PARA AQUELLOS que en determinado momento, le dieron hasta con la cubeta, tachándolo de haber sido un dirigente sin futuro, ahora estarán recibiendo, desde luego, la respuesta que no viene de lo local, sino de nivel nacional, pues Renato Alarcón Guevara, con su nuevo nombramiento, sigue firme dentro de las filas del tricolor, aunque ahora, en una nueva encomienda que le viene por su capacidad política y por haber puesto el interés general sobre el particular cuando tuvo que enfrentar las peores condiciones del partido que le fue entregado para su fortalecimiento.
Efectivamente, la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Enrique Ochoa Reza, lo puso nuevamente en el escenario político priista del Estado, con la designación de Delegado Especial en la entidad, para coadyuvar a las tareas políticas del partido que dirigió recientemente y darle el respaldo suficiente al nuevo líder estatal priista, Américo Zúñiga Martínez, con quien, indudablemente, se entiende porque ambos conocen los más difíciles vericuetos de esta actividad en el Estado.
Ayer mismo, se le vio muy activo durante la reunión, de casi tres horas, que tanto el Presidente del PRI estatal, como él mismo, sostuvieron con los delegados que estarán operando en toda la entidad, donde se recibieron instrucciones de lo que deben hacer, pues aún los más experimentados políticos que siempre han ejercido la función de delegados, tienen que ponerse al día en esta materia, porque las cosas han cambiado sustancialmente.
De esta manera, Renato, vuelve a las oficinas del PRI, pero ahora con una dimensionada comisión que tendrá que llevar a cabo, utilizando, desde luego, toda su experiencia política, su capacidad en estos menesteres y con el propósito indiscutible de aportar lo que sea necesario para sacar adelante las elecciones a favor del tricolor y de sus aspirantes a la Presidencia de la República, así como a la gubernatura del Estado.
No será, sin embargo, nada fácil para un hombre que ha tenido que probar y probarse en los grandes problemas que significa dirigir a un partido político como el PRI, en su peor época de credibilidad. Sabe lo que esta pisando y desde luego sabe lo que también Américo, puede estar experimentando en estos momentos, por lo que su ayuda y aportación política, no resulta ser dispensable, sino al contrario, retenerlo en el centro de la actividad política, es lo mejor que se puede hacer con él, reconociendo de esta manera la valiosa aportación que realizó durante su gestión como líder del partido.
Al volver, Renato, redobla sus esfuerzos, porque sabe, de la misma manera, que nacen mayores probabilidades de seguir en la búsqueda de su futuro político y más si es que Pepe Yunes, alcanza el triunfo electoral, pues sería como ponerse
en la primera fila de los premiados con una posición de vital importancia para una futura administración política en la entidad veracruzana.
Con Américo Zúñiga Martínez, al frente de la dirigencia estatal, con el Delegado general del partido, Fernando Moreno Peña y con la delegación especial, en manos de Renato Alarcón Guevara, se vislumbra una mejor tarea para fortalecer al partido y darle el respaldo suficiente y necesario a las campañas políticas que se habrán de iniciar formalmente en cuanto la convención de delegados, declare candidatos oficiales a José Antonio Meade Kuribreña, para buscar la Presidencia de la República, y a Pepe Yunes, para rescatar la gubernatura del Estado.
Así es que Renato Alarcón Guevara, no se puede considerar una nueva adquisición para el trabajo político que se realiza, sino la continuación de su esfuerzo permanente para concretar la unidad política del partido, sabiendo de antemano que esta es una condición indispensable para llegar a la victoria electoral.
Renato, recibe, de esta manera, un especial reconocimiento a su trabajo político frente al PRI, con una responsabilidad que se le ha confiado desde el PRI nacional, donde están plenamente seguros de que su labor será mucho más intensa y de mas resultados positivos para el partido, el cual, en este momento requiere del apoyo de todos los que saben aportar el trabajo suficiente para lograr las metas que tiene en los próximos meses, sobre todo, con el rumbo que se lleva hacia el proceso electoral, cuya culminación más importante, se tendrá que conocer con los resultados electorales a favor del PRI, el día primero de julio de este mismo año.
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LASTIMA QUE EL PRI ya no tiene el tiempo suficiente para reestructurar sus estrategias políticas que le permitan mejores condiciones para alcanzar el triunfo electoral.
Una de esas estrategias, es precisamente, modificar la acción de los delegados, para ser manejada, al pie de la letra, por el mismo Comité Directivo Estatal, salvando la posibilidad de que precisamente, estos operadores políticos, no hagan el trabajo que les corresponda y desechen el tiempo y los recursos para su provecho personal.
El PRI tiene que ir a las bases, es decir, directamente, con la gente que no tiene la posibilidad de mantenerse informada, trabando especial conversación con los propios electores de aquellas zonas donde el voto electoral todavía permanece virgen, debido a que no hay información debida ni tampoco politización como se ha venido creyendo en los recientes años.
La labor de los delegados no ha llegado tan lejos, pues aparte de que dichos operadores políticos, permanecen, solamente, en sus propias oficinas, los
recursos no se han utilizado, ni se utilizan, para los fines apropiados, es decir, para lograr los resultados que supuestamente se les exigen.
Hay que recordar muchos episodios de esta naturaleza, donde los delegados, simplemente, han engañado a los dirigentes estatales, haciéndoles creer que hicieron bien su trabajo, cuando de antemano se sabe, que solamente fueron negociadores de posibles posiciones políticas con los más representativos líderes locales en cada distrito del Estado.
Muchos vicios se han creado a lo largo de los años, a tal grado de que ahora los votos se venden al mejor postor.
Pero, como ya hemos comentado, el tiempo es corto, cuando menos para estas elecciones que ya se encuentran a la vuelta de la esquina. Ya será para otros tiempos, cuando se tengan que recomponer las cosas en este sentido.
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LAS ENCUESTAS, malas, regulares o buenas, van indicando, de alguna manera, el camino que se sigue en este proceso electoral.
Por lo pronto, ya están sonándole la campana al PRI, haciéndole saber que se esta quedando atrás y que los demás partidos políticos, con sus correspondientes aspirantes, están tomando la ventaja en un trabajo sólido que realizan a lo largo y ancho del país y del Estado.
No son, estas mediciones, exactas totalmente ni se acercan, de ninguna manera, a la verdad, pero en algo contribuyen para despertar el interés de los partidos políticos y de los contendientes, en la carrera por las respectivas sucesiones políticas, como es la Presidencia de la República, y la Gubernatura del Estado.
Ya se ubican a los precandidatos, por ejemplo, en el Estado, en tres posiciones definidas, la primera para Morena, la segunda para el PAN, con leve margen, se coloca al tricolor, en la tercera posición, condición que debe revertirse en estos días y en los que vienen con la campaña política formal.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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