Todo derrame de hidrocarburos, llámese crudo o aceites refinados, producen un tapón en la cadena de vida que principia con el plancton; si consideramos el brinco trófico de 10:1, es decir, 10 de micro plancton da uno de plancton visible, 10 de este, 1 de peces pequeños como sardina, 10 de sardina 1 de atún… etc., comprenderemos que el aceite flotante, llamado en forma genérica alquitrán pelágico, al limitar el desarrollo del plancton por diferentes fenómenos físicos, químicos y biológicos, reduce en proporción geométrica la biomasa pescable y empobrece la atmosfera.
Al igual que los críticos del origen de la contaminación, las corrientes positivas respecto a la solución del problema, se han polarizado; por un lado están los ambientalistas histéricos, quienes como solución dan la inacción, es decir, culpan de todo mal al progreso y como solución proponen detener el desarrollo, paralizando la contaminante industria y casi llevando al hombre a estadios primitivos que le provocaron otro tipo de trastornos y consecuente infelicidad. En el otro polo esta los científicos humanistas, sostienen que el hombre, con su inteligencia, ha logrado existir y multiplicarse en el planeta, merced a su capacidad para enfrentar los retos contingentes que en su propio desarrollo se le han planteado, al pretender modificar las aparentemente inmutables leyes de la naturaleza, el hombre, en su inveterado hedonismo, pretende que todo esté a su servicio para vivir en una eterna felicidad, en ocasiones abusa y lo paga caro, mas todo proyecto de rectificación, debe atender la premisa de que siempre el hombre tratará de vivir mejor; pretender encasillarlo en figuras de anacoreta o ermitaño va contra su propia naturaleza y atendiendo siempre dicha premisa, el uso y disfrute de la tecnología debe atenderse y respetarse para el bien de la humanidad.
El problema es poner de acuerdo a millones de críticos, científicos y analistas, en la última reunión COP19 sobre el cambio climático, asistieron casi 10,000 expertos, no llegaron a nada, programaron acordar algo en el 2016 en Paris COP20; aunque algo se logró, se discute el proceso de aplicación y el CO2 anda por arriba de 350 ppm.
Cuando hablamos de contaminación de los océanos por hidrocarburos, pensamos invariablemente en los grandes derramos producidos por naufragios y consecuente rompimiento de casco de los buque tanques, también nuestra mente asocia como importante causal de la contaminación oceánica, el descontrol o explosión de un pozo petrolero en el lecho marino, más en el caso que deseamos abordar, el Golfo de México, un mar casi cerrado, es de capital importancia tomar en consideración la contaminación acumulada por diversos fenómenos y acciones varias, entre los cuales quisiéramos destacar como muy importantes los siguientes causales que exponemos en Parte 4 de esta serie, mientras: ¡AGUAS! Marzo 22 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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