El ataque a tiros a la caravana donde viajaba Luiz Inácio Lula da Silva, el controvertido ex presidente que, con su intención de aspirar a una nueva candidatura, ha dividido a los brasileños, entre los capitalistas que apoyan a Michel Temer, y los izquierdistas que están con él…
Más el asesinato de la concejal de Río de Janeiro Mirelle Franco, llevado a cabo en el centro de la Ciudad y sin ningún miramiento, han provocado en la prensa local comentarios acerca de que Brasil se está mexicanizando. Y no son pocos los programas norteamericanos de TV en los que hacen referencia a la criminalidad de México y sus numerosos cárteles…
México era pacífico hasta que el infausto Felipe Calderón inició la guerra contra los narcotraficantes. Y ahora quiere regresar a Los Pinos a través de su esposa Margarita; y además haciendo trampa, que es lo único que saben hacer. Como si no tuviéramos ya bastante con los tramposos que han llegado a los gobiernos…
De recordar que cuando comentábamos de la colombianización de México, los puritanos se alarmaban; hoy ya se habla internacionalmente de la mexicanización…
A eso hemos llegado con estos inútiles gobiernos que prometieron acabar con la delincuencia y acabaron formando parte de la misma…
Y todavía se atreven a decir que se han hecho cosas buenas que deben contar; que no todo está de cabeza. Cuando comparativamente a lo malo que han hecho, lo positivo ni siquiera se nota.
A propósito de la $emana $anta…
En la que, lo menos que se hace es lo que se supone que deben hacer los creyentes en la secta del judaísmo. Que a su vez, con sus ya miles de derivadas sectas, todas ellas llamadas cristianas, están, después del daño que han hecho a la humanidad, pasando afortunadamente a la Historia…
Las fastuosas construcciones que a lo largo de los Siglos han levantado -y siguen levantando- supuestamente en honor de un dios que nunca nadie ha visto; pero que debe de estar tan devaluado en su auto-estima que requiere que lo estén alabando todo el tiempo…
Y encima de todo, dicen que cuando uno se muere y se arrepiente de todo lo malo que ha hecho en su vida, entonces irá al cielo y podrá gozar durante toda la eternidad ¡contemplándolo!...
Repito, nunca nadie lo ha visto -el que más se acercó a conocerlo fue el no menos inventado Moisés, y lo vio como una zarza ardiendo- y te vas a pasar la eternidad en la contemplación. ¡Háganme el regalado favor!...
Y se trae a cuento, no solo por estos días que la gente dedica o debiera dedicar al recogimiento, sino porque el diario Italiano La Repubblica, publicó que el papa argentino había dicho que el infierno no existe -que sí lo ha dicho; igual que dijo que la virgen de Guadalupe era una fábula; pero obligado por la terrible Curia ha tenido que desdecirse- y ha entablado un dimes y diretes con el Pontífice, por demás pueril…
Dando pie a comentar lo primitiva que es la mentalidad, tanto del inquilino del Vaticano, como la del Editorial del conocido Diario. Porque a estas alturas del Tercer Milenio, pensar que existe el bien y el mal- la más grande mentira que nos han hecho creer desde hace miles de años- es continuar en el oscurantismo…
Y de plano, como decimos aquí en México, asustarnos con el petate del muerto. Con un dantesco infierno con el que los vivales han amenazado a la humanidad entera desde siempre; y que por supuesto, al igual que su famoso cielo de contemplación, tampoco existe…
Para colmo, tres agrupaciones distintas luchan por ser los que lleven a cabo la parodia de la pasión y crucifixión de Cri$to en El Cerro de la Estrella, en Iztapalapa. Y todo posnegocio…
“El bien y el mal no existen; solo existe la salud y la enfermedad”. Pitágoras (569 - 475)
El caso es que según encuestas que se han hecho, el cristianismo está pasando a la Historia, cuando menos en Europa, donde el último reducto de ingenuos que les queda es Polonia. Pero en el resto de las naciones, incluyendo a Italia, los “templos” han sido convertidos es librerías, cafeterías o museos…
Razón por la cual escogieron como papa a un iberoamericano, ya que el Sur del Continente es el último bastión que les queda a los charlatanes, ya que ahí todavía pueden encontrar colonizados fanáticos que crean en sus absurdeces y les den dinero; que finalmente es a lo que se reduce todo…
“Día llegará en que nuestras ideas religiosas actuales nos parezcan tan raras, como nos parece ahora el espíritu de la época caballeresca”. Georg Christoph Lichtenberg (1742 - 1799).
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. |
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