ALGUIEN DIRÍA, invocando al argot beisbolero, que al alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero -obsesionado en mandar a capacitar a su futura policía municipal a una academia del Estado de Puebla- “se la pusieron “bobita”. Y es que el arresto –el domingo por la tarde- del subdelegado de Seguridad Pública y responsable del Mando Único en Córdoba, Patricio Lagunes, junto con cinco subalternos, solo demuestra que en Veracruz la desaparición forzada de personas no terminó con la detención de 19 elementos de la corporación el pasado 14 de Febrero –Día del Amor y la Amistad- y la vinculación a proceso de dos mandos ya en prisión, y que, tampoco el arresto permitió enviar un estricto mensaje a los “garantes de la seguridad” de los veracruzanos para que se porten bien, pues ahora se sabe –tras una indagatoria de la Dirección de Asuntos Internos de la SSP-, que los consignados ante la Fiscalía Regional de la zona centro levantaron el pasado 22 de Febrero (abordo de la patrulla 21-2948) a un joven sobre la avenida 21 y calle 40 del fraccionamiento Nuevo Córdoba, y cuando la familia se presentó en la comandancia respectiva le dijeron que ahí no estaba, iniciando el peregrinar de una desafortunada madre que en los días subsecuentes buscó por todas partes a su descendiente: hospitales, Cruz Roja, Policía Ministerial, Naval y la respuesta siempre fue la misma, no obstante que testigos le informaron que fueron uniformados quienes se lo habían llevado con rumbo desconocido.
LA VIDA, sin embargo, cambió para doña Marcela Alcántara Ojeda al enterarse, días después, que un cuerpo con las características de su hijo, de 25 años, había sido encontrado entre las rocas del río Blanco con las manos atadas y visibles huellas de tortura, en un lugar conocido como El Puente de Fierro, camino a Tenejapan de Mata, atrás del ingenio San Nicolás. Presurosa acudió al Servicio de Medicina Forense para llevarse la desagradable sorpresa de que, en efecto, era su descendiente, un muchacho que no se metía con nadie, pero que tuvo la desfortuna de cruzarse justo cuando los malos elementos de la Policía Estatal hacían su rondín. La muerte del muchacho como, seguramente, la de infinidad de desaparecidos –ahora encontrados en fosas clandestinas o desintegrados en ácido- no fue apacible: presentaba huellas de tortura como golpes contundentes, laceraciones en la piel y, al parecer, habría sido estrangulado, lo que describe la saña con la que algunos malos elementos policiacos tratan a sus víctimas.
EL ASUNTO se inscribe, sin duda, en otro caso de desaparición forzada, de las muchas que han ocurrido en el Estado y que, seguramente, seguirán emergiendo, lo que pone en entredicho no solo la formación de los elementos policiacos egresados de la academia de policía en tiempos de Arturo Bermúdez Zurita, pues queda claro que el subdelegado de Seguridad Pública, Patricio Lagunes, y 5 subalternos ya detenidos por su presunta participación en la desaparición forzada del joven cuyo cuerpo fue arrojado a las aguas del río Blanco, no son recién egresados de la academia. Y aunque el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares confirmó la detención de los 6 elementos, no basta para acabar con esos ilícitos, sino que es necesario que Jaime Téllez Marie, de una vez por todas, realice la depuración de la corporación a su cargo, ya que infinidad de comandantes acusados de múltiples acontecimientos siguen incrustados en la corporación, como si fueran premiados por sus malas acciones o, en el peor de los casos, reutilizados para actos que avergüenzan a la sociedad.
APENAS EL martes 27 de Febrero, el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero anunció que 400 elementos conformarán la Policía Municipal de la capital del Estado, pero dejó en claro que serán capacitados en la Academia de Policía del Estado de Puebla. La decisión, aclaró el edil, fue tomada por desconfianza en la Academia de Policía de El Lencero, ahora Centro de Estudios e Investigación en Seguridad (CEIS) ubicado en el municipio de Emiliano Zapata. “Lo que queremos es darle la mejor calidad de policía a los habitantes de Xalapa, ése es nuestro compromiso. Ciertamente, como todos ustedes saben, ha habido una serie de cambios en la academia de policía que se ubica en El Lencero, y ante esa situación de inestabilidad por la que ha atravesado, nosotros decidimos irnos a una que tiene un enorme prestigio”.
LA RESPUESTA del titular de Seguridad Pública, Jaime Téllez no se hizo esperar; dijo en descargo que la Academia de Policías de El Lencero cuenta con calidad y además está en proceso de certificación internacional, y por esa razón calificó de inmoral e irresponsable la decisión del alcalde emergido del Movimiento de Regeneración Nacional, por sus comentarios sobre los casos de desaparición forzada que habrían cometido policías en el gobierno duartista, con lo que justificó que la capacitación se realice en Puebla y no en Emiliano Zapata. Y casi casi como para disuadirlo, dijo que la capacitación en Puebla de cada policía le costará al Ayuntamiento cinco mil pesos diarios durante todo el periodo de capacitación, e incluso lo acusó de no haber denunciado en tiempos del duartismo las anomalías que ahora señala, pero Hipólito dijo que no, y que se sus futuros policías se irían a Puebla.
POR ELLO al inicio de este espacio comentamos que tal parece que “se la pusieron bobita” a Rodríguez Herrero, pues en plena “guerra fría” de declaraciones con el Secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié ocurre otro lamentable caso de desaparición forzada, aunque hay que reconocer que los egresados y, ahora consignados, no corresponden a recientes periodos –no al del General Jorge Justiniano González Betancourt como titular de la academia- sino al pretérito. Se trata de elementos que en el pasado se les permitió todo, incluso, no pasar los filtros siempre y cuando sirvieran para fines aviesos, y ahí están las consecuencias.
TAL VEZ la responsabilidad de Jaime Téllez Marié estribe en no haber depurado a la Secretaría de Seguridad a su cargo, echando fuera todo aquello que sirvió al pasado o, por lo menos, no haber investigado a delegados y subdelegados acostumbrados a las malas prácticas de sus ex jefes, ahora en prisión. Sin duda, algo tendrán que hacer en adelante en la corporación para evitar que asuntos como éste se sigan repitiendo, pues a decir verdad –y sin que tengamos pruebas para afirmarlo- debe haber muchos más que se quedaron en el tiempo, y que deben ser investigados para que los irresponsables paguen su culpa, así los desaparecidos hayan sido delincuentes que, por otra parte, merecían ser juzgados. OPINA carjesus30@hotmail.com
|
|