Los indicadores cotidianos, no solo en México sino en el mundo entero, están para causar espanto, lo ocurrido recientemente en el Penal de La Toma, queda como un intento de amateurs por cometer un delito, ayer en un penal del Norte de Brasil, en el estado de Pará, se originó un problema por causa de la intervención de una gavilla delincuencial, durante el cambio de guardia, intentaron y parece que parcialmente lo lograron, rescatar o liberar a sus cómplices presos, en la trifulca fueron asesinadas 23 personas, entre delincuentes presos, rescatadores y algún guardián. Presente, su majestad la Corrupción, participaron vía soborno, los directivos del penal.
La función política, ha perdido su identidad, ser como debiera siempre ser, una actividad que llenara de orgullo a quienes la practican, se ha convertido en un proceso de entes dados a la corrupción, intervienen autoridades, delincuentes y cómplices, se soborna a los diferentes participantes del proceso; la juventud lucha por la toma del poder, antes, obtienen grados académicos que únicamente sirven para apantallar pendejos, nada de lo aprendido se aplica en su función de trabajo burocrático o empresarial privado, se preparan hoy muchos de los políticos para la toma del poder, desde el puesto conquistado, acometen con dinamismo la tarea de enriquecimiento, lograrlo a costa de cualquier acción ilegal, es la tarea principal de los nuevos políticos.
Lo grave de la situación que hoy se da en México, es que al amafiarse delincuentes consuetudinarios, con políticos en funciones administrativas de gobierno, dejan a la población que no participa, indefensa, los secuestros, robos por asalto, asesinatos y demás chuladas que son hoy práctica común, tiene a los ciudadanos que no han sido invitados al banquete, apanicados, espantados y sin ver salida a sus temores, viven esperando un mal rato.
En platica de cantina o de café, escuché un comentario que me llenó de mayor espanto, uno de los contertulios expuso: “lo que hace falta en México es una dictadura militar” hacer lo que se hiso en Singapur, de ser una pequeña isla Estado, con los más altos índices de corrupción, violencia, tráfico y consumo de drogas, es hoy ejemplo de orden, progreso, educación y adelanto científico de todo orden, simplemente se impuso una dictadura militar, los derechos humanos fueron apartados del sistema de gobierno, el dictador reunió a un grupo, subordinado lacayunamente a el, aplicó el orden propio de una dictadura, Singapur parece ser merecedor para ser tomado como ejemplo.
El penal de Singapur estaba saturado, el dictador preguntó: ¿Cuantos reclusos tenemos en prisión?, al escuchar la respuesta de 5000 presos o más, simplemente ordenó: “Antes de diez días debemos tener solo 500 presos”. La orden se cumplió, empleando helicópteros que llevaron a los presos a un paseo por el mar de la China.
Espantoso lo hecho en Singapur, no gustaría a muchos ciudadanos aceptar la abolición de los derechos humanos, pero estando la corrupción apoderada del sistema administrativo, hace falta un Gobierno con mano dura, no corrupto, apegado a derecho, para medio componer nuestra situación. ¡AGUAS! Abril 11 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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