Nadie sabe, nadie supo y parece que nadie sabrá, el misterio que encierran los actos y declaraciones del candidato puntero a la elección para Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, el atraer a su grupo selecto de campaña, a un líder expatriado de hace muchos años, acusado y amenazado de cárcel por actos de corrupción en detrimento del grupo obrero que sindicalmente manejaba, no menos escandaloso ante la opinión pública, el que un político que se ha encumbrado sosteniendo la ideología socialista, incorpore a su grupo principal de campaña, a un partido registrado con ideas conservadoras, abiertamente identificado con la religión católica.
En campaña se valen muchos ardides para conquistar el voto, pero insuperable es cambiar de chaqueta, denostando el recuerdo y respeto que han merecido los creadores de la Constitución que nos rige; modificada en diferentes aspectos operativos, se ha respetado la norma dogmática, libertad de cultos y separación del gobierno laico de la iglesia o de los principios rectores de las religiones, al hablar de Constitución Moral, se está dando como una realidad que la Constitución vigente es inmoral, o se aparta de los principios éticos de quien pretende ser Primer mandatario de la nación.
Desde los inicios de la lucha independentista, se ha buscado tener un dispositivo legal, constitucional, para buen gobierno, Morelos promulgó o emitió el documento identificado como primera Constitución, pero no siendo país soberano el 13 de Septiembre de 1813, el documento conocido como “Los sentimientos de la nación” , quedaron solo como un buen intento, sentimiento de José María y Morelos. Hoy AMLO pretende algo semejante, bajo la dirección o encomienda del partido aliado, el Partido Encuentro Social PES, incorporará en su Constitución Moral algunos de los 23 Sentimientos, como los que disponen “Que la religión Católica sea la única, sin tolerancia de otra” o la que dispone “Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la iglesia, que son el Papa, los obispos y los curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó”. Válido que lo sostenga un grupo clerical, pero inmoral que lo proponga un mexicano que se ha declarado socialista, ha engañado al pueblo y hoy engaña o se vende a los grupos que desde hace más de 100 años pretende dar beligerancia a la iglesia en la administración pública.
Haciendo a un lado los postulados del siervo de la nación, Morelos, los mexicanos promulgamos una Constitución de corte liberal en 1824, fue adecuada a los auténticos sentimientos de la nación, por Don Valentín Gómez Farías y convertida en norma en 1827, respetada por todas los gobiernos del mundo, fue imitada por diferentes naciones, en México, la adecuamos a tiempos modernos y se elaboró constitucionalmente en 1917 la que hoy, con muchas modificaciones, tenemos como norma de Gobierno. Nadie nos había mencionado su carácter inmoral, puede merecer adecuaciones, pero no sojuzgando a los mexicanos a la norma religiosa. ¿Qué le paso al Peje? ¿Qué le impulsa a declarar abominable la norma laica de gobierno? ¡AGUAS!
Febrero27 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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