difamadora. Nada quedo claro, todo pendiente.
Estando el asunto en manos de autoridades judiciales y sin realizarse el proceso que aclarara la bronca, se pretendió satanizar a los involucrados, todo lo que hizo o pretenda hacer el presunto pederasta, entre los muchos negocios que emprendió el coacusado estaba la reactivación de unas pequeñas plantas hidroeléctricas instaladas en la cuenca del río Blanco, en las proximidades de Orizaba, son seis plantas en que la mas grande tiene capacidad de 3000 KW y la menor de 800KW, las seis deben sumar aprox. 7000 Kw y con un buen factor de planta entregar anualmente aprox. 25-30 millones de KWH. Buen negocio, parece que en suspenso con enredo de lo civil con lo penal.
Debe saberse que los municipios pagan su alumbrado público a mas de $ 3.00/KWH, negociada la compra a las plantas hidroeléctricas, se sabe de negociación a $1.20 KWH, magnífico negocio para quien genera y considerable ahorro para el municipio. CFE mantiene la rectoría, pues es quien factura al consumidor, cobrando a quien genera el porteo o derecho de uso de la red. Por cada KWH generado en las hidroeléctricas, dejamos de enviar a la atmósfera 600 gramos de carbono, con estas plantas aprox. 18,000 tons/Carbono al año. Definitivamente, debemos olvidar broncas y apoyar el emprendimiento hidroeléctrico. ¡AGUAS! Abril 12 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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