Los consumidores de combustible para nuestros vehículos, nos hemos acostumbrado a tolerar la irregular medida en el despacho de los litros que pagamos, definitivamente andamos mal, al tolerar sin protesta que seamos robados por delincuentes a los que nadie pone un ¡Hasta aquí! malo que toleremos el despojo, pero peor, en detrimento de nuestra economía, es que paguemos con nuestros impuestos el pésimo actuar de instituciones de servicio público que, en el catálogo de organismos inútiles, tolera la flagrancia del robo, me refiero a la Procuraduría para la Defensa del Consumidor, PROFECO, es increíble, o hay complicidad con los expendios de combustible mal medido y peor despachado.
Hoy, de regreso a mi casa, tome la calle de Lerdo, a dos cuadras de Allende, en el carril izquierdo de oeste a este, la circulación estaba lenta y sin quererlo quedé atrapado, al quedar libre, me detuve en la esquina para preguntar el motivo de la irregular circulación, me enteré que en la esquina funciona un expendio de gasolina que da la medida exacta de lo que cobra, me pareció un absurdo el descaro para funcionar, de los muchos otros expendios en los que no se hace cola, algunos están vacíos, en cuanto a los clientes demandando servicio.
Es intolerable que exista la PROFECO y no actúe en contra del descarado hurto de los expendios que dan litros de 800 mililitros, los clientes de la gasolinera de Lerdo, no hacen cola por tontos, han constatado o vivido en carne propia el robo de que son objeto en la mayoría de los expendios, es inadmisible aceptar que existan autoridades que no actúan ante esta situación, si permiten el timo, fraude o robo descarado es por complicidad o temor a represalias de los vendedores de gasolina, tal vez en contubernio con los delincuentes, algo no está bien y las autoridades deben actuar.
Deseaba manifestar mi mortificación por lo antes expresado, se me acabó el parque informativo y para completar página, vale mencionar que estando en la cola de la gasolinera, escuche por la radio una declaración de uno de los candidatos, retaba a otro, a darse de madrazos, bueno, no a puñetazos sino a golpe de ideas, su expresión era casi de violencia, apartado de la cordura que debiera ser lustre en un candidato a la primera magistratura, creo su declaración fuera de orden es un delito, debiera ser reprimido o castigado en alguna forma, pero tenemos como en el anterior asunto de las gasolineras un organismo que vale madres, el Instituto federal electoral, IFE o INE, debiera parar estas manifestaciones groseras, apartadas del comportamiento a que debiera estar obligado quien pretende tomar el mando presidencial, ni modo, somos tan pendejos, comprando gasolina donde no debemos, tanto como participar en elecciones que se apartan de la norma que debiera ser imperativa para los contrincantes, respeto al ciudadano, algo debemos hacer para defender nuestros derechos, conculcados por tolerancia cómplice, sin protesta ante quien nos despoja. ¡AGUAS!
Marzo 12 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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