FUE EN Noviembre de 1871 cuando Porfirio Díaz Mori publicó el manifiesto conocido como Plan de La Noria, en el que acusaba a Benito Juárez García de “fraudulento” luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le otorgó la presidencia de la República por cuarta ocasión. “Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder”, decía el manifiesto en referencia a Juárez que detentaba la presidencia desde 1858, y exigía –con el respaldo de algunos notables de aquella época- el “Sufragio Efectivo. No Reelección”, y aunque el levantamiento armado fracasó, el mismo lema fue usado 39 años después por el llamado Apóstol de la Revolución, Francisco Ignacio Madero González en contra del héroe en la Guerra de Intervención en 1862 que acumulaba, para 1910, 31 años en la Presidencia de la República. Y fue precisamente esa frase la que dio origen a la Revolución Mexicana que, posteriormente, debió ser fortalecida con la lucha social que demandaba la entrega de tierras a los campesinos, jornadas humanizadas y mejores salarios para obreros, educación para todos sin distingos y elecciones transparentes –que a la fecha siguen sin vislumbrarse pese a la sangre derramada en esa confrontación que de acuerdo a historiadores, costó un millón de vidas-. La historia no se equivoca, y cuantas veces se ha pretendido una reelección, los grupos de poder se ocupan de recordar a quienes tienen complejos de emperadores, reyes o monarcas que en México esa cuestión es sagrada, y ahí está el caso de Álvaro Obregón que si bien dejó pasar un periodo con Plutarco Elías Calles como Presidente de México (1924-1928), quiso retornar a la silla pero fue asesinado el 17 de Julio de 1928 en el restaurante La Bombilla del barrio de San Ángel en la Ciudad de México, culpándose de aquellos hechos al clero a quien persiguieron deshumanizadamente.
PERO LOS afanes reeleccionistas siguen incubados en el ánimo de algunos ambiciosos políticos que han hecho de esa actividad y del poder su modus vivendi, y acaso por ello en Febrero de 2014, el Congreso de la Unión aprobó una reforma político-electoral que progresivamente fue avalada por los congresos locales bajo el argumento de que la reelección inmediata permitiría que los funcionarios se esfuercen más y entreguen mejores resultados a los ciudadanos. De esa manera, los integrantes del Congreso de la Unión, 500 diputados y 128 senadores que sean elegidos a partir de este año podrán volverse a postular para el mismo cargo en el 2021 y 2024, respectivamente. En suma, los Senadores podrán ser reelectos por 2 periodos consecutivos, es decir, estarían hasta 12 años en su curul ganando millonadas haciendo poco, mientras que los
Diputados podrán ser reelectos por 4 periodos consecutivos, o lo que es lo mismo, se mantendrían 12 años en el cargo cobrando de a muertito, y de esa manera, los postulados de la Revolución de La Noria, movimiento político-militar dirigido por el general Porfirio Díaz en 1871 para impedir que Benito Juárez García contendiera para una nueva reelección ya que con ello violentaba la letra y el espíritu de la Constitución de 1857, y los fundamentos que dieron origen a la Revolución Mexicana, simple y llanamente fueron a dar al cesto de la basura.
VERACRUZ NO ha escapado a esos afanes reeleccionistas de políticos ambiciosos que, como dijera el “clásico”, no tienen llenadera, y en ese sentido, aprovechando la reforma, algunos diputados del PAN –que representan la esencia real del porfiriato, esto es, de los empresarios y gente adinerada que controlaba el poder-, buscarán reelegirse como legisladores, ya que dos años no fueron suficientes para saciar esa sed de poder que les acerca más a las monarquías que al ejercicio democrático que se inscribe en la constitución de 1917, y en ese tenor se encuentran María Josefina Gamboa Torales que buscará repetir por Veracruz 1; Bingen Rementería Molina, hijo del precandidato al Senado por esa misma fórmula, Julen Rementería del Puerto que lo hará por Veracruz II; Juan Manuel de Unánue que ira, nuevamente, por Boca del Río; Sergio “bailador” Hernández que la tendrá bastante complicada por Xalapa Rural; Gregorio Murillo, por Cosamaloapan; Rodrigo García, que ha construido junto con su familia un cacicazgo en Pánuco, lo hará por aquella demarcación; Mariely Manterola, irá nuevamente por Martínez de la Torre; Teresita Zuccolotto, que llegó por representación proporcional, ahora lo hará por Huatusco; Daniel Olmos, la buscará por Emiliano Zapata y Mariana Dunyaska García Rojas, buscará no la reelección sino la diputación Federal por el distrito de Medellín, además de Tito Delfín que quiere una curul Federal por la cuenca del Papaloapan. Y si los panistas, émulos de don Porfirio Díaz y Benito Juárez García intentarán perpetuarse en el poder, los que se dicen emanados de la Revolución Mexicana no quieren quedarse atrás, y en ese tenor, también, desean repetir Janet García Cruz, que es de representación proporcional y Carlos Antonio Morales Guevara, por Perote, aunque tampoco los izquierdosos quieren perderse de esa afrenta a los postulados iniciales de nuestra Carta Magna, y en ese sentido, Amado Cruz Malpica, de Morena, ya se anotó para repetir por Coatzacoalcos, lo mismo que Ernesto Cuevas Hernández, de la coalición Juntos por Veracruz y Vicente Benítez que quiere prolongar su fuero constitucional temeroso acaso de que le echen el guante tras participar en las corruptelas cometidas en el sexenio del duartazgo.
COMO FUERA, éste es, acaso el principio de un proyecto que busca a mediano plazo la reelección no solo de Senadores y Diputados (Federales y Locales como ya ocurre, incluso con Magistrados de ambos ámbitos), sino de Presidente de la República y Gobernadores, algo así como sucede en los Estados Unidos donde el mandamás puede reelegirse otros cuatro años (ya que a diferencia de México donde el mandato es de un sexenio, en el vecino País es un cuatrienio). La tendencia es esa: demostrar que no pasa nada, y que atrás quedaron los afanes de los gobernantes de perpetuarse en el poder pero, peor aún, tratar de demostrar que no lo desean solo para enriquecerse. Al respecto, Aldous Huxley, escritor y filósofo británico cita en la página 340 de su libro: “El Fin y los Medios”: “La codicia del poder y la avaricia son vicios que por estar totalmente disociados del cuerpo, pueden manifestarse en formas desorientadoras y múltiples, y con una energía tal, que las inmuniza contra la saciedad que a veces logra interrumpir los sometimientos físicos. La codicia del poder es esencialmente separativa; en consecuencia, no será consintiendo en esta codicia que los hombres puedan llegar a lograr los buenos resultados a que todos dicen aspirar”. Así se simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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