Hace algunos años se presentó una película europea, me parece se llamaba “El rugido del Ratón”, la trama consistía en el status económico de un pequeño reino, sus finanzas andaban a la baja y el rey o príncipe, pidió al primer ministro una fórmula para salir del atolladero, con sencillez, el primer ministro respondió al rey, dando la solución: “Declaremos la guerra a los EU”
Por supuesto el Rey, después de reprimir de palabra a su ministro, le pidió explicación de su absurda propuesta, la cual dio el primer ministro: Señor, considere Ud. las condiciones en que viven los países que combatieron en contra o a favor de los EU, después de la victoria en la segunda guerra mundial, los EU analizaron la situación concluyendo que sus mejores clientes eran los países contra los que habían luchado, con su derrota, ninguno tenía disponibilidad económica, el comercio y la industria americana se desplomó, para resolver la bronca, se ideó el mecanismo económico conocido como plan Marsall, del tesoro americano se canalizaron fuertes cantidades de dinero a los aliados y contrarios, Japón y Alemania, con la fuerte disponibilidad económica, la industria y comercio americano despegó, teniendo compradores con liquidez, todos ganaron y les fue bien, por tanto, la solución a nuestros problemas es declarar la guerra a los EU, por supuesto, en unos cuantos días quedaremos derrotados y los EU implementaran nuestro rescate con un plan semejante al Marsall, a partir de ese momento se acaban nuestros problemas.
México no es parecido en nada al pequeño reino de la película, ni conviene pensar en una guerra de la que por supuesto, saldríamos derrotados, pero la actitud del presidente TRUMP, obliga a los funcionarios mexicanos a recordar la primera línea, primera estrofa de nuestro Himno nacional: “Mexicanos al grito de guerra”, bélico canto que antepone la dignidad nacional ante cualquier ofensa, los tiempos están a punto para pensar en las coaliciones, les guste o no a los gringos, su fuerza económica se la proporciona el comercio e industria, cuyas mercancías son canalizadas a los países latinoamericanos, sin tener amarrados a esos consumidores, los norteamericanos irán a la baja económica, en eso si nos parecemos al pequeño reino, las finanzas gringas están subordinadas a la existencia de compradores de su producción.
El TLC, arma que pretende usar o está usando TRUMP es un argumento o artificio financiero, concebido en su origen por los EU, ahora se pretenden erigir como madres de la caridad merced al TLC, ¡Ni Madres! si en lugar de TLC lográramos hacer funcionar alguno de los muchos convenios y tratados que tenemos con diferentes naciones, con solo el comercial entre países latinoamericanos, podemos mandar al carajo el TLC y a Donald Trump fortaleciendo nuestros negocios con los países de américa, hermanos que no andan con ofensas, que mucho dañan nuestra dignidad como nación soberana. ¡AGUAS!
Abril 5 del 2018 lmwolf@prodigty ,net.mx Luis Martínez Wolf |
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