Repetiremos hasta el cansancio, esperando ser escuchados por los responsables de proveer agua potable a los consumidores; vivimos u ocupamos un espacio habitable en un paraíso llamado Veracruz, por donde se analice la condición geográfica con sus diferentes características, Veracruz es groseramente rico, me referiré en esta ocasión a nuestro potencial del recurso agua natural del subsuelo, baste exponer que de los 1600 kilómetros cúbicos de agua que cae del cielo en todo el país, una parte se evapora y nos quedan en la superficie aprox. 600 Kmts, cúbicos, de esta cantidad, una parte se va al manto profundo y otra superior se escurre muy cercana a la superficie y va a dar al mar, se pierde.
En Veracruz se da una precipitación aprovechable del orden de 190 Kmts cúbicos, una cantidad del orden de 10% se va al manto profundo, alimentando veneros subterráneos, es agua que en su recorrido arrastra todas la impurezas y minerales que disuelve, se acumulándose en los mantos profundos, un agua con alto grado de contaminación y minerales disueltos, en algunos lugares es incosteable su extracción y ablandamiento para consumo humano.
Una mayor parte, hablamos de aprox. 170 millones de metros cúbicos, escurre por los mantos superficiales, una parte formando arroyos, lagos o lagunatos por todo el Estado, en cualquier forma se estima que aprox. 130 millones de metros cúbicos se escurren por los mantos superficiales y van a dar al mar sin aprovechamiento alguno.
La situación anterior merece ser analizada, desde el punto de vista de la disponibilidad y consumo que los veracruzanos demandan, eliminando el aprovechamiento directo del agua de lluvia, los gobiernos han optado por extraer agua del manto profundo, se le considera inagotable por haberse formado de la acumulación durante miles de años, verdad relativamente cierta, pues los mantos profundos tienen una enorme cantidad de vericuetos que hacen de difícil cuantificación el agua extraíble mediante bombas, sacando agua de manto existente entre 100 y 500 mts. de profundidad, en todos los casos agua sobresaturada de minerales diversos y contaminantes biológicos que obligan a un proceso costoso de purificación.
Se tiene como alternativa en Veracruz, aprovechar el agua de los mantos superficiales, esta es agua que se acumula y en la cercanía de los médanos arenosos, escurre a una profundidad entre 4 y 30 metros, por causa de los sustratos minerales superficiales, el agua experimenta una purificación derivada del intercambio iónico de los sustratos acumulados a baja profundidad, el agua en su trayecto hacia el mar se remineraliza y mantiene características de pureza biológica semejante al agua de lluvia, en otras palabras, se hace potable, por supuesto es imperativo el análisis bioquímico pues no se conoce el grado de contaminación que sufre en su travesía hacia el mar.
El análisis cualitativo impone el uso del agua superficial, de superior calidad que el agua de pozo profundo, cuantitativamente es también la opción recomendable extraer agua del manto superficial, pues se pueden perforar más de 50 pozos con el valor de uno perforado a 100 ó 150 metros de profundidad, muy importante destacar que en tanto un pozo profundo mantiene un aforo irregular con alta demanda energética, los pozos superficiales se operan atendiendo la demanda en cualquier momento, eso reduce el consumo energético. ¡AGUAS! Marzo 16 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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