Me da vergüenza invadir los espacios privativos de los profesionales comunicadores dedicados al análisis de la actividad deportiva, meto baza, por haber escuchado una declaración de algún funcionario público exhortando a la ciudadania en general y en particular a los comunicadores, dar apoyo al equipo de Fútbol Veracruz, los hoy desdentados tiburones rojos, convertidos en manjúas, del océano solo semejan a las medusas, agua mala.
El pueblo, público aficionado al fútbol respondió en primera instancia, a pesar del mal espectáculo que dan los integrantes del equipo y los partidos perdidos dentro y fuera de casa, el estadio registra en diversas ocasiones una buena entrada, pero como siempre, dice el entrenador que los profesionales dieron un buen partido pero perdieron; los fanáticos como yo, a quienes importa madres el espectáculo, salimos encabronados del estadio, asistimos y pagamos boleto, por que deseamos ver ganar a nuestro equipo, poco nos interesa saber la estrategia implantada por el entrenador, si gana le aplaudimos y estamos felices, si pierde nos encabronamos y abucheamos a los malos jugadores, al entrenador y a los administradores.
El fútbol profesional está impulsado por los mercenarios del deporte, arrastra multitudes, el político sabe de la importancia que tiene para los gobernados el fomento deportivo; los equipos profesionales, cuando lo son, juegan dando ejemplo a la juventud para vincularlos a la práctica deportiva, desafortunadamente, se deja relegada la práctica amateur, verdadera fórmula para formar juventud sana, base de un pueblo progresista.
Algo ha fallado entre los empresarios y funcionarios involucrados en el ámbito futbolístico profesional, se aplican fuertes cantidades de numerario para que la afición este satisfecha con su equipo profesional, nos guste o no, entre el pueblo, los deportistas representan lo más querido e imitado, se atiende la vieja sentencia tan respetada por los políticos: “Al pueblo pan y circo”, los héroes deportivos, superan con mucho a las glorias intelectuales, artistas, científicos y políticos, cuando fallan los deportistas y no dan al pueblo triunfos, vuelve la mirada hacia los serios problemas políticos, sociales y económicos… y arma la revolufia. Político que atiende al pueblo promueve el deporte.
Nuestro Gobernador está siendo engañado por los “deportistas” de pantalón largo, en busca de transas económicas y protagonismos ridículos, han contagiado con su torcida actitud, a los futbolistas profesionales, fallan “sin saber por que”. ¡Nada! urge una limpia, no en Catemaco, sino en la administración del deporte, sacar profesionales chafas de todo tipo e impulsar a todo aquel qué de lustre a Veracruz vía el deporte, dando la importancia que merece lo amateur, aceptemos, el deporte profesional ha fallado. ¡AGUAS!
Mdwarzo 30 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luís Martínez Wolf |
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