Un encuentro más, no importa, entre Judíos y árabes se parten la cara desde hace más de 2500 años, pelean por todo, no es la religión, pues si se escarba un poco, todos incluidos los cristianos, provienen de una bronca familiar y por causa de un adulterio, causa la primera gran división, un árabe de Ur de caldea, hoy Irak, antes Mesopotamia, decidió seguir los pasos que su padre que no se había decidido a cruzar el Tigris y el Eufrates, en busca de una tierra no tan peleada, argumentó inducción divina y se lanzó en busca de la tierra prometida. Encontró puro desierto.
Abraham se llamaba el árabe de Ur en Irak, emprendió camino con sus allegados o aventureros que creyeron eso de la tierra donde abundaba la miel y muchas buena féminas, en algún lugar después de los primeros avances, se quedó sin agua y tomó un largo descanso, por supuesto su Dios le proveyó de agua y un borrego, deben haber sido muchos, pero atendiendo eso de barriga llena corazón contento, hizo a un lado a su esposa Sara y se ayuntó con una esclava, del encuentro nació Ismael, Sara por supuesto, le reclamó a Abraham y le conminó: “O yo, o la pinche vieja con su hijo Ismael”, Abraham, no queriendo perder a Sara que según las sagradas escrituras estaba de muy buen ver, mando a volar a su amante Agar con su hijo Ismael, bueno, tal vez a bordo de un camello, repudiados y abandonados a su suerte en el desierto. Un perfecto jijo el tal Abraham.
La progenie de Abraham junto con los que con el cruzaron el rio, son los ascendientes de los hoy muy belicosos y mandamás Judíos, continuaron viaje y se enredaron con los egipcios, hoy también medio árabes o musulmanes, los enredos fueron mayúsculos, pues la muy apetecible Sarita le gusto enredarse con los egipcios de alto rango, ya saben, el dinero manda e impone condiciones, lo importante del asunto es que no se puede desconocer la profunda vinculación entre los Judíos Abraham–Sara-Issac y la dinastía creada por la esclava-Abraham e Ismael, de la que provienen los Ismaelitas, primitivo origen étnico o racial de los musulmanes de hoy, en concreto, todos provienen de un tronco geográfico, Irak o Mesopotamia, Ur de Caldea, tronco común árabe.
De las muchas broncas que han protagonizado los descendientes de Abraham durante más de 2800 años, resalta el hecho de hace poco más de 2000 años, nace un niño en Belen, Cisjordania, por tanto de origen árabe, parte de lo que fue Palestina, sin conocerse con precisión donde anduvo este cisjordano de Belem, por nombre Jesus, durante poco más de 33 años, el niño ya adulto se proclama Mesías, algo así como de origen divino, pero políticamente se autonombra rey de los Judíos, arde Palestina o el imperio romano, sin mayores miramientos pero con hartas traiciones, se decide sacrificar, al proclamado rey y se le da muerte en una cruz, arte de tortura que se aplicaba a los condenados a muerte en esos rumbos.
Los aliados del árabe Jesus, pudieron huir y salvarse, once de ellos, después se les unió un doceavo y convirtieron la prédica política en religión, tan bien preparados, que lograron difundir la buena nueva o evangelio creado por Jesus, hoy son varios millones sus seguidores, camino de éxito semejante a Ismael, cuya prédica caló también en millones de seguidores, hoy pelean árabes cristianos contra árabes musulmanes y los judíos juegan en su propia doctrina, ganar-ganar y le dan con todo a árabes musulmanes como a cristianos. Con un pretexto cualquiera, mientras los cristianos recuerdan con liturgia religiosa, los judíos la emprenden a balazos contra los palestinos, bonita semana santa, atendiendo el apotegma “Mataos los unos a los otros” ¡AGUAS!
Marzo 31 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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