Mucho ruido se está haciendo por causa del sacrificio, perdida o rescate de los pobres gatos que tenían alojamiento en el parque ecológico, por cierto un parque abandonado y que era o es muy poco visitado, pues los espacios deportivos limitados no permiten la competencia entre clubs, ojala el arguende de los gatos anime a las autoridades a crear un zoológico gatuno, ya que son estos felinos los que despiertan conciencia filantrópica a los humanos defensores de animales, pero veamos que piensan en otros lugares.
Hace muchos años trabajaba en una gran planta química en Cuautitlán Edo. de México, entre los trabajadores existía un club de caza y tiro, dado que yo era funcionario, se me pidió colaborara para equipar con escopetas a los miembros del club, a pesar de no gustarme la cacería, debí acceder a la petición y se compraron veinte escopetas de no sé qué calibre, en agradecimiento, me invitaron un sábado a ir a tirarle a los conejos o liebres, me llamó la atención y les acompañe, yo sin armas, estando en campo abierto, durante la noche, aparecieron las liebres, los tiradores armaron la trifulca y mataron más de diez liebres, ya de regreso, uno de los cazadores lampareó un conejo y le disparó, error, no era conejo era un enorme gato que nos obligó a correr antes que los dueños aparecieran, el que había disparado al gato, se retrasó y recogió el gato, incorporándolo a los conejos que había matado.
Al día siguiente me convidó a saborear el guisado de conejo y con gusto acepté acompañarle, sirvió un estofado con un molillo picante y ante mis manifestaciones de lo sabroso del guiso, el anfitrión me hizo saber que me habían apartado las porciones mas sabrosas y blandas del gato en estofado.
En otra ocasión estando en Lima Perú, fui a comer en una churrasquería, mi acompañante un peruano elegante, escogió los guisos, a mí me sugirió probar el cui o cuyo, un pequeño o gran ratón, ya sin prejuicios de lo que comía me pareció de un agradable gusto ya asado y acompañado de salsa de chile rocoto. Mi anfitrión me informo que por ser septiembre la fecha conmemorativa de no sé que santo, que se venera en Perú, preparan durante el festival de Mishi Rock una gran fiesta en Julio, el platillo en que la materia prima para diferentes guisos es el gato, disfrutan comiéndolo. La costumbre llego de España, pero de siempre, el gato ha estado en las mesas de todo el mundo.
Creo si las hambrunas invaden este mundo que estamos destruyendo, comeremos muchas cosas que hoy son mascotas o nos parecen repugnantes, solo de saber que en Zacatecas tienen como platillo muy apreciado el caldo de rata, basta para dejarnos de remilgos, el tepezcuintle o Tuza real, es muy apreciado por los sibaritas epicúreos, ni hablar de los gusanos u hormigas culonas, todo un festejo para los tragones.
Calmémonos con el ruido de la perdida de los gatos ferales que alguien saco del vivero, preocupante es saber que cuando estemos disfrutando unos tacos de carnitas, tal vez sea con la carne de los mininos desparecidos. ¡AGUAS! Febrero 4 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wol |
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